Ya por 2015 llegó a nuestras pantallas el primer Gameplay de Tunic, aunque no llegó bajo ese nombre. Al principio su título era Secret Legends y desde sus primeros compases se veía su similitud con la famosa saga de Nintendo, The Legend of Zelda. Lo cierto es que el título fue creado por Andrew Shouldice durante 7 años con su editora Finji y por fin ve la luz, gozando de mucha originalidad y secretos que encontrar, ya que todo es un rompecabezas.

Entrando en detalles, en Tunic encarnamos al héroe. Al igual que en muchos casos, tras despertar en una playa junto a nuestras herramientas, no sabremos dónde estamos ni cómo hemos llegado allí pero deberemos librar al mundo del mal. Como puedes ver, la premisa es muy común y no resulta nada innovadora, pero lo cierto es que la gracia de Tunic es su forma de contar la historia. En esta ocasión no tendremos un aburrido tutorial donde nos enseñan las mecánicas iniciales.

Nos sueltan en un mundo donde debemos aprender a base de palos y es que al principio no tendremos ni la hoja de controles, encontraremos una espada, un escudo y pronto iremos consiguiendo herramientas que nos abrirán el mapa. Uno de los añadidos que le da mucha personalidad al juego, es que iremos juntando hoja a hoja su manual de instrucciones donde entre otras cosas podremos ver el significado de su inventario, entre otras cosas.

Tunic es un metroidvania de mundo semiabierto con carácter de souls porque el título es desafiante en ocasiones. Cuenta con un sistema de backtracking la mar de importante y es que constantemente iremos descubriendo atajos y herramientas que servirán para facilitar nuestro camino o pillar ese cofre que antes no podíamos abrir. Al principio, es normal no enterarse de nada en Tunic, ya es que el juego es un poco abstracto desde sus primeros compases. El manual viene en un idioma inventado y es complejo de traducir. Guiarse no será nada fácil pero pasando las primeras horas, nos iremos acostumbrando.

En el título encontramos las típicas tiendas donde nos venderán de todo, incluido pociones que harán la función de botes de estus de la saga souls. Lo cierto es que el título logra beber bastante de este género. Podremos usar puntos de control -hogueras- para guardar el progreso o curarnos entre otras cosas. Algo que indudablemente nos recuerda a la saga del laureado Miyazaki.

Si algo he aprendido en el título es que usar los objetos es vital, siendo imprescindible en muchas ocasiones. Pero esto no es lo único que coge de estos títulos, al morir nuestra alma se quedará donde hemos muerto y tendremos la opción de recuperarla. Nuestro personaje cuenta con 3 barras:  la roja hace la función de la vitalidad, la azul de puntos mágicos y la verde de aguante, la cual se irá gastando si esquivamos o bloqueamos ataques.

Por otra parte, en el mapa podremos usar telescopios. En cada zona suele haber un telescopio para darnos una visión más generalizada de nuestro próximo destino, algo que resulta muy útil durante toda la aventura. Las zonas, siempre bien diferenciadas, contarán con sus enemigos únicos y su propio jefe final.

Además y no menos importante, se da mucha importancia a los puzles en el título, sus rompecabezas esconden secretos emblemáticos. No vamos a generar ningún tipo de spoiler pero Tunic logra sacar nuestro detective interior. Coger papel y lápiz resulta crucial para resolver algunos de estos secretos. Por último, decir que el título tiene compatibilidad total con el mando. Nosotros lo hemos jugado con mando de Xbox Series y ha dado un rendimiento excelente.

En cuanto a su apartado técnico, decir que una de las cosas más destacable de Tunic es su vista isométrica, el título utiliza una cámara fija que nos esconderá cientos de secretos. Sin duda uno de los mejores puntos del videojuego. En el combate, ésta se puede ver resentida al fijar enemigos resultando algo tediosa en ocasiones.

En cuanto a lo visual, es otro de los apartados destacados de este Tunic. El título posee un acabado excepcional, sus jefes, enemigos y zonas también tienen esa personalidad y es que todo irá relacionado. Encontraremos escenarios donde el blanco será el color cantante y otros donde el verde peinara cada instante. Los diferentes y variados escenarios nos permitirán identificar la posición donde nos encontramos.

En el apartado sonoro encontramos unos sonidos que van como anillo al dedo, compuestos por Power Up audio quien entre sus logros tiene haber hecho los sonidos de Celeste, Darkest Dungeon o Crypt of the Necromancer entre muchos más. Por otra parte no todo iba a ser bueno, lo cierto es que su banda sonora resulta repetitiva y queda algo por debajo del nivel del título. Un apartado que ha sido llevado por Lifeformed. Además, el título viene subtitulado a 26 idiomas entre los que encontramos el español de España y aunque el título tenga su propio idioma, esto resulta vital en su manual.

En conclusión, siete años ha necesitado Tunic para salir, y de la manera en que lo ha hecho, el título desborda originalidad y es una oda a los metroidvania de antaño. Un título que puede ser vencido en 12h y que posee 35 logros para los más completistas. Descubrir los secretos no será tarea fácil y esto nos mantendrá ocupados hasta las 40 horas de juego. Tunic resulta ser un agradable metroidvania apto para todos los públicos que aunque sea solo por su misterio ya nos tendrá pegados al sofá. Un título imprescindible dentro del género. ¿Lograrás descubrir sus secretos?

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por ICO Partners