En ocasiones los juegos indies esconden más de lo que aparentan en un principio, bajo esa capa de poco presupuesto y estudios de pocos empleados se ocultan buenos juegos que podrían compararse con títulos triple A. Este es el caso de Ultra Age, un modesto juego proveniente de la mano del estudio Next Stage y Visual Dart que viene a ofrecernos un hack ‘n slash frenético que bien podría compararse con juegos famosillos en dicho género.

Nos transportamos al año 3174 D.C, a un futuro donde la humanidad está casi extinguida y los pocos supervivientes viven en una reducida colonia espacial. Nuestro protagonista, Age, es un soldado al que le encargan la misión de viajar a un planeta lejano junto a su robot Hervis, en el cual aparentemente se encuentra la salvación de la raza humana, pero una vez allí se encuentra con que el antiguo sistema de seguridad del planeta sigue activo y lleno de enemigos. Como ya vemos, es un argumento que tampoco es que invente la rueda, pero nos da un contexto para ambientar el juego y su jugabilidad.

Ultra Age es un hack ‘n slash que por su forma de jugarse y su manejo bien podríamos compararlo con NieR Automata -salvando muchísimo las distancias, evidentemente-, también se compara a éste en que los enemigos serán en su mayoría robots de combate de diferentes tipos. Pero, una vez más, ahí acaban las similitudes entre ambos juegos, ya que su desarrollo y sus características empiezan a diferir más pronto que tarde.

Comenzaremos en medio de una zona boscosa en la que Hervis nos irá guiando en nuestros primeros pasos a modo de tutorial para enseñarnos los controles básicos. Nos daremos cuenta de que toda esta zona es más bien pasillera y quedaremos a la espera de que más adelante los niveles sean más amplios y den lugar a la exploración, pero lamentablemente no será así, el resto de juego será igual de guiado y con pocas posibilidades.

El combate es puro hack ‘n slash, un combate frenético que sinceramente llega a ser un poco molesto con tantos efectos de partículas y luces estroboscópicas que no dejan ver nada, pero eso no quita que siga teniendo su atractivo. Age contará con una variedad de movimientos que incluye ataque fuerte, ataque débil, esquivar e incluso contaremos con un gancho, además de ataque especiales que necesitan recargarse con el tiempo. Lo cierte es que no contaremos con una gran cantidad de combos, de hecho es muy fácil abusar de los mismos para ganar, pero el tema se vuelve interesante gracias al tema de las espadas.

Contaremos con cierta variedad de espadas, cada una con ciertas características especiales que afectarán a determinados tipos de enemigos y a los movimientos de nuestro personaje. Lo curioso de estas espadas es que podremos alternar entre ellas rápidamente en medio del combate con tan solo pulsar un botón, de manera que podremos ir variando y atacar a los enemigos con distintos trucos para asegurarnos la victoria.

Hay que decir que los combates son complicados, especialmente por la distribución de los botones que se salen un poco de la norma y nos puede confundir si estamos acostumbrados a otro tipo de juegos, por ejemplo veremos como el botón de esquivar está situado en uno de los gatillos superiores, algo a lo que me ha costado acostumbrarme cuando estos días he estado jugando a Bloodborne y me ha hecho morir más de una vez al confundirme de botón. Lamentablemente no vamos a poder mapear los controles, por lo que no nos queda más remedio que lidiar con ello y tragar. A esto tampoco ayuda una cámara que decide situarse en la peor posición justo en los momentos más críticos y cruciales del combate, por lo que más de una vez nos vamos a comer ataques sorpresa por perder de vista a los enemigos.

Otra de las características principales del juego es la mecánica del crafteo, la cual nos servirá principalmente para las espadas. Y es que las espadas que vayamos consiguiendo no serán eternas, de hecho se irán desgastando con el uso hasta terminar rompiéndose cuando cumplan su cometido. Por esto, las espadas las iremos consiguiendo de vetas de cristales que encontraremos a lo largo del escenario, pudiendo tener unas cuantas acumuladas para no quedarnos vendidos en mitad del combate. Por suerte las espadas no escasean y siempre tendremos abundancia de ellas, en muy raras ocasiones nos veremos con las manos desnudas, además las vetas de cristal se regenerarán de nuevo con el paso del ciclo día/noche.

También podremos mejorar a nuestro personaje a través del habitual árbol de habilidades. Este árbol es bastante completo, pudiendo mejorar cada tipo de arma de manera individual, así como las habilidades personales de Age y los ataques especiales de Hervis. Para ello necesitaremos de unas pequeñas esferas que podremos obtener al derrotar enemigos o craftear cristales, aunque tomando como referencia nuevamente a la saga soul, si morimos perderemos un porcentaje de ellas, así que más vale tener cuidado y aplicarnos bien.

Entrando ya en el terreno audiovisual, la verdad es que gráficamente no es ninguna maravilla, un acabado gráfico que podría pasar por un juego de principios de la generación pasada, con escenarios poco detallados y más bien vacíos, pero al menos se agradecen los 60 frames por segundo. Respecto al audio, las melodías pasan muy desapercibidas y los efectos de sonido son más bien repetitivos. El doblaje de los personajes cuenta con voces en inglés o en japonés con textos en castellano, y casi que podríamos decir que es lo mejor de este apartado porque el dúo formado por Age y Hervis tiene bastante química y sus diálogos tienen ese punto de ironía y pullas de uno a otro.

Ultra Age es un juego que intenta abarcar más de lo que puede y al final nos deja una sensación de que podría haber sido mejor. Se le notan muy buenas ideas con una jugabilidad y envoltorio atractivo, pero sus defectos acaban pesando demasiado y empañan el resultado final. Hay que tener en cuenta además que es el primer juego del estudio y su carácter indie, y que con un presupuesto mayor estoy seguro de que hubiese estado mejor valorado.

 


Este análisis ha sido realizado en PlayStation 4 mediante una copia cedida por DANGEN Entertaiment