Estoy seguro de que todos conoceréis la faceta desarrolladora de Double Fine; juegos tan famosos como Psychonauts o Brütal Legend. Pero lo que igual no sabéis es que también hacen las veces de editores, como es el caso que nos ocupa. Foam Sword Games son nuevos en este oficio, pero solamente echando un vistazo a su primer juego, Knights and Bikes, es obvio que le han puesto muchas ganas. Coged vuestra bici del pueblo y acompañadme mientras exploramos la isla de Penfurzy.
Knights and Bikes es un juego cooperativo de aventuras y exploración, donde manejamos a dos niños llamados Nessa y Demelza. Demelza es una habitante de la isla, pero Nessa es nuevo allí, y a primera vista parece que está buscando un lugar donde vivir. Juntos explorarán todos los rincones de Penfurzy, una isla antiguamente habitada por caballeros. Éstos se supone que escondieron un tesoro, y está en manos de nuestros protagonistas encontrarlos mientras viven la aventura de su vida. Contarán con la esporádica ayuda de un estrafalario personaje, un ganso llamado Capitán Honkers. Pero también hay fuerzas oscuras que quieren su parte del pastel, así que la aventura de nuestros amigos no será tan sencillo como creen.
A primera vista puede parecer que Knights and Bikes es un título para los más pequeños de la casa. Su aspecto visual, del que hablaré en profundidad más adelante, y la inocencia de sus protagonistas puede indicar eso. Pero los temas que trata van más allá de una simple aventura, y aunque esta sea la protagonista, son otros temas los desencadenantes de la misma. A continuación destriparé parte del inicio de la trama, nada grave, pero aviso por si acaso. Pasad al siguiente párrafo si no queréis saber nada más y descubrirlo todo por vosotros mismos. Demelza tiene dos muy buenas razones para aventurarse en la búsqueda del tesoro. Por una parte, vive sola con su padre en un parking de caravanas, de las que lo van a desahuciar si no pagan pronto; por otra, su madre era realmente aventurera, y con su muerte Demelza se ve obligada a seguir con sus andanzas.
En lo que respecta a la jugabilidad, Knights and Bikes apuesta por la exploración y los puzzles, en ese orden. Aunque Nessa no tiene bici, pronto la consigue, y la usaremos para visitar todos los rincones de Penfurzy. Mi primera crítica aparece aquí, pues hay zonas abiertas que podrían perfectamente explorarse con bicicleta pero el título no nos deja. No es algo grave, pero moverse en la bici es muy divertido, mucho más que andar o correr.
Es en los ataques donde las diferencias entre Nessa y Demelza afloran. El primero tiene un frisbee que lanza contra enemigos o dianas -en muchos de los puzles-. La segunda tiene unas botas que le permiten hacer ataques de aplastamiento contra el suelo y salpicar agua de los charcos. Y más adelante se desbloquean otras habilidades, pero siempre en la misma sintonía poco violenta de la que hace gala el juego. Los puzles a los que nos enfrentamos son sencillos en la gran mayoría. Algunos requieren de la cooperación entre los dos personajes, así que como ya imaginareis es un título que gana mucho jugando dos personas. También hay que decir que una aventura a solas es menos aventura que acompañado, así que os insto a que intentéis jugarlo con un compañero.
La exploración es otro de los pilares de Knights and Bikes. Las localizaciones son muy variadas: un campo de golf transformado en un parque de atracciones improvisado o un puerto. Todas y cada una de las localizaciones tienen coleccionables en forma de pegatinas colgantes pines y otras cosas que aunque a nosotros nos parezcan desperdicios, a los niños pueden parecerles tesoros. Además de los que encontraremos paseando, también hay cajas que sirven como una especie de secretos. Contienen más de lo mismo, pero en mayores cantidades.
Estas cositas que vamos coleccionando nos sirven para mejorar nuestra bicicleta. Todos sabemos que cuanto más molona sea nuestra bicicleta más rápida será en las carreras. El juego nos ofrece un simple menú para modificar las bicicletas, pero el simple hecho de poder hacerlo dota al título de una personalización muy interesante. Para un niño, su bicicleta es como otro miembro más de su cuerpo, totalmente necesario para el día a día. Tal y como elegimos la ropa, también podemos elegir el aspecto de nuestro vehículo. Por comentar un fallo, me he encontrado con algunos bugs que aunque no afectaban a la jugabilidad, si que te sacaban un poco de la ambientación. De todas formas son menores y seguro que los terminan arreglando.
Visualmente el juego es un auténtico regalo para los ojos. El título intenta mostrar el mundo desde los ojos de los niños, y desde humilde opinión lo consigue. Para dar ese toque infantil el artista usa materiales que usarían niños: tizas y pinturas al pastel entre otros. Estos dibujos, combinados magistralmente con una técnica de stop-motion, dan como resultado algo completamente único y colorido. Mis explicaciones no harán justicia al arte del juego, así que os remito a las capturas. Los personajes tienen unas expresiones muy variadas, en especial Demelza. Sinceramente, no soy muy fan de Nessa, pero Demelza es de largo lo mejor del título. Su entusiasmo, su diseño y sus diálogos animan a cualquiera. Es un verdadero amor.
En conclusión, Knights and Bikes es todo lo que tiene que hacer. Funciona muy bien como aventura, como juego de camino hacia la maduración y es un espectáculo visual como pocos. La pareja tiene una química que es difícil de conseguir en un título. Si sois fans de Los Goonies o de Earthbound, por decir dos cosas distintas con poca relación entre sí, Knights and Bikes podría gustaros. El trabajo que han llevado a cabo los chicos de Foam Sword Games es digno de elogio. A mí me ha devuelto a mi infancia en algunos tramos, y no me pasa muy a menudo.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Double Fine PR Team