A decir verdad, el lejano Oeste es el último sitio donde nos imaginaríamos un juego de estrategia táctica primo hermano de XCOM, pero con Hard West, el estudio polaco CreativeForge Games no solo lo ha hecho posible, sino que además lo ha sabido aderezar a su gusto con elementos muy oscuros, ritos satánicos, sectas demoníacas y gore, mucho gore. Y lo más interesante es que todo funciona, todo tiene sentido y hasta cierta armonía.
Una mezcla de conceptos, el lejano Oeste y el oscurantismo, que funcionan y enriquecen mucho más el argumento que la jugabilidad, pero que también deja su huella en esta, aunque sea de una forma más leve, y siempre al servicio de una historia que si bien no es el culmen de la originalidad, si que es lo suficientemente potente para ser un elemento determinante en el cómputo global.
Empezaremos en un tutorial que nos enseñará los controles básicos y la forma de jugar, como nos movemos en el mapa, con vista isométrica, como nos cubrimos en las distintas coberturas del escenario, y como atacamos al enemigo, y las probabilidades que tenemos de acertarle y hacerle daño. Hay que tener en cuenta, que hasta este momento casi nada se diferencia con un XCOM, aunque se añaden detalles como el crearte una cobertura tirando una mesa y parapetándote en ella, muy del estilo del Salvaje Oeste.
Pero aquí es donde entra un nuevo factor a tener en cuenta, la suerte. Tendremos un medidor de suerte que se rellena de daño que recibamos, y se gasta con el daño que esquivemos o con una serie de habilidades especiales, con las que podremos equipar a nuestro personaje. Estas habilidades realmente pueden marcar la diferencia, porque a pesar de que el juego tiene cierta dificultad, la IA de los enemigos no brilla especialmente bien, y casi siempre actúan igual ante las mismas situaciones.
Nuestro primer objetivo será acabar con todos los enemigos del escenario, aunque se nos puede encargar alguna tarea secundaria, como salvar a alguien en particular o matar a determinado enemigo primero. Nada realmente difícil, pero que añade algo de variedad, ya que si todo fuera combatir, gracias a la escasa IA, caeríamos fácilmente en cierta monotonía.
Cuando no estemos peleando, el juego tomará tintes de RPG, y podremos, sobre una pantalla diferente, elegir destino, comerciar con otras ciudades, y tomar decisiones entre otras cosas. Y hay que decir que la toma de decisiones aunque simple, puede tener efectos catastróficos, raramente las decisiones serán buenas, sino mala y muy mala, y conforme avanzamos argumentalmente, parece que el juego nos invita a elegir lo peor. En esta parte será también cuando equipemos las habilidades a nuestros personajes en forma de cartas, porque empezaremos por Warren, un hombre que ha vuelto a la vida para vengar la muerte de su madre, asesinada brutalmente por unos bandidos, y conforme vayamos avanzando nos iremos convirtiendo en un ser sediento de muerte y de sangre, pero pronto se irán uniendo otros personajes relacionados con Warren y cada uno con sus oscuras intenciones.
Además, la historia esta presentada en varios capítulos con diferentes personajes, sigue siendo la misma historia, pero contada desde varios puntos de vista, de forma que del grupo inicial con Warren, cuando cambiemos de capítulo, tendremos a otro protagonista con parte del equipo, mientras se supone que Warren y los demás están en otro lugar. Esto crea un pequeño problema, pues cada vez que empezamos un capítulo, los personajes se reinician, olvidando la configuración y las habilidades que le tuviéramos puestas.
Como no, la muerte es permanente, si un secundario muere, lo hace para siempre, y si lo hace uno de nuestro equipo, tendremos que volver a empezar el escenario. Además, no se nos permite guardar la partida durante los escenarios de combate, con lo que en más de una ocasión moriremos después de un largo periodo de juego que habremos desperdiciado y tendremos que repetirlo todo de nuevo.
El apartado técnico y artístico cumple de sobra con lo que nos quieren presentar, un Oeste árido y oscuro, muy bien detallado, con animaciones correctas, y un buen rendimiento. Artísticamente cabe destacar el oscurantismo conforme avanzamos en las misiones, los detalles demoníacos, y como todo se torna más sanguinario conforma la historia avanza.
Respecto al sonido, los FX están muy logrados, y la banda sonora aunque es más ambiental, nos recordará a la de los antiguos westerns clásicos, con tintes un poco más oscuros debidos a la temática diabólica.
Hard West demuestra un gran rendimiento tanto en televisión como en modo portátil, y lo único destacable aunque no positivamente es que el juego no esta ni traducido ni doblado al español, aunque no se hace excesivamente complicado de entender, pero siendo la historia uno de sus grandes atractivos, se hubiera agradecido el detalle.
Hay que destacar que si bien jugablemente el juego funciona bien, con una base «prestada» de la obra de Mythos Games, pero de garantías, a la hora de disfrutar Hard West se puede ver lastrado por una dificultad alta aunque no imposible, y una IA enemiga que cuando la entendamos, mandará al cuerno la dificultad, por la falta de reacción de los enemigos principalmente. Por eso se agradece la inclusión de objetivos secundarios que aporten algo de variedad, y el sistema de suerte, las cartas de habilidades, y el modo de gestión y compras, con las tomas de decisiones, que a principio parecen inocuas pero que rápidamente acelerará nuestro descenso a los infiernos, y es que el juego invita a que los humanos seamos el peor de los monstruos.
Podemos encontrar el juego en la eShop de Nintendo Switch a 19,99€, si te gusta la jugabilidad y la estrategia de los XCOM, y el inglés no es tu problema, hazte con él, ya que la ambientación y argumento están a la altura y no te van a defraudar.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Forever Entertaiment