De Gord me encandilaba su apartado visual, junto a esa mezcla de survival y estrategia. No es algo que suela ir de la mano, y me intrigaba cómo podría funcionar. Un juego para un jugador, con cinemáticas y doblaje profesional, además de una mezcla de géneros de lo más peculiar. Me encantan las mezclas de géneros, y solo por eso me quito el sombrero ante Gord. Pero el resultado final es mejorable.

Un «gord» es un asentamiento fortificado de la época medieval, de las zonas eslavas. Nuestro juego gira alrededor de estos asentamientos, los edificios que lo componen y los ciudadanos que los pueblan. La construcción del gord es lo primero en cada una de las misiones que componen la campaña del juego. Una vez construida la primera empalizada, empezará el juego propiamente dicho.

Gord es, ante todo, un juego de supervivencia. Tenemos que recoger los recursos necesarios para alimentar a nuestros ciudadanos, para pagar a los soldados -algo complicado, que explicaré más adelante- y para construir nuevos edificios. Todo intentando que nuestros súbditos no se vuelvan locos. La exploración del mapa es uno de los aspectos más importantes en Gord; para cumplir objetivos tenemos que recorrer grandes partes del mapa, algo complicado a veces. Hay enemigos por doquier y la falta de luz afectará a la salud mental de nuestro asentamiento. El principal problema de Gord aparece con la microgestión. No se hace nada fácil administrar a nuestros ciudadanos, y hay veces que mientras estamos atentos a algo, uno de nuestros pobre pueblerinos se ha acercado demasiado a unos enemigos y ha muerto. Los ciudadanos son muy lentos, y cambiar de profesión requiere ir al edificio y esperar a una animación. 

En general, la microgestión funciona bien una vez te acostumbras, pero es algo complicado que puede afectar a los jugadores más noveles. Hay que tener muchas cosas en cuenta además de lo ya explicado; por ejemplo, el aspecto rolero ofrece ventajas a algunos ciudadanos según qué profesión ejerzan. Es nuestro trabajo saber cual es cual y colocarnos según nuestras necesidades. Personalmente, es algo a lo que le he hecho poco caso. Para acceder a estos elementos hay que viajar de pestaña en pestaña, algo que dificulta todavía más este proceso. Creo que todo el proceso de microgestión necesita unos cuantos cambios para resultar más atractivo. Sin embargo, se agradece el nivel de precisión y de gestión al que podemos acceder: pocos juegos ofrecen tanto, y eso es algo a tener en cuenta.

El combate de Gord es otro de sus puntos fuertes, y es donde de verdad se ve la parte de estrategia y de aventura del título. Tener soldados nos facilitará la exploración, ya que combatir contra las criaturas de los escenarios será mucho más rápido y sencillo. Sin embargo, uno de los recursos más escasos es también fundamental para la creación de soldados: el oro.

En las primeras misiones de la campaña deberemos de explorar, ya que será la única forma de conseguir el oro necesario para que nuestros soldados sigan trabajando para nosotros. De hecho, cada misión es contrarreloj, ya que los materiales que necesitamos son limitados y a veces requerirán que nos alejemos mucho de nuestro gord. El combate y la exploración también servirán para encontrar ciertos objetos que le podremos equipar a nuestros soldados. Para ver objetos y explorar mejor el título nos ofrece un modo visual muy interesante, que ayuda a la microgestión.

La variedad de criaturas a las que nos enfrentamos es bastante amplia, hay de todo, y cada una con sus puntos fuertes y débiles. Además de manejar a los soldados, tendremos ciertas magias y poderes que nos harán las cosas más fáciles.  El juego también nos presenta algunos enemigos más poderosos en forma de jefes finales, a los que podremos enfrentarnos o cumplir una de sus peticiones. A pesar de que el aspecto rolero del juego se centra más en las estadísticas, también tendremos que tomar ciertas decisiones de vez en cuando. Todo ello aporta variedad.

La historia ofrece un gran trasfondo para empezar, con varios personajes, criaturas y otros elementos que te mantienen interesado desde el inicio. La mitología eslava es muy interesante y está bien tratada; solo hay que ver el título del juego. El juego se fundamenta en la fantasía y la historia girará en torno a eso, así que aquellos que busquen una historia realista deberían mantenerse lejos de Gord.

Pero no solo existe el modo historia -aunque sinceramente es el mayor reclamo de Gord, hay también un modo sandbox donde probar las cosas. Recomiendo probar este modo antes de empezar a trastear en la campaña, ya que es un lugar excelente donde ir probando las mecánicas del título. A pesar de ser un modo sandbox, tendremos que cumplir objetivos y veremos como funciona prácticamente todo. Gord no es un juego fácil, y eso que lo he jugado en la dificultad normal. Aún así, muchos de los objetivos que se nos presentan -tanto en este modo como en la campaña- pueden resolverse de varias formas. Ser imaginativo y un poco tramposo me parece fundamental para cumplir algunos de los objetivos, sobre todo con los tiempos tan justos que nos dan a veces.

Visualmente Gord es un juego espectacular. Los escenarios y las animaciones de los personajes cuando se mueven por dicho escenario son preciosas, aunque las segundas son a veces demasiado lentas para el tipo de juego que es. Los detalles visuales, la lluvia, los personajes… todo tiene un nivel bastante alto. El rendimiento no es todo lo bueno que debiera, y la verdad que mi PC ha sufrido bastante para poder jugar. De todas formas, es un juego que incluso en detalles bajos se ve bastante bien. Por otra parte, la historia del juego tiene cinemáticas, y aunque el doblaje tiene un nivel bastante alto, las animaciones parecen forzadas y poco realistas. 

La música es un deleite para los oídos. Cada uno de los temas que suenan casan perfectamente con lo mostrado en pantalla. Covenant.dev explica en uno de sus videos que la música es muy importante para el desarrollo del título, y queda demostrado. Los coros y esos sonidos clásicos del folklore hacen que sea un placer simplemente navegar por el gord y dar órdenes a sus habitantes.

En conclusión, Gord es un juego que toca muchos palos; es un juego de supervivencia, pero también de rol y de estrategia. Para mezclar tantos géneros, el resultado no es malo, pero tampoco sobresale en ninguno de ellos. Si os apetece algo distinto, Gord es una opción a tener en cuenta. Personalmente, creo que se trata de un juego divertido, pero que no llega a enamorar en ninguno de sus apartados -con las excepción de la música-. Hay juegos que, por separado, hacen todo lo que hace este, pero mejor. Gord quiere hacer muchas cosas y a veces no da con la tecla que busca.