STASIS: BONE TOTEM es un progresivo descenso a la locura, donde cada evento supera al anterior, cada hora es un poco más enfermiza que la que acabas de jugar y cada segundo de juego estás más y más atrapado. Las aventuras gráficas son famosas por sus historias y sus puzles, pero el nivel de inmersión -en todos los sentidos- que ofrece STASIS: BONE TOTEM nunca antes lo había sentido, ni sufrido.
Porque STASIS: BONE TOTEM te hace sentir una desesperanza que no había sentido antes con ningún otro juego. La historia es complicada de explicar porque venimos de un juego completo -llamado Stasis– y una historia corta gratuita, pero la contaré a grandes rasgos. Antes de empezar, ciencia ficción y terror son los motivos típicos encontrar a lo largo del título.
DEEP SEE 15 es una estación que parece, a primera vista, una plataforma petrolífera abandonada. Nuestros protagonistas, Charlie y Mac, atendiendo a la legislación sobre rescate, quieren salvar su ruinosa empresa y creen que esta plataforma les ayudará. Pero las cosas no van a ser fáciles, y nuestro viaje no terminará en el lugar que empieza.
La jugabilidad de STASIS: BONE TOTEM es clásica, pero con algún giro. Contamos con tres personajes principales, cada uno con una habilidad específica que nos servirá en diversos momentos. Mac rompe los objetos para sacar algo útil, y Charlie combina dos de ellos para hacer algo nuevo. Por último, tenemos al oso mecánico llamado Moses, que servirá de comodín en esas situaciones donde a un humano le costaría sobrevivir. Los puzles a lo largo del título son muy variados, y quedan muy claros con el sistema de interfaz: los objetos con los que podemos interactuar son de color azul, mientras que los puntos de información del lugar se muestran en verde.
Cada uno de los puntos con los que podemos interactuar nos ofrecen una vista más detallada del mismo. En ellos podremos usar nuestros objetos o coger nuevos. Fuera de estos menús no podremos interactuar con las cosas, con lo que la exploración de escenarios es bastante limitada. Esto puede ser una bendición o una maldición. Yo personalmente echo en falta la sensación de buscar por el escenario qué es lo que se puede clicar y qué no. STASIS: BONE TOTEM está centrado en usar el cerebro para completar los puzles, no es un caza pixels. La calidad de los puzles es alta, y lamentablemente he tenido que usar la guía más de una vez. Aunque menos de cinco, tampoco soy un loco. El juego ofrece un sistema de pistas in game que sinceramente ayuda poco.
Aunque la mayoría de puzles son lógicos y están muy bien desarrollados, hay un problema heredado de manejar tres personajes. Como el avance con cada uno es desigual, puede que nos centremos en un puzle del cual no tenemos el objeto necesario para completarlo. Este mal endémico se soluciona, en parte, cambiando a menudo de personaje y explorando todo una y otra vez, pero aún así hay veces que nos afectará. Lo he sufrido en mis carnes repetidas veces.
Además de pensar y resolver puzles, en STASIS: BONE TOTEM se hace otra cosa: leer. La historia de nuestros personajes la vemos en directo, pero por los lugares que visitamos han pasado otros, y la historia se completa con los extractos en forma de texto que vamos encontrando. La cantidad de texto que hay que leer es muy alta, estáis avisados.
Visualmente, el juego apuesta por entornos pre-renderizados y por imágenes estáticas -con algunas animaciones- donde resolvemos los puzles. Se trata de un título que busca la belleza en la fealdad, y muchas veces lo consigue. Si sois blandos de estómago, STASIS: BONE TOTEM seguramente no sea para vosotros. Hay escenas que han quedado grabadas en mi retina, y no creo que desaparezcan jamás. Por otra parte, las animaciones y los videos que se ven en algunos momentos son bastante justos, aunque espectaculares si tenemos en cuenta que está hecho por un equipo muy pequeño. Algunos ángulos son extraños, aunque hay que reconocer que le da un estilo que no se conseguiría de otra forma.
Los diálogos del juego son buenos, realistas y están bien llevados, pero se ven potenciados por la enorme labor que hacen los actores de doblaje. He conseguido conectar con los personajes del juego, y no solo con los protagonistas. Los sonidos y la banda sonora son también de alto nivel, generando mucha intranquilidad en el jugador. Ha habido momentos de juego que he entrado en trance, y ha sido gracias a toda la labor en campos secundarios como los que he nombrado. Por la noche, con las luces apagadas, me sentía dentro del juego.
Jugar STASIS: BONE TOTEM ha sido toda una experiencia. No es un juego para todo el mundo, eso está claro. Su dificultad, su feísmo y su aprecio por todo lo relacionado con la casquería y lo moralmente depravado frenará a muchos jugadores. Pero si llegas a conectar, el título supone un verdadero éxtasis. La primera parte cumplía, pero en esta ocasión todo va más allá. Para mi STASIS: BONE TOTEM es carne de juego del año, y me quedo muy ancho después de esta afirmación.