Estás feliz en tu trabajo, llevas meses inmiscuido en un proyecto interesante, pero un día llega un mensaje fatídico: «No tenemos la licencia, tenemos que abortar el proyecto». Y así es como tenemos aquí en España aeropuertos vacíos, carreteras que no llevan a ninguna parte y urbanizaciones sin terminar. Otra opción es coger todo ese buen trabajo que tienes ya hecho y darle una salida distinta a la que se pensó originalmente. Journey to Silius es tanto otro excelente y un poco olvidado juego de NES, como la reconversión de un proyecto que no pudo ser pero ojalá lo hubiera sido.

Para todo lo que hemos ido trayendo de la consola de 8-bits de Nintendo, poco aparece el nombre de Sunsoft en nuestro Portal. Tal vez porque sus títulos en esta máquina no solo eran de una excelente calidad, sino que siendo tan conocidos puede no ser tan interesante reseñarlos. Aquí la calidad de fábrica se mantiene, pero diría que no tanto el recuerdo, además del asuntillo ese de la licencia que iba a tener.

Esto se parece a…

La imagen de arriba te ha recordado a lo que te ha recordado, aunque la portada de la entrada ya responde también a eso. Efectivamente, Journey to Silius iba a ser un juego basado en la licencia de la primera película de Terminator, pero durante el desarrollo hubo que girar y retocar al no conseguirla. Y no es que pareciera un enorme problema, el juego presumiblemente hubiera inventado todavía más de lo que hicieron con la licencia en SEGA. Pero ojalá hubiera salido con ella, y no la bazofia de bonitos sprites que fue la versión de NES de esa película, de manos de Radical Entertainment y publicada por Mindscape.

A Sunsoft le volvería a pasar algo parecido poco después con Sunman también para NES, que iba a ser un juego de Superman pero este ya quedó inédito. O como un videojuego de Dragon Ball se convirtió en el mítico y recientemente remakeado Alex Kidd. También hay cosas a la inversa, un juego que a saber que iba a ser al que le pegan la licencia tras conseguirla a trancas y barrancas, y ahí tendríamos el Star Wars de Namcot, de nuevo en Famicom, que si este no hubiera salido la humanidad lo hubiera agradecido. Ya volveremos a él en algún momento ya…

Journey to Silius afortunadamente vio la luz, y afortunadamente fue un excelente Run & Gun. Su muy evidente origen e inspiración quedan presentes durante todo el juego, hasta el mismo jefe final, en una historia muy especial.

Estaba claro que esto empezaba como nos contaron en aquella película. Pero el giro de volante hizo que la amenaza y la misión cambiasen totalmente: en el año 0373 del calendario colonial, la humanidad se ha movido fuera de la Tierra por las horribles condiciones de nuestro planeta. Pero un atentado acaba con la vida del padre de Jay, nuestro protagonista con sus parecidillos con Kyle Reese. Resulta que una organización terrorista espacial pretende acabar con las colonias humanas, evitando la expansión de la humanidad. Pues la historia intenta ser muy humanista, pero durante todo el juego nuestros enemigos son máquinas, y como veréis, con diseños evidentes. Hay que entender que el juego estaba muy avanzado cuando Sunsoft perdió la licencia. Y total ¿A quien narices le importa el argumento en estos tiempos y género?

La mano de The Terminator es clara y alargada. En la primera fase ya nos encontramos en un mundo post-apocalíptico en ruinas. El sistema de juego recordaría mucho al de Megaman y Contra, un poco más a la saga del robotillo del Dr. Light. Disparar y saltar, sencillez, desafío, excelente puesta en escena audiovisual, y una dificultad mucho mejor medida que en tantos, demasiados, juegos de NES hubiéramos agradecido. Sunsoft eran sinónimo de calidad.

Una pequeña e interesante particularidad del juego es que adquirimos armas que se alimentan de una barra de energía como en Megaman. En las cuatro primeras fases hay un mid-boss… o quasi-final boss, porque precede justo al jefe final de cada nivel, que al derrotarlo nos proporciona una nueva arma. Ya empezamos con el disparo clásico infinito y la 3-way, que sí consume energía, dando un total de seis armas intercambiables desde el menú. Estas armas son más situacionales que adaptables a lo que nos toca lidiar.

Si en Contra podemos usar cualquier arma para todo, aunque algunas sean más incómodas en según qué momentos, aquí una de las claves de la victoria es usar el arma correcta en los momentos más complicados. No es juicioso ir con un arma que nos guste porque no solo gastaremos su energía, sino que no se adaptará en muchas ocasiones a las amenazas de cada momento.

El arma básica vale para todo y podríamos pasarnos el juego solo con ella, pero la clave para hacer el juego más accesible y estratégico es usar el arma correcta. De hecho, tras obtener cada una, lo mejor es usarla con el jefe final que viene a continuación, vigilando el medidor de energía.

Esto nos lleva a viajar al menú muchas veces, pero lo que se podría perder un poco con ello creo que se gana sobradamente con ese factor estratégico. Los únicos items de todo el juego son para recuperar la barra de energía de las armas y los de recuperación de vida, pero los primeros salen BASTANTE MÁS que los segundos. Journey to Silius es durillo, pero con paciencia se conquista y se disfruta.

Bah, ya hicimos algo parecido en el Batman.

Tan curioso como ver esos trasuntos de The Terminator -la segunda fase son los túneles que usa la resistencia en la película para ocultarse de Skynet, por ejemplo- es pasar de cuatro fases R&G a una quinta de scroll contínuo donde priman los reflejos y el pulso afrontando obstáculos y plataformas, frente a seguir pegando tiros a las latas. Divertido y equilibrado, y otro apartado gráfico de Sunsoft bien resultón y trabajado. Los jefes finales son una burrada visual.

No lo parece, pero este jefe está CHU-PA-DO.

Vale, ahora la plantilla para hacer estos artículos dice que tengo que hablar del apartado sonoro ¿Verdad? Pues… puedo volver a reseñar el nombre del artista, Naoki Kodaka, legendario en la compañía y maestro musical, que no del chiptune, ya que trabajaba componiendo y luego los currelas convertían su arte a música consolera. Puedo hablar de como me parece una de las tres mejores bandas sonoras que jamás he escuchado en NES, puedo loar la calidad de las piezas y como los FX son bonitos. Pero, eso no valdría un pimiento. Es mejor que seáis proactivos y lo comprobéis vosotros ¿Vale?

Porque si leéis esto dentro de un año, cinco, diez, o cuando las sondas de la humanidad lancen la información digital recopilada en la Tierra, el canal de Niko debería seguir adelante. Repito, una de las tres mejores bandas sonoras de cualquier juego de NES que haya escuchado. Y no la pongo en el oro del podio por los esperables temas personales.

Journey to Silius fue un juego excelente, y lo sigue siendo hoy día. Cosas como Biolab Wars comen y beben de él. Si somos tan ladinos de poner la lente actual en él, yo lo he hecho, nos contrastará ver semejante diseño visual y jefes sin la tralla y proyectiles que esperaríamos, el neo-retro nos ha enseñado a pedir lo que no había en su momento. Pero este es de esos juegos que los tres-cuatro seguidores de esta sección tienen, merecen ¡DEBEN! Probar por ellos mismos. Porque sigue siendo genial, o pasad de él y le dais a la recopilación musical. En cualquier caso, os merecerá siempre la pena.

Así debería haber terminado la película original ¡Maldito James Cameron!