DNA Softworks, estudio independiente ubicado en Madrid, está de enhorabuena. No es para menos: Khara, su primer videojuego, ya se encuentra disponible para PlayStation 4. El proyecto, que no ha estado exento de cambios durante su desarrollo —que se lo digan a la propia Khara—, logró colarse entre los doce finalistas de la III edición de PlayStation Awards, que contaba con más de 150 participantes. Después de algo más de dos años, por fin estamos listos para embarcarnos en un enigmático viaje a través de la Atlántida.

UN LUGAR DE ENSUEÑO

Aunque el comienzo se le parece y mucho, no se trata de RiME, el título de Tequila Works. Khara comienza de una forma muy similar: una chica despertando en la orilla de una playa con la intención de lanzarse a explorar todo lo que la rodea, un pasado que no recuerda y un primer contacto con el reino animal a modo de bienvenida. Nos situamos en la mismísima Atlántida, un lugar místico protagonista de muchas historias, sin lugar a dudas. Después de echar un vistazo a nuestro alrededor y tomar el único camino posible —por ahora—, descubrimos que Khara es capaz de controlar el agua. Tal vez ya podáis haceros una idea de quién es realmente… En cualquier caso, el juego apenas se toma unos minutos para desvelarnos la identidad de nuestra protagonista.

DNA Softworks se ha tomado muy en serio la mitología griega, aunque se ha permitido tomarse sus propias licencias. En este universo, la mayor parte de la Atlántida no está sumergida bajo el mar. Según nos cuenta el primer personaje al que conocemos, algo terrible está a punto de suceder y todas las sospechas apuntan a Tritón, Dios mensajero de las profundidades e hijo de Poseidón y Anfítrite. Por razones que nos os vamos a desvelar aquí, Khara parece ser la única persona capaz de evitar que Tritón escape de la prisión en la que —por el momento— yace cautivo. Aunque la premisa resulta de lo más interesante, hay que decir que el juego no apuesta por una carga narrativa excesivamente fuerte. Eso sí, el trabajo a la hora de recrear semejante entorno ha sido, para nuestra sorpresa, realmente ambicioso gracias a las bondades del Unreal Engine 4.

SABOR AÑEJO

La propuesta que Khara nos ofrece se antoja bastante clásica, apostando principalmente por un conjunto formado por plataformas, rompecabezas y un ligero componente de exploración. Aunque las similitudes con el citado RiME son evidentes, hay que decir que estamos ante una experiencia más lineal que lo visto en la obra de Tequila. Las secciones plataformeras están presente en casi todo momento: saltos ajustados, superficies que debemos escalar… Por su parte, los puzles son uno de los grandes alicientes del juego, y lo cierto es que no están nada mal. En cuanto la exploración, personalmente me habría gustado la inclusión de secretos y una mayor cantidad de coleccionables —prácticamente no hay— para satisfacer mi espíritu aventurero.

Algunos puzles están muy bien pensados

Si nos centramos en los diversos rompecabezas que debemos superar, la realidad es que tenemos un buen número de ellos, y alguno que otro resultan bastante interesantes. Desde la clásica situación en la que nos vemos obligados a presionar interruptores colocando bloques de piedra sobre ellos, hasta puzles que requieren observar detenidamente todo lo que nos rodea para hallar la secuencia correcta. Al margen, también hay situaciones en las que el puzle en sí es encontrar el camino por el que avanzar, activando mecanismos que modifiquen las inmediaciones de nuestro entorno y abriendo así una nueva ruta por la que llegar a nuestro siguiente objetivo.

En lo que a las secciones plataformeras se refiere, hay que decir que funcionan bastante bien, aunque rara vez suponen un desafío. Resulta evidente que DNA Softworks ha optado por ofrecernos un ritmo que apenas se ve pausado por la presencia de los citados rompecabezas. Los controles responden bastante bien —las animaciones, no tanto— y Khara goza de una agilidad sorprendente; da gusto recorrer los diversos emplazamientos por los que el juego nos lleva, sin caer en ese tedio que, a mí personalmente, siempre me ha molestado considerablemente en otros títulos de carácter similar que intentan ofrecernos un sistema de control más realista.

EL PODER DEL AGUA

A diferencia de lo que estamos acostumbrados a ver en la mayor parte de juegos de aventuras, en Khara recibimos la mayor parte de nuestras habilidades de un plumazo. Los principales movimientos son ofensivos y nos permiten lanzar pequeños rayos de agua, así como levantar muros líquidos capaces de infligir mucho daño a nuestros enemigos. Además, disponemos de un arco mágico capaz de disparar flechas de agua, algo que, finalmente, acabamos usando para resolver ciertos rompecabezas más que para dañar a los enemigos. Por último, si presionamos el botón círculo, Khara puede desvanecerse para realizar un dash que nos permita superar obstáculos con los que no podemos lidiar a base de un simple salto. aunque hay más habilidades que vamos desbloqueando conforme avanzamos —como crear un clon de nosotros mismos capaz de ejercer presión sobre un interruptor—, podríamos decir que este es el moveset principal de nuestra protagonista.

Aunque el abanico de habilidades no está nada mal, resulta imposible pasar por alto uno de los principales problemas del juego: el sistema de combate. Tal vez habría sido mejor apostar por algo meramente narrativo, e incluso por una aventura completamente enfocado a los puzles. Sea como fuere, la realidad es que luchar acaba siendo muy frustrante. La detección de impactos es muy problemática y, en ocasiones, no sabemos muy bien si hemos acertado un golpe o no. Además, el repertorio de enemigos tampoco ayuda demasiado; pocos, simples y con patrones muy predecibles. Los combates ante los jefes finales tampoco ayudan demasiado, y el primero de ellos es buena muestra de ello, pues tiende a quedarse clavado en función de la zona del escenario en la que nos encontremos. Personalmente, me gustaría insistir en la idea de haber eliminado los combates o, al menos, haber reducido su presencia a las exigencias del guion.

LUCES Y SOMBRAS

Khara luce un aspecto fantástico gracias a los cambios sufridos —para bien— durante el desarrollo del proyecto. Sin embargo, es posible que su aspecto sea un reflejo de un exceso de ambición que se evidencia cuando descubrimos —y sufrimos— algunos de los problemas del juego. Algunas peleas se tornan frustrantes por culpa de la problemática caja de impactos, es más que probable que sufráis algún que otro glitch gráfico y, en menor medida pero de forma muy molesta, algún error de aplicación que os saque del juego. No es momento para ser alarmistas; Khara sufre problemas que ya hemos visto en muchos títulos y es momento de que DNA Softworks se ponga manos a la obra en aras de subsanarlos. Hay que ser conscientes de que estamos ante un título modesto, lanzado a un precio sorprendentemente reducido. En líneas generales, la experiencia que podemos vivir a los mandos de esta simpática atlante gustará a casi cualquier aficionado de las aventuras de puzles aunque, como decimos, los errores son palpables y deben ser corregidos.

 


Este análisis ha sido realizado con una copia cedida por DNA Softworks