En el vasto mundo de los videojuegos, las aventuras narrativas han desempeñado un papel fundamental en cautivar a los jugadores con historias inmersivas y emocionantes. Desde los clásicos juegos de apuntar y hacer clic hasta los más modernos títulos interactivos, estas experiencias han sido elogiadas por su habilidad para fusionar la narrativa con la jugabilidad de manera magistral. En este contexto, surgió Oxenfree, un juego que conquistó los corazones de los jugadores con su fascinante enfoque narrativo y su innovadora presentación. Los chicos de Night School Studio, han vuelto y de forma cautivadora junto a su editora Netflix, quien dio el salto al mundo de los videojuegos adaptando títulos basados en sus series más reconocidas como Gambito de Dama, vuelve trayendo Oxenfree II: Lost Signals. Se trata del primer título editado por la compañía de contenido multimedia que debuta en PC, Mac, Nintendo Switch,  PlayStation 4, PlayStation 5, dispositivos móviles y Netflix. 

Ahora que ya he engrasado todos los engranajes, comenzamos hablando del título en cuestión. En esta ocasión hago un pequeño inciso a que no será necesario haber jugado Oxenfree para poder jugar a esta secuela, aunque haberlo disfrutado servirá para entender ciertas historias y referencias sobre La isla Edwards.  

En Oxenfree II: Lost Signals, título de terror sobrenatural, todo comienza cinco años después de los acontecimientos de la primera entrega. En esta ocasión encarnamos a Riley, una enigmática mujer que ha aceptado un trabajo en la pequeña ciudad costera de Camena. No tardarás en darte cuenta de que no todo es lo que parece, y de que la cercana isla de Edwards está provocando extrañas rupturas en el tejido del espacio-tiempo. 

La toma de decisiones puede ser vital en ocasiones.

Los que jugaron al juego original conocerán la isla de Edwards como escenario principal de la historia anterior, y durante toda la aventura de Riley en Camena, esos acontecimientos se entrelazan con los nuevos. Lost Signals añade una nueva mecánica de walkie talkie que no estaba en el primer juego. Esta herramienta te permite cambiar entre numerosos canales de radio y ponerte en contacto con otras personas, o ser contactado por ellas. Esto significa que desarrollarás relaciones con otras personas situadas alrededor de la isla a través de misteriosas charlas. Esta no será de la única herramienta que poseerá Riley, ya que contará con un sintetizador de señales o incluso con una cuerda de escalada que nos permitirá llegar a lugares que desde un primer momento son inaccesibles o habilitar una ruta alternativa. Como digo, toda decisión toma sentido en esta segunda entrega. 

En esta secuela prácticamente todo, salvo la historia principal, es opcional. Puedes elegir ignorar a todo el mundo o convertirte en su mejor amigo; puedes responder a todas las llamadas que recibas y completar montones de misiones secundarias o puedes limitarte a seguir la historia principal. Las misiones secundarias aparecerán frente a nuestros ojos en un abrir y cerrar. Esto no se debe a que estén mal pensadas, al contrario, cada encuentro está sumamente cuidado y además hará que realmente nos preocupemos de estos eventos. Recuerdo la misión   «¿Quién podría resistirse» donde nos pedían rescatar a Athena, la perra de nuestro compañero de trabajo Jacob.

Lo más interesante de la forma de progresar en Oxenfree II: Lost Signals es que, a lo largo de toda la aventura, las decisiones que tomamos influyen en el resultado final del juego. Hay diferentes finales, y también descubres más información sobre tu personaje y los que le rodean en función de lo que decidas decir o hacer, lo que significa que las decisiones tendrán un papel muy importante, llegando a cambiar el destino de nuestros personajes. Esto hace que te mueras de ganas por ver todos sus finales, completarlo una vez nos llevará únicamente entre 5 y 7 horas en función de las misiones secundarias que completamos.

Sin embargo, a pesar de todas estas novedades y de la intrigante historia, Lost Signals parece más de lo mismo, lo cual es bueno y malo a partes iguales. Sí, Oxenfree era un gran juego, rebosante de personalidad y originalidad para su año de lanzamiento, 2016, los videojuegos han avanzado mucho y aunque la secuela está ligada de forma intrínseca con el primer juego, siete años después creo . Así que, aunque la secuela está estrechamente ligada al primer juego, también significa que, siete años después, esperábamos algo más, una mayor evolución que no se dio en ningún momento.

Algo que no me ha gustado, han sido las pantallas de cargas, que delimitan todas las zonas del videojuego ya que con los dispositivos actuales y dado a la poca carga gráfica del título, no entiendo cómo siguen presentes en esta secuela. Si el lanzamiento se hubiera producido en 2021 como estaba programado inicialmente, creo que este factor no sería tan relevante.

En cuanto al apartado visual, Oxenfree II: Lost Signals no logra precisamente innovar respecto a su anterior entrega. Este es quizás uno de los apartados donde más esperaba una revolución. Aunque los personajes 3D se mueven a través de magníficos entornos 2D, sus personalidades aparecen gracias a elementos de diseño sutiles distintos, vinculados a su ropa, posturas, etc. Se ha mejorado la tonalidad y la iluminación dando una mejora minúscula a los entornos. En cuanto a lo sonoro el juego cuenta con un juego de voces asombroso y una gran banda sonora ambiental además de localización a 30 idiomas entre los que se encuentra el español. 

En definitiva, Oxenfree II: Lost Signals no se trata de un título innovador y tiene ciertos fallos de diseño, los cuales emergen una vez completamos varias veces el título por su falta de atajos/viajes rápidos entre zonas. Aún así Lost Signals luce como una secuela excelente para todo aquel que decida embarcarse en una aventura de terror sobrenatural, donde las relaciones entre personajes serán incluso tan importantes como las decisiones que vayamos tomando a lo largo de la historia.