Minute of Islands es un juego que entra por los ojos desde el primer momento, incluso tan solo con ver la portada, pero además de eso es un juego bastante interesante. Este juego ha sido desarrollado por la desarrolladora alemana Studio Fizbin y distribuido por Mixtvision Games, lanzándose en Playstation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Nos adentramos en un mundo devastado para ofreceros este análisis.

En Minute of Islands se nos habla de un archipiélago en el que hace unos años surgió una poderosa neblina tóxica que convirtió el aire en irrespirable, acabando con gran parte de la vida de sus habitantes y fauna. Para solucionar esto, los cuatro gigantes de la creación se pusieron en marcha para mantener encendida la maquinaria que purificaba el aire del lugar, pero algo ha ocurrido y los cuatro gigantes han dejado de cumplir su función. Controlamos a Mo, una niña que vive en el subsuelo y parece ser una de las pocas personas a las que el aire contaminado no les afecta tanto, la cual se ha autoasignado la tarea de visitar a los cuatro gigantes para que vuelvan a cumplir con su misión.

Indudablemente, el apartado más llamativo de este juego es su increíble apartado visual, al que podríamos calificar directamente como obra de arte en sí mismo. Estamos ante un estilo artístico que recuerda muchísimo al de la famosa serie Hora de aventuras, en la cual se inspira de forma innegable e incluso llegamos a ver ciertas similitudes y pequeños detalles entre ambas obras. Absolutamente todos los elementos del juego han sido dibujados a mano de manera magistral, convirtiendo cada escenario en algo maravilloso y disfrutable. Hay que mencionar que aun así he encontrado ciertos glitchs gráficos que desentonan un poco, como la aparición repentina de elementos de manera ocasional o incluso assets que se duplican, pero nada que llegue a estropear la experiencia final.

Pero no nos llevemos a error, pues al igual que en la serie de Pendleton Ward, no es todo alegría y humor. De hecho tiene una trama bastante seria, una trama que habla sobre la vida y la muerte, sobre la soledad y la depresión, sobre los pensamientos negativos y la gestión de las emociones, y así nos lo hace saber al mostrar algunas escenas tétricas y diseños perturbadores que veremos de vez en cuando. Todos los diálogos del juego se realizan en tercera persona a través de una narradora que va contando todo lo que Mo va viviendo en su viaje y las emociones que siente en ese momento, todo realizado de forma muy explicativa de manera que es fácil empatizar con ella y nos da la sensación de estar ante un cuento interactivo.

Entrando ya en el terreno jugable, encontraremos un plataformas en el que tendremos que ir resolviendo puzles para alcanzar nuestros objetivos. La verdad es que estamos ante un juego más bien contemplativo a pesar de poder movernos libremente, pues los puzles son más bien escasos y no muy complicados, como si el estudio quisiera darle prioridad al argumento en lugar de al propio gameplay. A esto se le suma que las animaciones de los personajes y las acciones son bastante lentas, tardando varios segundos para, por ejemplo, salir de un conducto de ventilación o mostrarnos el típico camino fuera de cámara.

Lo cierto es que la estructura del juego puede llegar a hacerse repetitiva, pues salvo sorpresa, siempre seguiremos el mismo esquema de llegar a una nueva isla, encender los generadores y acceder a la mazmorra del gigante para despertarle. Pero como ya he comentado, el simple hecho de deleitarnos con los increíbles escenarios dibujados a mano es motivo más que suficiente para continuar y querer ver más. Realmente es uno de esos juegos que se disfruta más en los ratos muertos o incluso de manera portátil en plataformas como Switch, cuesta ponerse a jugar en serio dedicándole sesiones de varias horas, algo que puede hacerse pesado.

Para avanzar en el juego contaremos con la ayuda de la omnivara, una herramienta que nos va a ayudar a superar los puzles. Pulsando los gatillos superiores en el momento oportuno, utilizaremos esta herramienta para realizar las acciones que nos pidan -casi siempre activar los generadores- teniendo que introducir una secuencia de botones para ello. Este objeto también nos sirve para iluminar estancias oscuras o hacernos de guía, pues al sacarla nos indicará mediante una flecha la dirección en la que se encuentra nuestro siguiente objetivo.

Ya hemos hablado largo y tendido del apartado gráfico, pero no del sonoro. En cuanto al sonido, tendremos melodías relajantes que nos van a acompañar durante nuestra aventura – con la música cobrando especial importancia en algunos tramos-, mientras que en cuanto a la narración, tendremos un maravilloso doblaje al inglés con textos en español que nos mete de lleno en la historia y los pensamientos de Mo. De hecho, el propio juego recomienda jugar con auriculares para disfrutar de una experiencia más plena, y un servidor también.

En resumen, Minute of Islands es una bella obra audiovisual que no podemos pasar por alto. Al jugarlo, nos sentiremos dentro de un libro de aventuras, pero también nos hará reflexionar sobre ciertos temas profundos que dan mucho que pensar. Es una pena que el gameplay no esté tan trabajado como el aspecto narrativo, pero sin ninguna duda es una obra que no podemos más que recomendar sin miedo alguno. Por un módico precio, disfrutaremos de varias horas de deleite visual.

 


Este análisis ha sido realizado en PlayStation 4 mediante una copia cedida por Big Games Machine