¡Luchando unidos contra lo que ningún héroe puede afrontar en solitario!

En el reino de lo fantástico y lo mitológico, las amenazas y hazañas campan por doquier. Pero ¿Que sucede cuando la amenaza es demasiado grande para esos avatares de la justicia? Entonces, hay que unirse, crear un ¿Comando?¿Una Sociedad?¿Un grupo?¿Una….. Liga? Y es cuando se escucha ese imponente grito rasgando el aire y la tierra:

Porque cuando Steve Rogers llama, cuando América pide ayuda, es cuando llegan Los Vengadores. Para luchar contra el mal encarnado, contra lo peor que le puede pasar al planeta. Un grupo que salva al mundo de la destrucción, para que al día siguiente, nos vuelva a librar de otra nueva amenaza planetaria. Así son Los Héroes más Poderosos de la Tierra, 24/7, hoy se quiebran los planes del Doctor Muerte, mañana los de Terminus, y el finde, a luchar contra Kang el Conquistador.

Pues en 1991, una veterana de los salones recreativos, Data East, pensó que no valía con un simple super. Tal vez el Superman de Taito pueda con la amenaza global de Brainiac; Puede que Batman salve su simple ciudad, vale. Pero cuando las cosas se ponen de verdad serias necesitamos a los héroes reunidos. Y eso hizo DE, juntar al Supergrupo de Marvel ante una amenaza masiva global en múltiples frentes. Y nosotros éramos sus valedores con nuestras monedas de 25 pesetas -nota para los más jóvenes, eran monedas anteriores al euro, y dicha cifra equivale a 0,15 céntimos de los de ahora -, juntándonos en un mueble de cuatro controladores ¡Íbamos a salvar el mundo, y lo íbamos a hacer juntos!

Pues nuestra hazaña digna de Homero comienza con los planes de dominación mundial de Cráneo Rojo. Johann Schmidt ha lanzado su golpe supremo, arropado por gran cantidad de Supervillanos, en diferentes partes del mundo. Lucharemos en las calles de New York para vengar el atraco a un banco; nos enfrentaremos a un gigantesco Centinela que no se ha enterado que su franquicia es La Imposible Patrulla X; nos sumergimos en las profundidades marinas con el auspicio de Namor; y nunca faltará la base secreta-pero-no-tanto del malo, llena de tecnología y trampas. Para ello, cuatro son los Vengadores que se lanzan al ruedo y que podemos manejar: Capitán América, Steve Rogers, leyenda viviente, con sus colores tan duros e imperturbables como su escudo; Iron Man, el empresario Antony Edward Stark enfundado en una armadura ultra-tecnológica que lo convierte en un neo-paladín acorazado; Ojo de Halcón, Clint Burton, artista circense, ágil y con un manejo del arco y las flechas que sonrojaría a Errol Flynn; y La Visión, sintozoide creado artificialmente con capacidades ultraterrenales. Los cuatro en un mueble como el arriba expuesto, o en otro de dos palancas donde elegimos ‘a mano’ a nuestro Vengador, son la única vía para derrumbar los planes del nazi nostálgico. Y otros compañeros como Mercurio, La Avispa o Wonder Man nos echarán una mano ocasional, porque Vengador una vez, Vengador siempre.

Pues en la arena, nos encontramos con un brawler, un yo-contra-el-barrio, solo que esta vez, el barrio es el mundo mismo. La disposición general es de sprites pequeños en amplias zonas de movimiento, un diseño claro no solo para jugar cuatro personas, sino para movernos a base de bien con los saltos y desplazamientos que podemos realizar. Dos botones, salto y ataque, y luego, múltiples maneras de usarlos. La acción se ve lejana frente a otros representantes del género en aras de la claridad del desarrollo multi-personaje. La vida es un número y no una barra o cuadrados, en esa tendencia tan divertida de algunas recreativas como Double Dragon 3 para picar al jugador a meter otra moneda y darle otros cien puntos al personaje. Nuestros protagonistas no tienen grandes diferencias, pero existen igualmente, haciendo que la elección de Vengador no sea algo meramente estético, pero también, que si eres un gruppie de un personaje, no te pene en la jugabilidad tu fanboyismo. Es interesante ver como los cuatro tienen señas de sus respectivos del cómic: el Capitán América lanza su escudo con efecto bumerán; Ojo de Halcón lanza sus flechas y hace gala de su agilidad; Iron Man y La Visión pueden lanzar energía también desde el aire, y el sintozoide hacerse intangible para defenderse, aunque sin solidificar luego el puño – Referenciaaaaaaa-

Los habituales niveles con scroll horizontal, trufados de enemigos que tanto disparan como vuelan, se alternan con fases de…….matamarcianos, o shoot’em up si lo prefieren. No es de extrañar de la compañía que nos brindó el gran Sly Spy. Y así tenemos ocasión de luchar de otras formas contra el mal. Iron Man y La Visión vuelan o se sumergen, y el Capi y Clint lo hacen a través de vehículos que Simón Williams/Hombre Maravilla les proporciona. Justamente esta alternancia de niveles y mecánicas potencia esa experiencia superheróica. Tan pronto peleas mano a mano contra el Mandarín o el Segador -sí, Eric Williams, que su hermano Simón no se atreve con él-, como contra un pedazo de Centinela o luchar contra un Mecha-Pulpo bajo las aguas. Y el elenco de villanos solo amplía esa sensación: Claw y su sonido sólido; el Laser Viviente, el Mandarín, Torbellino, el citado Segador, Juggernaut -algo pequeñito, pero bueno-, Calavera……y ULTRÓN. Aquí se va a por todas, sin duda.

Entramos ya en los aspectos técnicos: cutscenes bien efectivas y comiqueras para introducirnos en el meollo de cada nivel. Sprites pequeños, pero fondos fantásticos, con buenos planos de scroll paralax en las fases shoot’em up. No es solo que luzcan bien, es que en lo primero, está Ayumi Hanimaru, ilustradora con trabajos en juegos como Cosmic Fantasy o Red Alert; y esos fondos embelesantes son obra de Fumie Nibie, que ha puesto sus manos en animes como Dirty Pair, Detective Conan, o Tokyo Ghoul. El aspecto visual está bien cubierto, tras esa primera impresión de ‘muñequitos’ que nos podemos crear en nuestra primera visita a la recreativa. Porque el colorido y diseño de personajes, está muy trabajado para hacerlos no solo reconocibles frente a sus homónimos de las viñetas, sino que se sientan vivos, sumados con detalles visuales como las onomatopeyas por ejemplo.

Y si el dueño del bar o salón no tenía muy alta la música de Los Chichos o Los 40 Principales, diría que todo el mundo gustó y encantó con el trabajo sonoro. Las voces y sonidos podrán ser carne de vídeo-parodia, pero en su momento, fueron otro factor potente para ‘jugar a un tebeo’, pero es que la banda sonora de Tatsuya Kiuchi y Shögo Sakai es simplemente, soberbia. No le podemos pedir menos a dos veteranos de la compañía con maravillas auditivas como Midnight Resistance, Robocop, o Bad Dudes VS Dragon Ninja.

Siempre soy incisivo, tal vez demasiado, con que los productos basados en una licencia te hagan sentir parte de esta. Si, el Aliens de Konami es divertido a matar, pero el parecido con la película es…….Pero si Capcom lo logró con su recreativa reflejada en espejo de los X-men -aumentando el ratio de acción panorámica considerablemente-, Data East nos hizo sentirnos también parte de esos tebeos que tan fácil eran de encontrar y comprar, frente al panorama actual, siendo igualmente un excelente juego para quien solo quiera darse unas hostias y ¡Luchar, luchar, luchar, luchar! Solo o con amigos, aunque el diseño global hace que jugar solo sea perder ‘algo’ sin duda, pero también, hay combates que debemos librar por nosotros mismos.

¡Oh! Y veinte años después no solo no se olvida este juegaco, se produce la conversión recreativa-viñetas ¡Gracias Fraction – Aja!

«no he pulsado la palanca y salto a tiempo, ugggg»