Voy a empezar el texto con una advertencia. Si sufres con destellos, luces parpadeantes o efectos similares, aquí no es tu sitio. Por mucho que te llame el juego, mejor pasa de él o tendrás una experiencia bastante desagradable. Dicho esto, voy a hablar de SLEEP AWAKE, una experiencia que más que terror, calificaría como psicodélica, equiparable a un concierto hippy en los 70. Entre destellos y alucinaciones veremos qué tal está este juego, distribuido por Blumhouse Games, compañía que lleva ya un tiempo intentando abrirse un hueco en el mundo de los videojuegos. Algo me dice que todavía tienen un largo camino por recorrer.
En SLEEP AWAKE controlamos a Katja, una joven superviviente de un cataclismo que ha obligado a los restos de la humanidad a tomar medidas desesperadas para evitar el sueño por todos los medios. Quienes sucumben a este impulso, antes natural, desaparecen en El Silencio, un reino misterioso que se cierne sobre todos como una amenaza constante. Es un arranque interesante, pero ahí se queda. Comienzas creando una infusión para mantenerte despierto, y después recorres una ciudad desolada que actúa como último bastión de esperanza para la humanidad. Tendrás que abrirte paso por ella mientras decides si llevar la infusión a un ser querido, convirtiendo lo que podría haber sido una experiencia bastante potente en un simulador inmersivo más tradicional.

La historia se desarrolla a partir de ahí, presentando personajes del pasado y del presente y profundizando en ellos conforme avanzas por el mundo. Poco a poco nos van contando cómo se originó el cataclismo y qué rodea a Katja, pero no terminé de conectar del todo con la narrativa. Muchos de los lugares que visita son visualmente cautivadores. El nivel de detalle, junto con una iluminación excelente, hace que cada entorno cobre vida y resulte muy inmersivo. Eso sí, se pasaron con la parte psicodélica; en ocasiones tuve que parar por los destellos y las molestias que generaban. Nunca había tenido problemas con las luces de este estilo, así que vuelvo a advertir que puede resultar especialmente molesto en determinados momentos.
El diseño de niveles es bastante bueno y navegar por los entornos puede suponer un desafío en ocasiones. Los caminos alrededor de los objetivos se entrelazan y tendrás que prestar atención si no quieres dar vueltas de más. Es un lugar donde debes estar alerta, ya que el entorno cambia constantemente debido a terremotos y otros eventos. Tengo que reconocer que no he tenido ningún tipo de problema técnico: ni tirones ni fallos visuales que arruinen la experiencia. Con el estilo gráfico del juego temía algún crasheo, porque ya sabemos lo que el Unreal Engine puede provocar a veces. Pero al menos en PC va bien optimizado y fluido.

Los escenarios son dignos de admirar en todo su esplendor, pero más allá de un estilo visual muy atractivo, la experiencia se limita a caminar del punto A al punto B y disfrutar de las vistas. Eché en falta algo de peligro real, la sensación de que podría morir en algún momento. Algo que me hiciera mantenerme alerta. Las alucinaciones provocadas por la falta de sueño podrían haber dado mucho más de sí si hubieran decidido profundizar en esa vertiente más inquietante, pero más allá de ver cosas imposibles, no encontré nada que lograra inquietarme o perturbarme. El juego desaprovecha una idea que, con un poco más de ambición, podría haber sido mucho más que un viaje psicodélico visualmente llamativo.
Si pasamos por alto esa ausencia de peligro, encontramos una representación bastante acertada de los efectos de la falta de sueño, aunque de nuevo, sin consecuencias reales para la jugabilidad. No pido un monstruo perseguidor que al final resulte ser producto de la imaginación de Katja, pero sí algo que transmitiera paranoia o amenaza. Hay algunos seres humanos desperdigados que muestran el declive de la humanidad y lo que la privación del sueño puede hacerle a la mente, arrancando cualquier atisbo de cordura. Están ahí y cumplen su función enriqueciendo un poco el mundo, pero habría agradecido que alguno planteara un conflicto serio.

Además, que prácticamente todo el mundo esté afectado por la falta de sueño se siente como un recurso algo fácil para extender la trama. El ser humano puede ser cruel, sí, pero ante un objetivo común suele intentar organizarse. En plena desolación, ¿a nadie se le ha ocurrido algo tan básico como dormir cerca de alguien de confianza, un familiar o un amigo? Sé que eso rompería la premisa en el minuto uno y que existe el pacto tácito entre jugador y juego para aceptar las reglas de su mundo, pero si construyes un universo donde el peligro surge al dormir y enfrentarte a El Silencio, cuesta no preguntarse por qué la gente no busca alternativas lógicas. He tenido mucho tiempo para pensar durante este largo paseo y esa duda me ha acompañado todo el trayecto.
SLEEP AWAKE podría haber sido un gran juego, con una premisa original y desafíos que a mí personalmente me habría encantado enfrentar. Pero, en lugar de eso, se queda en un simulador inmersivo más. Es una lástima que los pasos que está dando Blumhouse Games en el mundo de los videojuegos no parezcan los más acertados. Tienen un universo cinematográfico estupendo del que soy bastante fan, pero en lugar de expandir alguno de los mundos que ya han construido, apuestan por ideas originales que no terminan de cuajar. En la época en la que estamos, eso es muy difícil si no tienes un renombre fuerte detrás. Algún juego indie puede revolucionar el mercado, pero por lo general, considero que deberían dejar los experimentos y centrarse en alguna de sus IPs cinematográficas para su próximo proyecto. Seguiré esperando a que encuentren el juego idóneo. Espero no tener que repetir esta conclusión en su próximo lanzamiento.

