El año pasado fue mi primer contacto con la franquicia Pro Cycling Manager, y ahora, sin mejorar especialmente mis dotes con el mundo del ciclismo, pero con algo de experiencia vuelvo a la edición 2020, porque el mayor simulador de gestión deportiva del mundo de la bicicleta vuelve fiel a su cita anual ininterrumpida desde hace más de una década. No habrá grandes avances, pero lo que se hace, se sigue haciendo o muy bien, o al menos, muy decente.

Como digo, fue hace casi un año mi primera toma de contacto con la franquicia de Cyanide Studio. En la entrada anterior desgrané en la medida de mis posibilidades que podía ofrecerle a un tipo como yo no muy ducho en juegos de gestión deportiva y escasos conocimientos ciclistas. Y fue bastante bueno, aún entendiendo que no le he sacado el partido que debería por ambos hándicaps.

Seguramente quien tenga un mínimo interés en el mundo del pedal y guste de los videojuegos conozca sobradamente un título que hasta los mismos profesionales del sillín disfrutan, y sale en ruedas de prensa como aquella en la Vuelta de España de 2016 de ‘Chente’ García Acosta, el director del Movistar Team. Por eso es interesante recalcar que un tipo como yo tan ajeno a este mundo, igualmente pueda disfrutarlo y valorarlo positivamente.

Lo primero, al comenzar el modo carrera para volver a ponerme con la gestión de un equipo durante una o varias temporadas, me choca ver al Movistar Team con stats más bajos que los del año pasado, infiriendo que se adecúa a su situación en la temporada anterior y lo que haya podido pasar este extraño año de Coronavirus. Pero manda más la bandera que la eficacia, y el juego es muy escalable para poder jugar fluidamente sin necesitar a un Barsa de las bicis para sacarle todo el jugo.

Uno de los puntos que la desarrolladora resalta dentro de su apartado de novedades es el de los menús remodelados, con nuevo toque visual, buscando que todo no sea tan parecido a ediciones anteriores. Algo que me choca es que también hay algunos mensajes, guías y tutoriales adiciones respecto al juego de 2019. No vendrán mal, pero una vez más, es un exceso de información rápida que me abruma, pero se puede navegar y avanzar bien durante la temporada.

Lo cierto es que no he sentido que haya demasiado nuevo respecto al año pasado. Retoques bastantes, es muy fácil verlo, y diría que para mejor salvo algún tema visual y técnico. Actualizaciones de plantillas, equipos, trazados, etapas, carreras….es lo esperable, con profusión en el Tour de Francia, que para algo nos movemos con desarrolladores franceses, y siempre suele ser uno de los ganchos a la hora de promocionar el juego.

La novedad que se destaca este año es el nuevo sistema de moral de los corredores, como otro parámetro adicional más a cuidar y tener en cuenta a la hora de gestionar junto a las demás variables, que no eran pocas. La idea es que la motivación, los sucesos a nivel de equipo, personales…pasen factura como pueda pasarla el cansancio, entrenamiento o la planificación de calendario y estrategias. No me ha parecido un factor que rehaga o genera un salto importante respecto a lo anterior, pero es otra variable más que no podemos dejar de cuidar y tener en cuenta, y jugará acorde a las que ya estaban presentes antes.

Lo demás es en grandísima medida lo que detallé el año pasado, tanto en la gestión deportiva tan minuciosa al frente del equipo, como el modo carrera manejando a un ciclista individual desde sus comienzos con 19 años. La verdad es que en este último caso he disfrutado un poco más que en la gerencia del equipo, simplemente porque controlar los pormenores, mejoras y realización de mi avatar de las dos ruedas es más asequible que todo un señor equipo con la grandísima cantidad de opciones y variables que hay.

En las carreras tampoco veo prácticamente cambios respecto a la edición pasada, sea en la forma de llevarlas a cabo y gestionarlas, sea en la parte visual. Diría que se ha retocado un poquito el motor, aunque sigue siendo todo muy básico para funcionar en equipos modestos. Con más carreras y trazados vistos, se acusa de falta de diferenciación y más orografía. Me choca que Australia, Madrid, o pasarse por mi casa en La Rioja, sea tan parecido visualmente en muchos casos. En donde se ha puesto algo más de empeño es en Francia ¡No podía ser de otra forma!

En todo caso, se sigue cumpliendo el expediente, y podemos jugar estas carreras o saltárnoslas. Otra de las novedades publicitadas es que hay más cambios climáticos y de condiciones ambientales para dar mayor variedad visual y estratégica, pero a pie de pista, termina quedando en algo menor. Ya sabéis como va esto, hay años que los saltos son más pronunciados que otros, y diría que en este hay un enorme número de retoques, pero sin grandes saltos.

Esto sigue dejando un juego no solo complejo y modulable al gusto propio, sino con una oferta jugable variada. Como esta entrada sale justo el día de lanzamiento, no he profundizado adecuadamente en el modo online, pero sigue siendo otra de las grandes bazas, con otros quince jugadores más, sean carreras sueltas, sean temporadas, y también, con múltiples opciones de configuración.

Tampoco tengo dudas de que la comunidad volverá a meter cantidades ingentes de contenido adicional como todos los años, el propio juego al seleccionar modos y opciones, te deja elegir paquetes extras, que actualmente no tengo ninguno instalado por circunstancias lógicas ¡Ah! Y hasta modo de juego de pistas indoor para hacer más completa y rica la oferta.

Así que este notable alto se mantiene por la excelente calidad y cuantiosa cantidad y opciones que tenemos en nuestras manos. Novedades de poco calado, pero las cosas se siguen haciendo con muy buena mano.

 


Este análisis se ha realizado con una copia cedida por HomeRun PR