Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PLAION
METAL EDEN se presenta como la nueva apuesta de Reikon Games tras el éxito de Ruiner, un estudio que siempre ha sabido combinar estética ciberpunk con acción directa y frenética. Desde el primer momento, el juego nos deja claro que no estamos ante un shooter cualquiera: su propuesta busca capturar el frenetismo de los clásicos de acción rápida como Doom, pero actualizando la experiencia con mecánicas parkour y un diseño de niveles que aprovecha cada esquina del espacio y las arenas en las que nos movemos. La premisa es sencilla pero efectiva: nos ponemos en la piel de Aska, una androide avanzada enviada a MOEBIUS, una ciudad orbital en ruinas controlada por la inteligencia artificial conocida como los Ingenieros, guiada por un ente llamado Nexus. Nuestro objetivo, aparentemente imposible, es rescatar a los «COREs» -conciencias humanas almacenadas- y desentrañar los secretos del proyecto EDEN, una historia que se va revelando poco a poco a través de registros de datos, breves interacciones y la propia progresión dentro de los niveles.
Desde el primer contacto con Aska, la jugabilidad demuestra ser su mayor fuerte. El control del personaje es preciso, ágil y fluido, y todo, desde correr por las paredes, convertirse en una suerte de morfoesfera, hasta utilizar un gancho gravitacional o el jetpack, se siente muy intuitivo y satisfactorio. Las batallas no son meramente un disparar por disparar, requieren ritmo, reflejos y, sobre todo, moverse constantemente para evitar quedar acorralado por los enemigos. Las armas, aunque limitadas en número, son bastante efectivas, y su manejo resulta siempre gratificante al combinar ataques rápidos con movimientos acrobáticos. También podremos extraer los núcleos de nuestros enemigos usando el Gravity Beam Multitool y lanzarlos para acabar con otros enemigos, o absorberlos y adquirir un súper puñetazo que además de liquidar al desdichado enemigo que lo reciba, nos hará recuperar algo de salud.
El diseño de niveles es otro de los aspectos a destacar. MOEBIUS está construido con un estilo muy marcado, en el que se alternan pasillos industriales y oscuros con grandes arenas abiertas llenas de enemigos y secciones de plataformas que exigen aprovechar la movilidad de Aska al máximo. La estructura es fundamentalmente lineal, avanzando de una zona a otra sin apenas margen para desviarse, aunque sí encontramos rutas verticales o pequeños desvíos que nos permiten acceder a secretos, mejoras o atajos que aportan un respiro entre enfrentamientos. Aún así el juego se esfuerza en ofrecer recompensas a quienes se tomen un momento para mirar en las esquinas o arriesgarse con un salto complicado. La constante, sin embargo, son los intensos combates en arenas que marcan el ritmo de cada nivel y que se convierten en el verdadero motor de la progresión. Aunque la inteligencia artificial de los enemigos puede resultar algo predecible en los primeros compases, la curva de dificultad escala de forma progresiva y los enfrentamientos más avanzados requieren coordinación, reflejos y un uso estratégico de nuestras habilidades, que además podremos mejorar en tres ramas distintas.
La narrativa se entrelaza con la acción de forma orgánica, evitando largas pausas y manteniéndonos siempre inmersos en la misión. Los coleccionables y secretos no solo añaden cierto grado de rejugabilidad, sino que enriquecen el trasfondo de la historia y ayudan a entender mejor la relación entre Aska, los Ingenieros y la ciudad de MOEBIUS. En términos de accesibilidad y opciones, METAL EDEN no decepciona. En la versión de PC que es la que hemos disfrutado, ofrece personalización de controles, ajustes de dificultad, soporte para mandos y teclado, así como varias opciones gráficas que permiten adaptar la experiencia a distintas configuraciones de PC. Todo esto, sumado a la precisión de los controles y la claridad visual durante la acción, algo de suma importancia en este tipo de shooters frenéticos y acrobáticos.
En lo visual, METAL EDEN apuesta por una estética ciberpunk muy cuidada: entornos futuristas, efectos de partículas y un uso inteligente de la iluminación contribuyen a crear ambientes muy convincentes. La ciudad orbital, aunque futurista y tecnológicamente avanzada, transmite una sensación de abandono y peligro constante, reforzando la tensión de cada enfrentamiento y de las abundantes secciones de plataformas. El rendimiento en PC se mantiene estable incluso en combates muy frenéticos, con tiempos de carga contenidos y una optimización que permite disfrutar de todos los efectos visuales sin sacrificar fluidez. La banda sonora y los efectos sonoros complementan la experiencia a la perfección: los temas electrónicos y agresivos marcan el ritmo de la acción y ayudan a sumergirse en la atmósfera distópica de MOEBIUS, mientras que los efectos de armas y enemigos son bastante contundentes.
Para quienes disfrutan de shooters vertiginosos como Doom, shooters con plataformeo acrobático y estratégico como Ghostrunner, o incluso algunos matices de Ruiner, METAL EDEN se perfila como una experiencia totalmente recomendable. Reikon Games ha logrado crear un título que respeta la esencia de los juegos en los que se inspira pero que se siente fresco, ágil y, sobre todo, divertido de jugar. La combinación de movilidad, combate, narrativa ligera y diseño de niveles hace que cada partida sea intensa y gratificante, y da la sensación de que cada mecánica ha sido pensada para que disfrutemos al máximo cada momento dentro de MOEBIUS. Aunque aún pueda pulir detalles menores en la inteligencia artificial o la curva de dificultad inicial, la propuesta global es sólida y atractiva, ofreciendo horas de diversión intensa y recompensando tanto la precisión como la creatividad en el combate.
Al final, METAL EDEN no solo cumple con lo que promete, sino que se atreve a aportar frescura a un género que a veces parece estancado. Lo hace con estilo, coherencia y mucha diversión, dejando claro que estamos ante un juego que merece la atención tanto de los fans del ciberpunk como de los amantes de la acción pura y dura. Además, la capacidad de combinar velocidad, reflejos y estrategia convierte cada partida en una experiencia satisfactoria que recompensa nuestros reflejos, dinamismo y nuestra creatividad a la hora de abordar cada situación. La progresión de Aska, las mejoras del arsenal y la exploración de MOEBIUS contribuyen a que la sensación de dominio y control sobre el juego aumente gradualmente, manteniendo el interés por descubrir qué ocurre a continuación en la historia.
En definitiva, METAL EDEN es un ejemplo de cómo un juego puede inspirarse en otros títulos y lograr una combinación que funciona tan bien como estos por separado. Reikon Games nos entrega un título que, a pesar de sus aristas, y de un diseño visual que algunos usuarios pudieran tachar de genérico -quizá el material promocional no ha sido el más adecuado ya que los diferentes niveles tienen diferencias claras de diseño- nos ofrece acción frenética, acrobacias que nos harán contener el aliento y diversión. El equilibrio entre acción desenfrenada, narrativa futurista y diseño de niveles con plataformas acrobáticas es precisamente lo que convierte a METAL EDEN en una propuesta destacada y, sin duda, en una de las recomendaciones más claras para los fans del género.