Supergiant Games es una desarrolladora indie afincada en California y que hasta el día de hoy convierte en oro lo que toca. Irrumpió con fuerza en el mercado con su juego Bastion, uno de los baluartes de la corriente indie durante sus inicios, y confirmó con Transistor, su segundo juego, que la calidad de Bastion no había sido una casualidad. Luego llegó el turno del más desconocido aunque igualmente notable Pyre, y finalmente tenemos aquí el increíble Hades.

Hades no es un juego precisamente nuevo, fue lanzado en formato Early Access para Steam en 2018, por lo que ya llevábamos 2 años conociendo las bondades del título, pero es ahora cuando finalmente nos llega la versión 1.0 en PC, y su desembarco a Nintendo Switch por sorpresa. Es con esta versión final cuando Hades ha recibido un pequeño boom mediático y está en boca de todos, y no es para menos, el título es sobresaliente, quizá perfecto, y sin lugar a dudas coge el sobresaturado segmento de los juegos con mecánicas roguelike, lo endereza, y se corona como el mejor juego de su subgénero de manera indiscutible e irreprochable.

El logro de Hades es haber acabado con el mal endémico de los juegos con mecánicas roguelike, que además de la repetitividad, es la justificación de sus características como la muerte permanente y la aleatoriedad en la historia del juego, y la estrecha relación de estas mecánicas y la narrativa del título. Todo funciona con una pasmosa naturalidad y tiene sentido para el jugador, además de que un depurado gameplay y lo que puede cambiar una partida a otra tanto en elementos jugables como en elementos argumentales, hace que morir y volver a empezar sea algo deseable y no se sienta repetitivo en ningún momento.

Pero empezando por el principio, la historia que Supergiant Games nos propone es en principio sencilla. Zagreus, el hijo de Hades, está harto del infierno y quiere salir al exterior, incluso más allá, y reunirse con sus familiares, los dioses del Olimpo. Hades, que está harto de la rebeldía de su hijo, decide dejar que intente escapar del inframundo, cosa de lo que el dios de los muertos está seguro que será imposible, al estar este lleno de peligros -tanto trampas como enemigos-, y además funcionar como un laberinto y prisión, con estancias que cambian aleatoriamente y que pueden albergar enemigos de diversa índole y características aleatoriamente.

El inframundo está dividido en 5 áreas, la primera es la morada de Hades, o lo que es lo mismo, el área inicial o hub donde apareceremos cada vez que muramos, y donde estarán la mayoría de personajes secundarios con los que interactuaremos, y las diferentes tareas secundarias que podemos acometer, y que ayudarán a desarrollar nuestras habilidades y estadísticas, y también parte del argumento. Las otras 4 áreas es donde tendremos que avanzar para escapar del Tartaro. Estas áreas están divididas en salas en las que tenemos que acabar con todos los enemigos para conseguir un premio y poder avanzar. El premio conseguido y el tipo de sala, como norma general, se te indica antes de entrar en la sala, sobre ella, de esta forma si la sala tiene más de una salida -hasta 3 pueden haber-, tendremos la opción de elegir la que más no convenga.

Por supuesto los premios son aleatorios y en cada partida, una misma sala puede dar un premio totalmente diferente. Como posibles premios tenemos el dinero, para poder comprar en las salas donde aparezca la tienda de Caronte -que venderá una gama de ítems también aleatoria-, tenemos néctar, que podremos usar para regalar a los personajes secundarios y que nos permita ganarnos su favor además de algún recuerdo , llaves con las que desbloquearemos armas y habilidades para comprar, oscuridad, con la que compraremos las habilidades y sus mejoras, una especie de piedras con las que podremos comprar nuevos elementos decorativos -y algunos ítems muy valiosos- para la morada y algunas zonas del Tártaro, y lo más importante, las bendiciones y sus mejoras.

Zagreus es inmortal a su manera: puede morir, aunque cada vez que lo haga, volverá a aparecer en la morada. Y moriremos muchas veces, de eso hemos de estar seguros, aunque cada vez que lo hagamos, traeremos con nosotros varios elementos conseguidos, como las llaves, las piedras, la oscuridad o el néctar, por lo que podremos hacer negocios, encargar mejoras, desbloquear habilidades y armas, mejorar nuestras estadísticas, además de sociabilizarnos con los personajes secundarios. Nuestro protagonista comenzará con una pequeña barra de vida, y sin forma -en principio- de recuperar energía, aunque descubriremos que hay formas de conseguir una barra de vida mayor -tanto temporalmente como permanentemente-, de recuperar vida con ítems que podremos comprar y bendiciones, y de incluso sobreponernos varias veces a nuestra muerte.

En la tarea titánica de escapar del Tártaro, Zagreus no está solo, pues sus parientes del Olimpo le echarán un cable en forma de bendiciones, también aleatorias en cuanto al dios que te ayudará, y como no, aleatoria en cuanto a las 3 ofertas que te hará, que darán ventajas para tu ataque o tu defensa, y que serán más o menos valiosas en función de su clase. Con esta mecánica y su implementación, podremos crearnos una build en conjunción de nuestra arma favorita bastante poderosa, y totalmente diferente en cada partida, pues es imposible determinar que bendiciones nos iremos encontrando cada vez que juguemos, y su clase.

Existen otro tipo de salas, algunas con personajes secundarios que viven en el Tártaro, otras con la tienda de Caronte, alguna sala de descanso en caso de que se la hayamos encargado al encargado de mejoras, y 2 especialmente reseñables, una donde por un módico coste de vida, podremos conocer y hacer negocios con el caos, y otra donde podremos encontrar dos bendiciones a la vez, y donde al elegir una, provocaremos la ira del otro dios, con su inexorable castigo.

Conforme juguemos y juguemos, cada vez llegaremos más lejos, desbloquearemos más ventajas y mejoraremos a Zagreus, aunque no hay que confiarse, pues Supergiant Games ha previsto todo esto y te ofrecerá retos a la altura, como jefes intermedios que cambian según la partida, jefes finales que adquieren nuevas rutinas conforme más veces los hayamos derrotado, incluso distintos jefes finales después de varias horas de juego, cambian por otros por sorpresa. Además, la narrativa del juego es orgánica, y el argumento se va entremezclando con nuestros intentos, desvelando poco a poco un argumento bastante desarrollado e interesante, y sorprendiendo al jugador de forma continua, que no sentirá ninguna sensación de repetición.

Y como no, el avance se hará limpiando las estancias de enemigos, para lo que veremos la acción desde una vista isométrica, al más puro Diablo, aunque la acción es más cercana al de un hack & slash, con un ataque estándar, un ataque especial -equivalente a un ataque fuerte-, un ataque conjuro que consiste en el lanzamiento de unos rombos arrojadizos, y un ataque de llamamiento que conseguiremos vía bendición y nos permitirá invocar el poder del dios que nos la haya dado, y que seguramente consista en una barrera que nos defienda y cause daño a la vez. Para completar nuestra defensa, contaremos con una esquiva o dash, que con la pertinente bendición también podrá causar daño.

Artísticamente, Hades es bastante llamativo, con una estética tipo comic, y unos diseños bastante resultones y estilizados. Cada estancia está llena de detalles, y aunque la acción transcurrirá de forma bastante rápida y dinámica, el juego nos regala con diversas vistas en las que apreciar el mimo que el título a recibido por parte de sus grafistas. La banda sonora corre a cuenta de Darren Korb, compositor de la casa que ha sabido imbuir al juego con las melodías perfectas para su estética, el rock, sobre todo en momentos de enfrentamientos y en los enemigos finales, donde los temas suenan con más fuerza acompañando el subidón de acción.

Sin lugar a dudas, Hades es la obra cumbre de Supergiant Games, y un juego tan absorbente que cualquier jugador que le dé una oportunidad, lo disfrutará sin excepción. La combinación entre una jugabilidad muy divertida, todos los elementos y variables que harán de cada partida una experiencia distinta, y una narrativa dinámica que se adaptará a las mecánicas roguelikes para desarrollar una historia que pasa de algo simple a algo mucho más complejo, mientras además se toca de fondo temas mitológicos de la antigua Grecia, con una implementación moderna e interesante a partes iguales, hará las delicias de quien decida darle una oportunidad y sorprenderá cuando descubramos que alcanzar la superficie solo araña la superficie de la historia. Hades es pura ambrosía.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Supergiant Games