El nombre de Might & Magic es un conocido longevo para los amantes de los videojuegos de fantasía medieval y rol. La subsaga Heroes surgida de este universo y con vertiente estratégica también lleva buen tiempo con nosotros, y ahora toca darle paso a otra entrega lanzada para terminales móviles y precedida de buen éxito en el mercado asiático. Reinos en caos, magia y leyenda, y hexágonos, entre otras cosas. Vamos a ver que nos trae la Era del Caos.

Pero la paz nunca es duradera en los juegos de fantasía ¿Verdad?

Como breve introducción, Might & Magic es una saga de juegos de rol de temática fantástico-medieval -aunque hay cosejas sci-fi en algunos títulos…..-, en primera persona. Y a través de esta franquicia han surgido otras como Dark Messiah of Might & Magic o Heroes, con diferentes sistemas de juego, manteniendo esa ambientación de fantasía y magia. Ubisoft compró los derechos y lleva varios lustros lanzando juegos con este nombre bajo su ala. En el caso que nos ocupa ahora, la saga Heroes está centrada en la estrategia con manejo de diferentes protagonistas y unidades, en combates y batallas, con manejo y posicionamiento de distancias. Y este es el camino que sigue este juego.

Era of Chaos fue lanzado en 2017 primero en el mercado asiático, donde ha conseguido un buen éxito, y ahora toca ver como funciona en occidente. La historia es totalmente arquetípica pero funcional y adecuada: un reino próspero que se va a porra, la hija de los monarcas que veis más arriba como heroína para restaurar el reino, y otras facciones y héroes con su propia historia y capítulos. No es solo que no sea especialmente importante el argumento, es que el juego tiene mucho, muchísimo contenido fuera de la historia principal. Y además, en el momento que sale este artículo publicado todavía tienen que seguir saliendo más tierras y escenarios de la misma. Va a ser un juego bastante extenso, cuando actualmente, ya tiene cantidad de contenido para pasar largas horas.

Los hechizos de la zona baja de la derecha son lo único que podremos hacer en plena batalla.

Y aunque la jugabilidad es muy estratégica a la hora de presentar multitud de parámetros y opciones, el hecho de ser un juego para móviles hace que gastemos más tiempo con los omnipresentes regalos, premios, desbloqueables, barras de objetivos y similares. Lo que debería ser el grueso del juego son las batallas donde el nivel del héroe que comande a nuestro ejército, determina el número de tipos de unidad distintas a desplegar en un tablero, con buenas particularidades de cada unidad que además pueden ser potenciados de diferentes formas. Pero cuando las batalla tienen como tiempo límite tres minutos, y lo normal es revolverlas en menos de uno -que con la opción de acelerar la acción es todavía más rápido-, sumado a que en las mismas no tomamos decisiones salvo soltar algunos hechizos, ya nos hacemos una idea de que esto seguirá siendo otro f2p de recopilar recursos y juguetear con las recompensas y misiones.

Se puede pasar más tiempo posicionando y calculando que en las batallas en si…

En realidad es lo suyo, y ya digo que el juego está trufado de contenido que no se presenta todo de golpe, sino que va desbloqueándose a medida que subamos de nivel, ya que la experiencia y la puntuación de Poder es compartida en todos los modos de juego, así como las unidades que vayamos consiguiendo. Queda raro y curioso combinar caballeros leales al reino con goblins montados en lobos y diablesas con toque erótico-festivo, comandados por un pirata o un señor demoníaco, pero así funciona esto, y posibilita todo tipo de combinaciones y experimentación.

Así, con ese ejército creciente que vamos consiguiendo de todo tipo de maneras -si, se pueden conseguir nuevas unidades simplemente abriendo cofres, con moneda del juego o real-, podemos resolver la historia con diferentes héroes y puntos de vista, hacer búsquedas de mapas de tesoros, criptas subterráneas llenas de peligros y botín, unirnos a un gremio y cumplir misiones y mejorar su nivel, o el inevitable y necesario PVP, con batallas globales donde puedes luchar sin importar la diferencia de nivel, o las igualadas, donde si merece la pena detenerse en tocar los parámetros estratégicos del juego.

Mapa y misiones exclusivas de los gremios, con movimiento y exploración por unidades hexagonales.

El componente social es alto en el juego, con el clásico chat enlazado a discord, pero en el PVP también se permite la conversación e interacción, y el gremio ofrece todo tipo de interacción y colaboración entre jugadores de forma no verbal. Y apertura de cada vez más posibles en la Ciudad central ofrece una enorme sensación de conexión y contenido, la verdad es que comprendo que este juego haya calado entre la gente. A mi no me parece que sea especialmente diferente de los cientos de juegos de móviles de corte fantástico, pero es inevitable reconocer que tiene mucho más contenido, opciones y posibles que el típico juego clónico de compañía pequeña.

Lo que pasa es que me es totalmente inevitable pensar que estoy frente a una máquina tragaperras. No hablo de la monetización y el negocio, eso es totalmente normal y cada cual acepta cada f2p en función de sus gustos y el estilo de lo que quiere jugar. No, el problema -porque así lo considero- es que el juego tiene un sistema de recompensas que parece que te premia solo por respirar, es que cada dos por tres te dan algo, con poderosos reclamos visuales y sonoros al recibir hasta un triste cacho de madera, la sensación es estar ante un pachinko. Abres sesión y te puedes pasar largos minutos aceptando y abriendo regalos, con todo tipo de estímulos y avisos. Ganas algún combate PVP o avanzas un poco en la historia, y te siguen saliendo premios, que encima, si consigues muchos, se abren otros más asociados, con más música y florituras visuales. Insisto, las batallas no llegan muchas veces ni a los treinta segundos, de hecho, un requisito para conseguir más premios es terminarlas en menos de un minuto. Por este punto, no me extraña tampoco que se haya enganchado la gente en otros mercados.

La Ciudad, el centro neurálogico del juego, abarrotado de opciones, avisos y formas de generar miles de recompensas.

El juego ofrece un estilo visual y sonoro cuidado, aunque bastante genérico. No es que sus escenarios, personajes, arquitectura, situaciones o banda sonora vayan a permanecer en nuestras cabezas, frente a miles de mundos de fantasía de corte similar, sino también faltos de más diferenciación. Pero también es verdad que la calidad audiovisual es bastante buena y cumplidora. La música suena genial, hay una producción muy cuidada que ya digo destaca poderosamente a este juego frente a producciones y compañías más modestas. Que se note que un gigante como Ubisoft está metida en esto.

Una fase de asedio, con cantidades ingentes de tropas y efectos gráficos.

Y voy a aprovechar este nuevo párrafo para hacerle una petición a Ubisoft. Por favor Ubi, por favor ¿Podríais hacer la letra todavía más pequeña en vuestros siguientes títulos destinados a plataformas móviles? Os juro que es totalmente increíble como con mi móvil de 6,3 pulgadas me cuesta dios y ayuda ver muchos textos y mensajes en pantalla. Tocar para mejorar una habilidad o usar un item y que te salga un mensaje totalmente raquítico que no sepas de qué demonios te informa, o el tamaño del chat, o las indicaciones y pistas, o los textos de las conversaciones entre personajes, o ese PNJ que ves en el mapa y te pide un objetivo que no puedes leer. No sé si es porque esperan que esto triunfe más en tablets  que en móviles pero os juro que ha sido un puñetero horror. Si mi móvil casi no me cabe en la mano y me pasa esto, no me quiero imaginar quien tenga terminales de 5,5 o menores. Pedidle a alguien una lupa de Game Boy o decidle a algún coleccionista de sellos que os preste una. Si creéis que exagero, intentad ved la siguiente foto de esta entrada directamente desde el móvil…

Y ni es de los textos más pequeños que tiene el juego, madre mía…

En fin, he pasado horas de entretenimiento, aunque falto de profundidad pero repleto de contenido que ya digo, encima se seguirá ampliando en el futuro, permitiendo mucho juego diario gratuito, muy de agradecer. Es una pena que el horrible tamaño de los textos me haya impedido profundizar más en su sistema de juego, sencillamente, por no poder leer o tener la paciencia de ver sus numerosos mensajes, consejos y conversaciones. Mi óptico, sin embargo, le sube varios puntos al global del juego.

«Tranquilos, soldados, que podéis de sobras con ese montón de gravilla»

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Big Games Machine