De la escena underground de desarrollo de videojuegos brasileña nos llega la última obra de Walter Machado, UBERMOSH:OMEGA. La historia de Walter Machado no pasa desapercibida: dentista de profesión, lo dejó todo para dedicarse a su verdadera pasión, el desarrollo de videojuegos. Desde entonces, y con su particular visión del juego arcade puro, ha desarrollado varias franquicias, todas con premisas parecidas, y que han conseguido llamar la atención de un nicho del mercado.
Swarnriders, Trip to Vinelands y Warpzone Drifter, son algunas de sus obras de Walter Machado -algunas de ellas con varias entregas-, pero su saga más famosa es UBERMOSH, de la que Omega es su octava entrega y una especie de fin del viaje, donde Walter ha unido todas las características de los demás UBERMOSH.
Además es la primera vez que esta franquicia de culto sale del mercado de PC y aterriza en el mercado de consolas de la mano de QUByte Interactive, más específicamente en la última consola de Nintendo, Nintendo Switch, aunque hay planeadas versiones para otras plataformas para más adelante.
La premisa jugable de UBERMOSH:OMEGA es clara y concisa, arcade puro. No hay otra forma mejor de definirlo. Jugaremos partidas de un máximo de 90 segundos en los que con un personaje elegido entre 6 posibles, y sus características de combate únicas, nos enfrentaremos a hordas frenéticas de enemigos de toda índole en el interior de un triángulo delimitado en el escenario y del que podremos salir solo por unos instantes si no queremos morir.
Así pues, el objetivo de UBERMOSH:OMEGA es sobrevivir los 90 segundos mientras alcanzamos la mayor puntuación posible -que veremos reflejada en la pantalla de elección de personaje-, e intentar conseguir el rango más alto, el rango Omega. No será una tarea sencilla, no solo por el frenetismo de la acción, o de las muy diferenciadas habilidades de cada personaje y su personalización, sino que el peor enemigo del jugador será la propia masacre que desencadene.
Esto es debido a que todos los enemigos que matemos dejarán sus restos esparcidos por el escenario, por lo que a los pocos segundos de empezar una partida, entre disparos nuestros, disparos enemigos, todo el suelo lleno de restos y sangre, y enemigos por doquier, nos será virtualmente imposible saber que está pasando, y al jugador solo le quedará su intuición y sus reflejos durante los segundos restantes, o hasta que perdamos toda la vida.
Lo que diferencia las distintas jugabilidades que aparecen en UBERMOSH:OMEGA son los 6 personajes que podemos elegir. Cada uno de ellos es único y ataca de una forma diferente. Tendremos un personaje que lucha cuerpo a cuerpo con una espada, pero que es capaz de cortar las balas enemigas, otro personaje con autodisparo, otro con un ataque de látigo a corta distancia… cada uno tiene una forma de jugar distinta, que incluso traspasa su género y coge mecánicas de otros géneros, como por ejemplo de los shoot’em up. Esto hace que el aprendizaje de cada personaje sea necesario, y sobre todo veamos cual se adapta más a nuestra forma de jugar.
Pero no todo queda en estos 6 diferenciados personajes, sino que además cada personaje puede ser equipado con una habilidad como pueda ser un tipo de arma adicional, o un respawn extra. Estas cuatro habilidades hacen a los personajes más únicos todavía, y dará lugar a que tengamos que probar combinaciones para ver a cuál le sacamos un mayor rendimiento y mayor puntuación.
En cuanto al apartado técnico y audiovisual, pues nos encontramos un pixel art básico peculiar que solo apreciaremos en capturas, a la hora de jugar solo veremos sangre y disparos, y no podremos parar ni un instante, afortunadamente y a pesar de la velocidad, la fluidez es total. La banda sonora, formada por una música industrial, se presta a la carnicería a la que daremos lugar.
UBERMOSH:OMEGA es un juego divertido para partidas cortas, pero no es para todo el mundo, debes de ser muy amante de los arcades, y del subidón de adrenalina para sacarle el juego al juego. Y no es culpa del juego en sí, UBERMOSH está concebido así, para esto, y por supuesto tiene su público que lo ha convertido en una saga de culto en su nicho de mercado.
Por mucho que su aspecto engañe, ser la octava entrega y a la vez compendio de todas las anteriores demuestra un concienzudo diseño de cada uno de sus elementos, especialmente de los diferentes personajes y sus habilidades, cuyo diseño encierra distintas jugabilidades, más propias de otros géneros que del twin stick shooter que nos ocupa. Si queremos conseguir la puntuación omega en cada personaje vamos a tener que jugar mucho y probar todas sus personalizaciones.
Es una pena que la apariencia de «suciedad» y caos pueda emborronar la percepción de muchos jugadores que no le darán una oportunidad siquiera basándose en el primer contacto, pero si eres amante de los arcades, por solo 5€ podrás darle una oportunidad.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por QUByte Interactive