«Desde las profundidades de la oscuridad, un dragón se alza».

Así reza el comienzo de Wo Long: Fallen Dinasty, lo último del Team Ninja, que hará las delicias de los aficionados a la compañía japonesa y algunas de sus sagas anteriores, los amantes de los juegos de acción y RPG y, en cierto modo, a los que consumen todo lo que lleve la etiqueta de «Soulslike».

El Team Ninja se fundó en 1995 bajo el paraguas de Koei Tecmo y la batuta de Tomonobu Itakagi, bajo el que se produjeron los juegos que les pusieron bajo el foco de los aficionados con las dos primeras entregas de los Ninja Gaiden de Xbox y Xbox 360 y varias de los Dead or Alive. Y, aunque muchos aficionados esperaban que la compañía fuese a menos tras la partida del mediático productor y la salida del primer Ninja Gaiden sin él tras las bambalinas, el Ninja Gaiden 3, el Team Ninja ha sabido seguir sacando productos de calidad creciente. Por un lado han sabido explotar su colaboración con Nintendo o Square Enix con entregas de sagas tan conocidas como Metroid Other M y otras en forma de musous como Hyrule Warriors y Fire Emblem Warriors así como el más reciente Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin. Por el otro, y a parte de seguir explotando las sagas que les dieron a conocer con secuelas y refritos, nos han traído, para el entusiasmo de los aficionados, una nueva saga, Ni-Oh, que es, tal vez, el título al que más nos recordará el presente Wo Long: Fallen Dinasty.

Wo Long: Fallen Dinasty nos pone en la piel de un anónimo guerrero que es encontrado y asistido por un misterioso personaje en mitad de una refriega en una aldea en llamas atacada por los Turbantes Amarillos, liderados por Zhang Jiao. Estamos en el año 184 DC, en la época de Los Tres Reinos, y China está al borde del colapso, llena de demonios y malos espíritus y con la dinastía Han viviendo sus últimos días.

Tras observar la cinemática introductoria, en la que, llegado el momento, veremos en primera persona lo vivido por nuestro héroe anónimo antes de pasar a controlarlo, nos encontraremos en el menú de creación de personaje.

Y no es precisamente un menú simplificado. Podemos escoger detalles como el tipo de piel para el cuerpo, o infinidad de rasgos para la cara como tatuajes, maquillaje, cicatrices, y diversas posiciones, formas y tamaños para cada parte del rostro. Lo mismo ocurre con el pelo, que no solo mostrará peinados y tonos sino que permitirá personalizaciones como, incluso, cambiar la forma solamente de las puntas, convirtiéndose en uno de los menús de creación estética de nuestro personaje más completos que tendremos el placer de utilizar.

Y tras este primer y necesario paso, el juego nos arrojará a la acción sin más prolegómenos, saltándose demasiadas explicaciones o tutoriales condensados al principio. Si bien es cierto que durante los primeros compases del juego, se nos irá guiando, como es habitual, la primera vez que podamos ir accediendo a movimientos o capacidades, esto se hará de forma poco pesada e intrusiva en comparación con otros títulos, dejándonos la opción personal de acceder a un tutorial desde los menús, donde tendremos lo que sería el equivalente a un extenso manual que poder consultar en cualquier momento. También desde el menú de «viaje» podremos acceder a un territorio que haga las veces de tutorial y condense, esta vez si, todo el aprendizaje básico que el juego te desgrana de forma dilatada.

Y es que dichos menús nos mostrarán, ya desde el comienzo, la profundidad del juego que vamos a afrontar con Wo Long: Fallen Dinasty. Si pulsamos el botón correspondiente podremos acceder a multitud de opciones. Y mejor que lo hagamos en un momento de relajación en que estemos seguros, porque esto no pausa el juego, cosa que debemos hacer de forma independiente una vez dentro de dicho menú o seguiremos controlando al personaje con el stick y moviéndonos por el menú con la cruceta.

Por un lado tendremos el menú de equipo, a su vez dividido entre objetos, accesorios, armaduras y armas que, de nuevo, se subdivide entre armas cuerpo a cuerpo y a distancia. Un segundo menú nos mostrará el inventario, que incluye categorías para todo lo anterior y además el material de forja al que sacaremos jugo a buen seguro.

Uno de los menús más detallados será el de «Estado». Ahí nos encontraremos el submenú de parámetros básicos y de combate, donde podremos ver nuestros valores en las cinco virtudes o fases -madera, fuego, tierra, metal y agua- que serán esenciales en el desarrollo de nuestro personaje; las habilidades de combate como ataque, defensa física y espiritual, resistencia, sigilo, suerte, durabilidad del espíritu o de los hechizos… También otros aspectos como la tasa de obtención y consumo de espíritu, el peso del equipo y las habilidades de los elementos. Aparte de los parámetros básicos podremos acceder a ver los efectos positivos o negativos que tengamos activos y si tenemos algún efecto especial como sigilo, daños cuerpo a cuerpo o de espíritu, veneno o consumo de espíritu al desviar.

La siguiente opción nos muestra nuestros títulos en una lista y el resumen de batalla, y una última opción, sin contar la obligada de «Ajustes», nos da acceso a documentos. Aquí es donde está incluido el tutorial, tal como hemos explicado antes. Pero también nos dará acceso a lecturas sobre los iconos de efecto, sean positivos o negativos, el directorio de personajes, un bestiario de bestias divinas y otro de demonios y, por si todo esto fuera poco, una completa enciclopedia del juego.

Toda esta cantidad de opciones puede abrumar al comienzo, pero hará las delicias de los amantes de los juegos con profundidad y los RPGs donde manejar mil y un condicionantes que afecten a nuestro personaje y nos permitan ir moldeándolo a nuestro gusto, no solo estética sino también funcionalmente.

Para ello iremos recogiendo Qi, que usaremos para ir subiendo niveles en cada una de las cinco fases o virtudes antes mencionadas. Cada una tendrá unos efectos concretos que podremos ver antes de aceptar dicha subida y, ojo, que si bien cada nivel que subamos requerirá mayor número de puntos para acceder al siguiente, como es lógico y habitual, esto se hará en un cómputo global. Es decir, no importa que en una virtud estemos en nivel 10 y en otra en nivel 1, el precio para acceder al nivel 11 de la primera será igual al precio para acceder al nivel 2 en la segunda.

Cada cierto número de niveles, se desbloquearán puntos de poder para invertir en el aprendizaje de nuevos hechizos, y se nos darán puntos para todas las virtudes a la vez, de forma que podremos decidir si queremos aprender un hechizo de cierto nivel alcanzado de cada virtud, o alguno de un nivel superior aunque aún no vayamos a poder ser capaces de utilizarlo, o, tal vez, simplemente reservar algunos puntos para el futuro. En todo caso, luego llegará el momento de equipar esos hechizos, y tan solo podremos utilizar cuatro de forma inmediata en combate, así que tocará planificar bien nuestra estrategia pues esto no se puede hacer en cualquier momento.

Para prepararnos, también podremos ir equipando objetos, armaduras y vestimenta o armas cuerpo a cuerpo y a distancia. Podremos, de hecho, llevar con nosotros dos armas equipadas cuerpo a cuerpo e intercambiar la que estamos usando de forma rápida y sencilla, dándole un toque más estratégico pues cada cual tiene sus características y uso. Además, el Team Ninja ha tenido el acierto de que el cambio de arma no se limite a cambiar el objeto en las manos de nuestro protagonista sino que los movimientos y la técnica utilizada variarán para adaptarse a aquello que estemos empuñando en ese momento. Incluso, en un tipo de desvío de ataque especial, utilizaremos un contraataque rápido cambiando al otro arma en el mismo movimiento.

Dichas armas, podremos obtenerlas bien porque las vayamos encontrando y recogiendo a medida que derrotemos a nuestros enemigos, bien desde el menú de compra y venta de objetos al que podremos acceder en los puestos de fortaleza.

A la hora de combatir, cobrarán mucha importancia la moral y el espíritu, que pasamos a comentar a continuación.

En el juego, el uso del espíritu es crucial para tomar ventaja sobre el enemigo. Habrá movimientos ofensivos que, de acertar, nos harán ganar espíritu, y movimientos defensivos como la guarda que nos harán perderlo. Si queremos rechazar un golpe enemigo sin consecuencias negativas habrá que dominar, y esto será crucial para avanzar sin problemas por el juego, la técnica del desvío. Al pulsar el botón correspondiente en el momento justo que vamos a recibir un ataque, no solo neutralizaremos el ataque del enemigo, sino que conseguiremos un aumento de nuestro espíritu a la par que menguamos el de nuestro oponente. Incluso si realiza un ataque imparable, anunciado por el color rojo brillante previo a dicho ataque, esta técnica será efectiva e incluso más demoledora en estos casos, desestabilizándolo y dejándolo a nuestra merced durante unos instantes que podremos realizar un golpe fatal de contraataque.

Dicho espíritu será necesario para poder lanzar hechizos o realizar golpes de artes marciales, que son movimientos muy potentes que pueden romper la guardia de nuestros oponentes, así como para el uso del golpe fuerte, que hará mucho más daño, pero consumirá también parte del espíritu del personaje.

Tendremos también la opción de utilizar el sigilo para acercarnos a nuestros enemigos por la espalda o desde una altura superior y, de no ser detectados, poder realizar ejecuciones o golpes que dejarán gravemente tocada su barra de salud. Estos golpes fatales también podrán realizarse contra enemigos tras haberles dejado su espíritu muy disminuido. De sobrevivir a dicho golpe le habremos bajado el rango de moral de forma severa, lo cual reducirá su poder y, con ello, lo dejará a nuestra merced para rematarlo.

El rango de moral, en nuestro caso, aumenta al vencer a enemigos, sobre todo si dichos enemigos tienen un rango de moral superior al nuestro. Con mayor moral no solo seremos mejores combatiendo sino que, además, podremos obtener mejores artículos de ellos cuando los derrotemos, y podremos acceder a hechizos que requieren un rango de moral alto.

Es por tanto imprescindible el dominar la capacidad de desviar los golpes enemigos. Aunque hay que tener en cuenta que nuestro personaje se dirigirá a desviar el ataque de aquel enemigo que tengamos fijado y, si nos ataca más de uno a la vez, se nos complicará bastante el hacerlo con lo que también es importante dominar el arte de la huida y esquiva para poner distancia y encarar de nuevo.

Y es que en Wo Long: Fallen Dinasty, enfrentarse a más de un enemigo a la vez, acabará casi siempre con nuestro personaje herido por un ataque que no hemos visto venir o no hemos podido desviar, cuando no directamente con la muerte.

En caso de fallecer, volveremos a salir desde el último punto de guardado y con todos los enemigos, de nuevo, en el campo de batalla. Si volvemos y acabamos con aquel que nos había hecho besar el suelo, se os comunicará que hemos llevado a cabo una «Venganza» y recuperaremos los valores perdidos por dicha derrota. Es más, cuando un jugador que nuestra consola detecte en linea, haya muerto en algún lugar del mapa, veremos una bandera con su nombre y otros datos y, si nosotros derrotamos a aquel enemigo que le dio muerte, se nos contará también como venganza y nos otorgará bonificaciones.

Ese respawn de enemigos sucederá no solo si perdemos una vida, sino que cada vez que guardemos partida en uno de los puestos de salvado que hay. Así que si no estamos satisfechos con nuestro avance porque nos han herido más de lo deseable y volvemos atrás para recuperar la vida, veremos como, de nuevo, todos los enemigos que ya habíamos derrotado aparecen de nuevo. Esto, que a priori podría no gustar a todos, nos beneficia en cuanto a la capacidad de farmeo para recopilar puntos de experiencia de forma sencilla repitiendo un área y salvando de nuevo y, así, poder subir unos cuantos niveles y afrontar el próximo enemigo que nos pone a prueba con mayor facilidad. También para poder practicar más antes de afrontar ese enemigo que se nos resiste, pues el territorio de tutorial se limita a mostrarnos los movimientos pero no supone ningún reto para practicar el combate.

Esta recuperación de vida y pociones y la capacidad de salvar nuestro progreso se harán al izar la bandera en las fortalezas. Aquí podremos además acceder a distintas opciones como la de subir nivel, prepararse para la batalla configurando la bestia divina y el conjunto de batalla, aprender y escoger los hechizos como hemos mencionado antes, ver los suministros, viajar de una zona a otra en el mapa, ir a la sala en línea, pedir refuerzos o recibir entregas de objetos y complementos de otros guerreros aliados.

Hemos mencionado ahí las bestias divinas, que son otra opción, una devastadora, de atacar a nuestros enemigos. Se desbloquearán al crear vínculos y, desde ese momento, podremos desencadenar todo su poder para combatir a los enemigos que más se nos resistan. Conocerlas y usarlas sabiamente nos ayudará mucho en nuestro avance por la historia, habiendo algunas como Qin Long que restauran la salud de nuestros compañeros y fortalecerá a todos ellos si están a nuestro alrededor, lo cual será muy útil en las partidas en línea que, aunque es cierto que no son imprescindibles, nos supondrán una ayuda valiosa contra los enemigos más duros.

Y es que, por si se da el improbable caso de que algún lector no sepa lo que implica que un videojuego sea estilo «Souls», Wo Long: Fallen Dinasty no es, precisamente, un juego fácil. No se trata de un beat ‘em up o hack and slash en el cual podamos pelear contra decenas y decenas de enemigos sin apenas recibir un golpe, ni encontraremos objetos que nos restauren la vida a cada paso. Si bien no llega a tener la dificultad que nos puede venir a la mente al pensar en los Souls, pareciéndose más a otras sagas de Team Ninja como es Ni-Oh, tampoco podremos decir que no vaya a presentar un reto. Pero la curva de dificultad no es pronunciada y los controles son muy precisos, ayudando al uso del desvío de ataque, que como ya hemos comentado, es crucial de dominar para poder afrontar este juego.

Visualmente Wo Long: Fallen Dinasty tiene algún aspecto mejorable, y alguna decisión de diseño que podría haberse pensado mejor, pero lo cierto es que el conjunto del juego del Team Ninja luce muy bien en modelados, color o animaciones. Eso si, la elección cromática y el diseño de cada zona hace que, en ocasiones, sea relativamente fácil perderse en el mapa. Entendemos que esta decisión se ha realizado para crear una identidad muy definitoria de cada zona del mapa, pero lo cierto es que en algún momento nos hemos visto dando vueltas desorientados, a lo cual ayuda la falta de un mapa específico, pues solo poseemos una brújula que indica la dirección del enemigo final de la zona.

El sonido es muy bueno, tanto la banda sonora como los FX utilizados. Como curiosidad, Wo Long: Fallen Dinasty incluye, aparte del habitual doblaje al inglés, y la opción del japonés, la de dejarnos escoger el chino, lo cual le da un plus de ambientación junto con la música y el aspecto visual.

Desde el punto de vista técnico Wo Long: Fallen Dinasty se mueve perfectamente. Al abrir el juego, y antes de empezar a jugarlo como tal, se nos permitirá escoger entre dos modos, priorizando la resolución o las imágenes por segundo. Por supuesto, esto también podremos cambiarlo en cualquier momento accediendo al menú respectivo.

Team Ninja tuvo una curiosa iniciativa, al realizar no una sino diversas encuestas con la demo como base. Gracias a ellas ha ido tomando nota y modificando ciertos aspectos del juego. No es que hoy en día sea algo extraño encontrarnos que una desarrolladora está en contacto y escucha directamente a sus potenciales usuarios, pero sí que es menos habitual encontrar este nivel de compromiso con el usuario final por parte de una compañía de este renombre.

En conclusión, Wo Long: Fallen Dinasty nos trae un juego de acción y rol profundo y que requiere dominar su sistema de ataques, magia y desvío de ataques enemigos para exprimir el sistema de espíritu y moral en nuestro beneficio, así como de configurar cuidadosamente el equipo y hechizos utilizados y la evolución de nuestras virtudes. En cuanto a dificultad, sin ser fácil, está muy bien ajustado y es más accesible que otros títulos similares, siendo una experiencia que no llega a frustrar y, a pesar de tener que repetir enfrentamientos, nos ofrece un alto grado de satisfacción y diversión.

 


Este análisis ha sido realizado en Xbox Series X mediante una copia cedida por PLAION