Once largos años han pasado desde que viese la luz Kung Fu Chaos en exclusiva para la primera Xbox y, si por aquel entonces me hubieran dicho cual iba a ser la trayectoria del estudio, por entonces llamado Just Add Monsters, me hubiera sorprendido.

Su nombre actual es mucho más reconocible para el usuario medio, Ninja Theory, que recientemente pasó a engrosar las filas de los estudios first party de Microsoft, y su trayectoria incluye juegos conocidos como Heavenly Sword, Enslaved: Odyssey to the West, DmC: Devil May Cry y el título que nos ocupa: Hellblade: Senua’s Sacrifice.

Y es que cuando se presentó dicho título, algo que llamaba mucho la atención, a parte del propio juego en si, por supuesto, es que fuese desarrollado de forma independiente, con las ventajas e inconvenientes que ello conlleva en un título que pretende tener unos altos valores de producción. Como ventaja, la libertad que te otorga. Como inconveniente evidente, las limitaciones de presupuesto. Y Hellblade: Senua’s Sacrifice es muestra clara de ambas, aunque se podría decir que sale ganando la parte positiva, la libertad de haber podido hacer el juego que querían.

Y es que Hellblade: Senua’s Sacrifice es lineal, y relativamente corto, pero es una experiencia 100% recomendable. Una experiencia que, además, lejos de quedarse en la propuesta inicial, solo ofrecida para los usuarios de Pc y PS4 cuando fue lanzado el 8 de agosto del año anterior, en Ninja Theory han seguido trabajando como hormiguitas en su obra y, al lanzamiento en XBOX One hace unos pocos meses, se suma hoy una sorpresa inesperada, una «VR Edition» compatible con Oculus Rift y HTC Vive que invita a rejugar el título a los que ya lo disfrutaron en su televisor o monitor, y que lo convierte en título obligado para los poseedores de cualquiera de los dos dispositivos de realidad virtual.

Antes de nada, conviene aclarar, que los usuarios que anteriormente adquirieron el juego, recibirán de forma gratuita esta nueva versión. También que, si bien el juego original estaba traducido al castellano y en la ficha de Steam también refleja dicha traducción en su «VR Edition», durante el periodo previo a su lanzamiento hemos accedido a una versión íntegra en inglés.

Lo primero que puede surgir al conocer el paso de este juego a la RV son dudas. Dudas porque no fue concebido, a priori, con la realidad virtual en mente, ni en cuanto a desarrollo jugable ni técnicamente. Dudas porque es un juego en tercera persona y aún hay quien considera que algo como la realidad virtual está asociado a la primera persona. Dudas por ser un juego independiente y además «regala» dicha versión a los poseedores de la anterior, cuando otras grandes han hecho pasar a sus usuarios por caja para obtener la versión RV, apuntando a que tal vez la conversión ha sido rápida y sin mucho trabajo detrás. El presente texto procura despejar todas esas dudas, adelantando que el resultado es sobresaliente.

Lo primero que llama la atención al ponerse las Oculus Rift, dispositivo con el que hemos probado el juego, es ver los menús como si de una pantalla de cine se tratase, recurso al que ya estamos acostumbrados los usuarios de RV. A las opciones básicas y lógicas, se añade además una opción para ajustar los parámetros relativos a la experiencia virtual, que nos permiten adaptar la experiencia a nuestras necesidades.

Una vez comenzamos el juego observamos como nos sumergimos en su ambientación, estamos ahí, subidos a la embarcación de Senua y pudiendo observar con detalle, libremente, cada ángulo y aspecto de la cinemática ingame introductoria. Aunque en algunas cinemáticas sí se utilizará el recurso de mostrarlos como si de una pantalla gigante curva se tratase, para evitar que desviemos nuestra atención, es de agradecer que haya momentos en los que se hayan adaptado permitiendo esta libertad de observar libremente donde queramos. Podemos incluso levantarnos y movernos, ponernos de rodillas y acercar la mirada al agua, al tronco, al suelo o donde queramos. Los subtítulos, de activarlos, se presentan sobre un recuadro negro suavizado enfrente nuestra. Pero, ojo, no se mueven con nuestra cabeza. Esto, por un lado, facilita poder centrar la mirada en una u otra parte del texto cuando son largos, pero al presentarse fijos durante ese lapso de tiempo nos obliga en cierto modo a mantener la vista centrada en ese punto. Aunque es un aspecto configurable en los parámetros específicos del menú respectivo a la realidad virtual.

Una vez terminada esa introducción, y si habéis disfrutado previamente del juego, seguramente tendréis un sentimiento especial al encontraros de pie tras Senua, a su altura. Podéis poneros justo enfrente suya y mirarla a un palmo de la cara, a los ojos, está allí, es real, tanto ella como todo su entorno. La ambientación del juego es muy buena, como ya sabréis todos los que conozcáis el juego previamente, y la RV añade un plus increíble al encontrarte allí «físicamente». Podéis avanzar en una dirección y desviar la vista hacia cualquier parte sin tener que mover la cámara ni cambiar la dirección del personaje, simplemente mirando hacia donde queráis mientras Senua sigue caminando hacia el frente, haciendo el control aún más libre e intuitivo.

Hablando del control, decir que no se trata de un juego escala habitación que requiera de controles por movimiento. Es un juego pensado para jugar con teclado y ratón o pad, sentado en la comodidad del sofá, y la adaptación a la RV lo sigue siendo. Consideramos muy positivo que un juego con esa jugabilidad se haya adaptado, y demuestra que no es necesario realmente que un juego de RV esté 100% pensado para ella y requiera moverse por una estancia para dar una buena experiencia. Muchos juegos, como este, que están pensados para jugar sentados con un pad, podrían verse beneficiados de una adaptación de este tipo. Porque funciona, y funciona de forma excelente. Lo hemos podido probar tanto con un pad de XBOX 360 como con el Steam Controller, y a ambos se adapta perfectamente con los valores de serie.

Dicho lo cual, podéis imaginar que el control es, básicamente, el original que conocíais, tanto para la exploración como el combate. Podemos ponernos de pie, y movernos por nuestra estancia, y la cámara lo hará con nosotros perfectamente. Es más, en ocasiones el juego invita a hacerlo y es una delicia levantarte por tu propio pie y acercarte a curiosear en ciertos rincones, pero la base del juego no lo requiere aunque tienes libertad para ello.

Hay algún cambio necesario en el control, como la recolocación de la cámara en la «posición cero» tras Senua al pulsar el botón «back» o equivalente, que en este caso además reiniciará la altura a la que nos situamos, es decir, estando sentado el juego nos presenta a la altura de Senua, y si nos ponemos de pie estaremos «flotando» por encima de ella. Si nos ponemos de pie y pulsamos «back», veremos como las proporciones se ajustan a nuestro estado, quedando el suelo donde realmente tenemos el suelo y quedando nosotros de pie al lado de Senua. Eso, que parece una tontería, es algo a lo que te acostumbras rápidamente cuando, por necesidad o placer, te levantas del sofá para explorar libremente la estancia por tu propio pie sin mover a Senua.

También hay que tener en cuenta que el movimiento de la cámara con el stick derecho varía y es configurable. Podemos utilizar un giro continuo como es habitual en este tipo de juegos o, si queremos reducir la consabida sensibilidad a los mareos en caso de no estar acostumbrados, realizar saltos de 45º o 30º.

Respecto a los mareos, a pesar de ser un juego con buenas dosis de acción, no hemos notado su aparición. Para lo cual es importante no solo un uso inteligente de la cámara que, como digo, podemos adaptar a nuestras necesidades, sino también una buena cifra de frames por segundo.

Y es que Ninja Theory ya puso de relieve que habían llevado a cabo un exhaustivo trabajo para adaptar el juego e intentar mantener los 90fps constantes, para lo que recomiendan como mínimo una GPU nVidia GTX 1080 o equivalente y, antes de preocuparnos por dichos requisitos, decir que lo hemos probado con un hardware inferior, un i5 2500K de stock, con 32Gb de memoria y una MSI Armor GTX 1070 OC y el juego no solo es perfectamente jugable, sino que lo hace con total fluidez.

Antes de nada, recordar que Oculus adaptó una técnica de interpolación de frames llamada Asincronous SpaceWarp (ASW), similar a la que Sony utiliza en su dispositivo, con la que ya no es necesario mantener los 90fps sino que con 45fps es suficiente para tener una buena experiencia libre de mareos, de forma que si no se mantienen los 90 baja y se bloquea automáticamente a 45 manteniendo la suavidad. Aun así, con el hardware mencionado, se mantenían los 90fps constantes con la configuración gráfica máxima excepto «Resolution Scale» que, en lugar de renderizar a mayor resolución de la de salida la situamos al 100%, es decir, no utilizamos el «supersampling», el postprocesado en alto en lugar de muy alto, y la opción de «Disable LODs» para evitar el popping completamente. En caso de que nos conformemos con los 90fps con excepción de las batallas, que son la parte más exigente, nos bastaba con poner el «Resolution Scale» al 100% y todo lo demás al máximo y activado.

Es decir, en cuanto al rendimiento, Ninja Theory ha realizado un trabajo excelente y, aunque puedan asustar los anunciados requisitos de una nVidia GTX 1080, se refieren, por lo que hemos podido comprobar, a requisitos para jugar con todo al máximo y a 90fps en todo momento. Pero gracias al ASW y jugando con los valores de configuración gráfica es un juego disfrutable en configuraciones bastante más modestas, con texturas bastante borrosas en su configuración gráfica mínima, pero manteniendo la inmersión de verte ahí dentro.

Y a la inmersión ayuda también, y mucho, el apartado sonoro. Quien tuviera un sistema de sonido 5.1 ya ha podido probar en este juego las excelencias del sonido posicional, sobre todo cuando te hablan «las voces» asiduamente. En este caso, cuando te sitúas los auriculares, los sonidos están correctamente posicionados. Las voces internas que te hablan lo hacen desde diversos puntos y, aunque el posicionamiento en ese caso no es absoluto, es decir, si movemos la cabeza la voz se mueve con nosotros, apunta más bien a decisión artística al tratarse de voces internas de la protagonista.

No podemos terminar sin destacar un aspecto curioso dentro de las posibilidades de configuración: la escala. Por defecto el juego se nos presenta en una escala real, donde Senua tiene nuestro tamaño aproximado y el mundo que nos rodea es equivalente al mundo en el que vivimos. Pero, si queremos, podemos variar la escala de forma que el mundo del juego se nos presente como un mundo gigante, siendo Senua enorme a nuestra vista, o todo diminuto, dando la apariencia de estar jugando a un juego de tablero y viendose Senua como un muñeco de acción viviente. Decir que, si bien la primera opción no es práctica más allá de la propia curiosidad, la segunda que comentamos queda artísticamente curioso, dándonos una perspectiva de juegos clásicos de rol con perspectiva isométrica con vista alejada, y resulta ser perfectamente jugable y disfrutable aunque ya no nos da la sensación de estar acompañando tanto a una persona real como de estar realmente jugando a un juego.

Concluyendo, la RV le sienta bien a Hellblade: Senua’s Sacrifice haciendo de esta VR Edition compra obligada para cualquier usuario con Oculus Rift o HTC Vive, tanto si ya jugaron al juego anteriormente como si es la primera vez que lo afrontan. Ninja Theory nos muestra como, un juego tradicional no pensado para RV en su concepción, puede adaptarse perfectamente y mejorar la experiencia aun jugando sentado con un pad, aumentando exponencialmente la inmersión en un título que, ya de por sí, gozaba de un mimo exquisito en su ambientación. Y muestra un camino que bien podría dar mucha vida y horas de disfrute a los usuarios de la incipiente RV, juegos pensados para jugar sentados, con un pad, pero que aún así se ven muy beneficiados de la experiencia de sentirnos dentro de su mundo.

Actualización 31/07/2018: Para la realización del presente análisis se ha accedido, previo al lanzamiento oficial del juego, a una versión íntegra en inglés. No obstante en el mismo momento del lanzamiento está disponible también en español.


Estas impresiones han sido realizadas mediante una copia cedida por Ninja Theory