Este análisis ha sido realizado en PlayStation 4 mediante una copia cedida por PLAION
Desde hace bastante tiempo soy seguidor de la franquicia Monster Hunter. Mi primer acercamiento llegó de la mano de Monster Hunter Freedom para PlayStation Portable y mi primera experiencia como cazador que necesitaba enfrentarse a nuevos y espectaculares monstruos resultó fascinante. Más tarde me decidí a jugar Monster Hunter Tri, videojuego que fue lanzado para Nintendo Wii hace más de una década, y finalmente recorrí los enormes mapeados de Monster Hunter World. Pero esta vez me enfrento a un juego diferente y es que Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin -al igual que su antecesor- se diferencia bastante de las entregas principales, pues solo comparten el nombre y la caza de criaturas, ya que en este spin-off los monstruos ayudarán al protagonista a derrotar a otros enemigos
Comenzando desde el principio, la subsaga Monster Hunter Stories es un spin-off JRPG de la famosa franquicia de caza de monstruos de Capcom. El primer Monster Hunter Stories se lanzó en España para Nintendo 3DS, más tarde llegó a Android e iOS y ahora llega a PlayStation 4, PC y Nintendo Switch acompañando a este Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin que hace su aparición en PlayStation 4 después de haber aparecido hace unos años en Nintendo Switch y PC. En esta subsaga no controlábamos a un cazador sino un Rider, lo cual permitía un acercamiento muy novedoso a la franquicia, que para la ocasión también renovó su aspecto mecánico tradicional y los típicos combates en tiempo real pasaron a ser batallas por turnos. Como Rider, el jugador criaba a monstruos amistosos que le ayudarían en combate para emplearlos como montura, personalizar sus habilidades y ejecutar ataques especiales de Afinidad.
Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin es una gran continuación del anterior título de Capcom con una nueva historia que engancha de principio a fin. Tras un breve tutorial y crear nuestro personaje con un editor básico, la historia comenzará en la isla de Mahana, un lugar donde no existen cazadores sino Riders, una lugar con tribus que viven de forma pacifista hasta que el color de las aguas cambia provocando la desaparición de todos los rathalos de la isla. Al mismo tiempo, los grandes wyverns y otras criaturas poderosas comienzan a manifestar una naturaleza inusualmente violenta y empiezan a rebelarse contra los Riders
En otra época, la intervención del valeroso héroe Red y su montura hubiesen bastado para contener esta amenaza, pero en Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin encarnamos a su nieto, el cual ha heredado todas las dotes de su abuelo. Con la ayuda de Ena, una Wyverianna de Grimoire, la cual conoció a Red en sus gloriosos días, iniciará una aventura en la que estrechará todavía más sus vínculos con los fascinantes monstruos que pueblan este mundo. Y su destino se cruzará con el de un Ratha Kalapteron, una criatura capaz de despertar tanto la esperanza como el terror en el mundo de Monster Hunter.
Como en la entrega anterior, los enfrentamientos son por turnos. En esta ocasión, tendremos 3 tipos de ataques -potencia, habilidad, y agilidad-, cada uno con sus ventajas y desventajas que inciden sobre los cara a cara, momentos en los que el monstruo se enfrentará contra nuestro Rider o sus compañeros. Los ataques potentes vencen a los técnicos pero los técnicos vencen a los ágiles y los ágiles a los potentes. Al principio puede parecer confuso y tendremos que aprender el triángulo de debilidades y fortalezas, pero tras unos primeros combates lo dominaremos con facilidad, ya que este sistema recuerda al sistema triangular que puso tan de moda la franquicia Fire Emblem o, por expresarlo en términos todavía más simples, al piedra, papel, tijera de toda la vida. Además de tener en cuenta todo lo anterior, también podremos intercambiar armas, seleccionar habilidades, y realizar movimientos combinados junto a nuestra montura.
Una opción que me ha gustado mucho es la posibilidad de subir la velocidad de los turnos haciendo que los combates puedan ser bastante dinámicos, una opción que ya vimos en otros JRPG modernos. A su vez también podemos hacer uso de ataques dobles: cuando nuestro Rider realice el mismo tipo de ataque que su montura conseguiremos el doble de daño y recargaremos con mayor rapidez el vínculo para cargar un ataque especial. Otras veces veremos confrontaciones o minijuegos entre nuestro Rider y el monstruo que se basaran en pulsar rápidamente los botones del mando. Una queja que tengo, sin embargo, es que sólo puedes controlar a tu personaje principal. Puedes ordenar a tu propio Monstie que seleccione una habilidad específica para usar, pero no puedes elegir qué tipo de ataque -tecnología, potencia, velocidad- utiliza. Tampoco puedes controlar a tus compañeros invitados. El problema es que la IA de este juego es demasiado aleatoria y en más ocasiones de las deseadas no toma la mejor decisión en combate.
Estamos ante un JRPG de corte clásico, pero en esta ocasión podremos criar monstruos. Si algo me ha resultado realmente interesante es el sistema de subir nivel de estos: Al entrar en batalla, todos aumentarán su nivel y subirán todos los monstruos a la vez, lo cual hace que siempre puedas estar cambiando tu equipo y probando nuevas combinaciones con cierta facilidad. Por otra parte, cada monstruo que obtengas tendrá habilidades únicas, unos saltarán a lugares inaccesibles, otros en cambio rastrearan enemigos y cofres. Por ejemplo nuestro Ranmar -un velocidrome que nos prestan- salta más, pudiendo coger atajos.
La historia está dividida por misiones principales, generalmente en estas tendremos que cazar y tratar de encontrar huevos de nuevos monstruos. Durante la exploración podremos encontrar mejores criaturas pero a su vez serán más fuertes y difíciles de vencer. Los personajes de nuestro equipo tendrán vidas, cada vez que un compañero, montura o incluso nosotros caigamos en combate, gastaremos un corazón. El juego te dota de 3 corazones y si los perdemos todos tendremos que reiniciar el progreso desde el punto de guardado anterior, por ello es importante ir bien cargado de plantas medicinales y pociones.
Para poder progresar por el mapa recomiendo habilitar el viaje en los gatavanas, lugares que permiten guardar la partida también. Por si esto fuera poco, el juego cuenta con un modo multijugador bastante divertido en el que junto a tres Riders más podremos realizar raids de una forma más eficiente y rápida, lo cual soluciona de un plumazo los problemas con la CPU que existen al jugar en solitario.
En el apartado visual si algo me ha resultado interesante ha sido el estilo artístico tipo anime que luce el juego. La conversión a PlayStation 4 es impecable tanto a nivel de rendimiento como a nivel visual, aunque se echan en falta novedades de peso. Al final tenemos un versión que, para lo bueno y lo malo, es prácticamente idéntica a la que se lanzó hace dos años para Nintendo Switch y PC.
En conclusión, Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin tiene la suficiente entidad propia y calidad para no ser considerada una entrega menor. Fue uno de los títulos más destacados de 2021 y por ello se agradece que ahora llegue a más sistemas. Capcom acertó al diversificar con una de sus sagas estrella, logrando crear un título único destinado a todos aquellos fans de la franquicia que quieran una aproximación distinta al mundo de Monster Hunter.