Hace ya unas décadas que Peter Molyneux nos deleitó con Populous, juego que allá por 1990 surgió para Amiga y Atari ST y publicado por Electronic Arts, creando unas mecánicas muy particulares. Un título que ganó el título a mejor juego de ese año. El género ha ido avanzando y muchas han sido las creaciones que han surgido dentro del género «God Game». The universimGodhood son dos de los títulos más recientes dentro de esta materia, donde tomamos el rol de una deidad que debe ayudar a progresar a la humanidad desde la edad de piedra, antes de que existiera el fuego. 

Está vez, estamos hablando de WorldBox, un título en Acceso anticipado -Por lo que es posible que el juego reciba contenido después de este análisis- que poco tiene que envidiarles, y es que Maxim Karpenko, no es la primera vez que indaga dentro de este género. WorldBox fue creado en 2012 principalmente para PC, aunque más tarde salió en android e ios. El juego tuvo tanta difusión que su creador este mes decidió sacar su nueva versión del título, WorldBox – God Simulator. Un título que llega en primicia en versión EA a Steam por 19.99€. 

Jugando a ser DIOS 

Nuestra aventura no comenzará eligiendo al primer hombre y la primera mujer, esta vez nos dará la bienvenida el «Oso del tutorial» llamado así por enseñarlos las  mecánicas básicas del juego. Con WASD o las flechas nos moveremos, con la rueda de deslizamiento de nuestro ratón controlaremos el zoom y con la numeración podremos alternar entre distintos poderes, dicho esto, todo comenzará creando nuestro primer mundo. Elegiremos el tamaño de este, encontrando 8 tipos de mundo: Minúsculo,pequeño, estándar,  grande, enorme, gigantesco, titánico e iceberg. El tamaño influirá en el rendimiento del juego, por otra parte, también deberemos elegir el número de islas, formas y nivel del agua de nuestro mundo. Además, se podrá también crear el mundo desde cero y expandir así nuestra imaginación.

Datos del mundo con el que se ha testeado esta build del simulador.

El juego nos permite crear 24 mundos y cada uno puede sobreescribirse solo unas 5 veces, mecánica que fue añadida por la cantidad de mundos que acabaron en la basura.

Las mecánicas de este simulador de dios son simples, el juego busca ser un juego casual de estrategia no muy profunda. Dicho esto, encontraremos un cajetín con 6 categorías, la inicial nos ofrecerá las opciones generales de nuestro mundo, opción para pausar el tiempo, aumentar la velocidad, ver las estadísticas de nuestro mundo, definir leyes -mecánica heredada de Crusaders King pero mucho más simple- o la posibilidad de mediante una cronología ver todos los sucesos posibles de nuestro mundo.

Un mundo sin leyes sería un descontrol.

Los npcs, serán capaces de firmar tratados de paz, crear revoluciones etc… Se trata de un sistema muy limitado pero la mar de divertido, esperamos que vaya aumentando sus opciones y permitiendo añadir más leyes. 

Tras este cajetín inicial, le seguirán otras seis categorías

La primera nos permitirá dar forma a nuestro mundo, poner agua, tierra, arena o montañas.  o incluso podremos destruir elementos. Este apartado es el más sencillo pero la gente ha hecho verdaderas obras de arte a pesar de sus pocas herramientas.

Progreso cultural.

La segunda de estas categorías irá relacionada con la capa de civilizaciones pudiendo tomar desde relaciones diplomáticas a observar los reinos, pueblos y culturas. El sistema de culturas es simple, los npcs irán aprendiendo y poco a poco conseguirán nuevos conocimientos particulares y personales, estos últimos dependen del tipo de civilización, por lo general tienen cinco o seis huecos de expansión. Hay más opciones pero a día de hoy no están implementadas.

La tercera categoría con 58 tipos está orientada a la generación de animales, criaturas y monstruos. Encontramos 4 clases de npcs: Humanos, elfos, enanos y orcos, todos tendrán la capacidad de crear civilizaciones pero esto no será todo, animales para producir ganadería o criaturas como dragones que irán destruyendo nuestro mundo y poniendo más dificultad a nuestros minions también podrán ser encontrados aquí. Aún así podremos llenar el mundo de animales para generar una próspera civilización pero los seres no tienen la capacidad de administrarlos y generalmente acaban aniquilando la gran mayoría.

La cuarta categoría con 31 tipos está orientada a la generación de naturaleza y desastres naturales. Podremos cambiar la temperatura de una región, crear tornados, relámpagos, biomas o incluso lanzar nubes ácidas. Algo que me ha molestado ligeramente es que si dejas a la ia progresar sola y activas los desastres naturales en la hoja de leyes, solo encontraremos algún que otro tornado, terremoto y relámpagos, una categoría que no aprovecha mucho la ia.

La quinta está orientada a destruir nuestro mundo, pondrán a nuestro alcance 17 tipos de poderes destructivos, desde bombas nucleares a Santa Robot -Un híbrido Papa Noel-robot que va sondeando el mapa tirando regalos-bomba desde su trineo-.

Crabzila power!

La sexta y última categoría con 28 opciones nos permite desde crear de manera procedural islas o terrenos, dotar a nuestras criaturas de bendiciones o soltar a Crabzilla un cangrejo gigante que destruirá el mundo. Un popurrí de opciones de las más diversas, aún asi algunas de estas opciones las pueden adquirir los npcs de forma autónoma con el paso del tiempo y la experiencia.

Por último, si esto parece poco, el juego cuenta con Steam Workshop por lo que podremos descargar miles de mapas de su extensa comunidad.

En el apartado visual, no destaca mucho, el juego ofrece un pixel art simple con una gama de colores muy cálidos. En cuanto a lo sonoro, algunos sonidos los realiza el propio Maxim con su boca mientras que otros elementos carecen de esta función, algo que supongo irá actualizando con el paso del tiempo. Decir además que el título está traducido a 27 idiomas entre los que se encuentra el castellano.

Una seta del tal Super Mario.

En conclusión, puede que WordBox – God Simulator no sea el simulador de dios definitivo por ahora por sus carencias actuales, pero este acceso anticipado, ha sido una grata sorpresa por su capacidad destructiva, siendo uno de los juegos que más explota dicha característica. Si algo estoy seguro, es que dicho título nos entretendrá durante horas, a mi parecer su precio es algo excesivo inicialmente y posee pocos logros pero puede ser un juego más que recomendable dentro del género.

Crabzila el destructor, asoló la civilización.

 


Este artículo ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por The Indie Bros.