De los parisinos Atomic Raccoon Studio, y publicado por QubicGames nos ha llegado a Nintendo Switch el juego arcade de desafíos futuristas #RaceDieRun, antes conocido en su versión de PC como Stay Safe. Este juego de curioso nombre, nos pondrá a los mandos de una especie de nave aerodeslizadora que tendrá que realizar un recorrido especifico desde la salida hasta la meta intentando no chocar con nada o caer de la pista.

Lógicamente, cada recorrido estará lleno de trampas de todo tipo que nos llevará a morir una y otra vez hasta que realmente nos aprendamos el recorrido completo y lo mastericemos, entonces podremos tener opciones a pasar al siguiente recorrido. No solo las trampas son un peligro, pues avanzaremos a una velocidad considerable en todo momento, sin opción a frenar, aunque si que contaremos con un turbo, que no se gasta, para ir más rápido todavía y conseguir mejores puntuaciones.

El objetivo de #RaceDieRun es llegar a la meta en cada recorrido en el menor tiempo posible, para ser puntuado al final de cada recorrido. Y para esto no es suficiente acabar el recorrido de una pieza, sino que además lo tenemos que hacer en el menor tiempo posible, y a la mayor velocidad, y recogiendo con coleccionable en forma de gorro verde que en cada recorrido está colocado donde más problemas nos va a dar conseguirlo. No hay más remedio que memorizar el trazado completo y además después tener los reflejos de un lince para esquivar todas las trampas, que alcanza la treintena de variedad.

Nuestro aerodeslizador cuenta con una escasa pero efectiva gama de movimientos: el avance permanente a gran velocidad, el turbo que hemos comentado, un planeo cuando se saltan grandes distancias que podremos controlar para intentar caer donde necesitamos, y un movimiento de spin a izquierda y derecha, muy rápido y preciso para poder esquivar trampas en el último instante. A pesar de ser una lista de movimientos en principio escasa, es suficiente para los desafíos que se nos proponen, cuya dificultad no radica en los controles de nuestra nave, estos son perfectos, fiables y sin ningún tipo de retardo.

Respecto a los recorridos, tendremos unos 60, que se dice pronto, más unos 15 de bonus demenciales si consigues desbloquearlos. Estos recorridos pueden estar acotados por unas barreras laterales que nos matarán al rozarlas siquiera, o no acotados para nada con una caída y muerte garantizada si nos salimos de la pista. Y en esta pista tendremos una ingente variedad de trampas que van desde bloques estáticos, bloques que se mueven, bloques que se mueven hacía donde tú te diriges y debemos engañar, bloques que aparecen y desaparecen siguiendo una secuencia temporal, abismos que llegaremos a saltar por los pelos, abismos con mini raíles donde deberemos ir poniendo la nave en un ejercicio de fe absoluta, ruedas gigantes que giran de lado a lado… Y aquí podríamos seguir todo el día, más de 30 tipos de trampas han usado los chicos de Atomic Raccoon Studio para hacernos la vida imposible.

Con estos ingredientes, es evidente que vamos a morir docenas y docenas de veces hasta que nos hagamos con cada recorrido, e iremos avanzando y desbloqueando los nuevos recorridos. Y es que esta es la premisa del juego, el reto de superar cada nivel únicamente con la habilidad y la pericia del jugador, con un respawn casi inmediato para que morir no sea un problema y a los segundos estemos otra vez intentándolo y nos rete a superarlo. Además podremos ver el fantasma de nuestra mejor actuación en cada recorrido para ayudarnos a superarlo.

El apartado técnico de #RaceDieRun no tiene nada de especial y es bastante simple, iluminación escasa, texturas en su mayoría planas o de poco detalle, unos efectos de luz resultones para los motores del aerodeslizador y unos entornos interesantes, aunque esto obedece más a la dirección artística que a la técnica. Donde si se puede colgar la medalla el juego, es en el rendimiento. Tendremos una sensación de velocidad creíble, sobre todo cuando usemos el turbo, y los frames por segundo son totalmente estables, sin caídas de estos, sin importar lo que haya en la pantalla, que de todas maneras, no debería afectar. Dado el tipo de juego con el que nos encontramos, esta solidez, en conjunción con el depurado control hacen el manejo bastante satisfactorio.

Respecto a la banda sonora, de lo mejor del juego. Creada por Colorswap Studios y en esta ocasión, en lugar de intentar explicarla, aquí podéis escucharla:

Como añadido online, tendremos tablas donde se subirán nuestras puntuaciones y podremos ver el ranking mundial y los records de puntuación.

Pero no es todo tan bonito en #RaceDieRun, si bien no vamos a quejarnos del tipo de juego que es, pues no es un juego de naves o carreras futuristas como la gente podría pensar según algunas imágenes, sino un juego de retos y habilidad donde probarnos a nosotros mismos, con un envoltorio muy resultón, lo que si es cierto es que la dificultad es demasiado elevada desde demasiado pronto. Entiendo que un juego de este tipo encuentra su sentido en crear un reto, un reto difícil, pero si de 60 niveles, sin contar los bonus, después del nivel 15 vamos a empezar a frustrarnos con un subidón de dificultad, mal vamos.

No me considero un fuera de serie en juegos de reflejos de ninja, pero en su día mastericé y dominé a la perfección la fatídica fase 3 del Battletoads, y ni toda esa experiencia y habilidad, me han impedido morir una veintena o más veces en algunos recorridos de #RaceDieRun, lo que en principio puede crear una fuerte barrera de entrada para usuarios que jueguen de forma más contemplativa.

Concluyendo, #RaceDieRun, sin ser un mal juego, tiene una curva de dificultad muy mal medida que va a acotar en gran medida su espectro de público al que va dirigido. Sin embargo si te gustan los retos difíciles, y este tipo de juegos de habilidad, vas a encontrar un reto a tu altura, con un apartado técnico un poco básico pero cumplidor, un control preciso y confiable, una banda sonora que particularmente para mí es de lo mejor del juego, y una duración bastante dilatada. Pero si no eres este tipo de jugador, ni lo intentes, es como si Wipeout se fusionara con Race the Sun, pero con mucha mala leche.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por QubicGames S.A.