Las aventuras gráficas siguen siendo un género con encanto propio y Elroy and the Aliens es un claro ejemplo de cómo esta fórmula sigue funcionando a lo largo del tiempo. Mientras algunos estudios buscan reinventar el concepto con mecánicas modernas, otros prefieren conservar la esencia del clásico point & click, apelando a la nostalgia de los jugadores que crecieron con este estilo. En este caso, la propuesta combina una premisa intrigante con un apartado visual detallado y un diseño sonoro envolvente, que logran captar la atención desde el primer momento. El proyecto viene de la mano de Motiviti, un equipo independiente con experiencia en el desarrollo de Supercell Make y otros proyectos como Family Treehouse de Facebook.

Desde el inicio, la historia nos plantea un misterio con tintes personales y científicos. Elroy es un joven apasionado por la ciencia que ha crecido sin su madre y cuyo padre desapareció sin dejar rastro hace casi dos décadas. Criado con el apoyo de su vecina ha aprendido a valerse por sí mismo, pero su mayor objetivo sigue siendo demostrar su talento. Tras años de dedicación, llega el día de presentar su gran proyecto, una creación en la que ha invertido la mitad de su vida. Para asegurarse de que su logro tenga visibilidad, invita a Peggy, una joven reportera con gran éxito profesional. Sin embargo, pese a su esfuerzo, la presentación no resulta como esperaba. En lugar de celebrar su triunfo, debe afrontar el fracaso de su experimento.

Pero cuando todo parece perdido, un hallazgo inesperado cambia el rumbo de la historia: un misterioso artefacto que sugiere que su padre podría estar vivo. Con esta revelación, Elroy inicia una nueva búsqueda, convencido de que alguien en la ciudad sabe más de lo que aparenta. Muy pronto, las pistas llevan a un sospechoso inesperado: el alcalde, una figura con acceso a información clave que podría explicar su pasado. La trama se desarrolla con un ritmo ágil está cargada de humor, llevándonos de escenario en escenario, donde se entrelazan robots parlantes, tecnología alienígena enterrada en el desierto y recuerdos del pasado.

La jugabilidad respeta los principios de la aventura gráfica más tradicional, con mecánicas clásicas de exploración y resolución de acertijos. Sin embargo, uno de los aspectos más discutibles del título es su nivel de dificultad. Aunque los rompecabezas están bien diseñados, muchos de ellos resultan demasiado fáciles de resolver, lo que puede dejar con ganas de más a quienes buscan un desafío más profundo. Para los jugadores más experimentados dentro del género, este aspecto puede ser un inconveniente, pero para quienes prefieren una progresión fluida sin interrupciones, la accesibilidad es un punto a favor.

Uno de los elementos más atractivos de Elroy and the Aliens es su uso de referencias a películas, videojuegos y series. Estos guiños están integrados de manera natural en la trama y el entorno, desde menciones sutiles hasta detalles visuales que evocan clásicos. Un reloj que marca la hora exacta en que cayó el rayo sobre el ayuntamiento de Hill Valley en Regreso al Futuro, una escena que recuerda el descenso por un pozo en Monkey Island 2 o la necesidad de aprender un idioma completamente desconocido, similar a lo visto en La Llegada, son solo algunos ejemplos. Para los jugadores atentos, estos elementos añaden un valor extra a la experiencia, enriqueciendo la atmósfera sin romper la inmersión.

Pese a la premisa que sugiere una exploración intergaláctica, el juego tarda en llevarnos a ese nuevo mundo. No es hasta bien entrada la partida cuando finalmente viajamos a un escenario completamente ajeno. Esta transición marca un antes y un después en la aventura, añadiendo una nueva capa de dificultad. Aquí, el jugador debe enfrentarse a un reto especial: resolver acertijos sin entender el idioma de los habitantes del lugar. Esta mecánica aporta frescura a la jugabilidad, obligando a interpretar el entorno con lógica e intuición.

Desde el punto de vista técnico, Elroy and the Aliens es una delicia visual que destaca por su estética pintada a mano y su diseño sonoro. Cada elemento contribuye a la ambientación, generando una experiencia envolvente. Aunque no revolucionan el género, Motiviti ha logra ofrecer una aventura entretenida y bien ejecutada, capaz de mantener la atención hasta el desenlace. Para quienes disfrutan de los juegos de point & click, es un juego muy sólido que logra capturar a la perfección la esencia de las aventuras gráficas clásicas de los 90.