Hay veces que nos encontramos frente a un juego que no esperamos que nos sorprenda. He de admitir que los juegos de construcción de ciudades no son mi género preferido y que por mucho que me guste Lovecraft, no sabía que esperar de este Workshippers of Cthulhuque acaba de ser lanzado en Steam en formato de Acceso Anticipado. Creo que no estaba tan enganchado a un juego de este estilo, desde aquellos lejanos 90 en los que gestionaba un parque de atracciones. Al fin y al cabo no difiere mucho gestionar un parque que un culto, en ambos la gente se divierten, crean problemas, te piden cosas… casi mejor que le doy a «omitir intro» y me centro en lo que habéis venido a leer qué tal está este Workshippers of Cthulhu.
Si tras esa intro un tanto cuestionable sigues aquí, asumo que es porque te interesa el juego, así que asumiré que estás familiarizado con el imaginario del escritor de Providence. El juego comienza dejándote en una isla dónde parece estar asentado el mismísimo Cthulhu -he perdido la cuenta de las veces que he copiado el nombre- y tú como Sumo Sacerdote del culto en su honor, tienes que contentarlo. Pero no va a ser tarea fácil, puesto que tendrás que reclutar fieles, tenerlos contentos y hacer que estos trabajen para ti.
En primer lugar hay que construir un hogar para los fieles que tendremos al inicio y los que vayan llegando posteriormente. Para ello hay que construirles una casa e ir vigilando periódicamente sus necesidades, ya que de estas dependerá la Fe que producirán los adeptos. Pero en este culto nada es gratis, aparte de producir fe tendrás que trabajar para el culto. De nosotros depende la eficiencia de los adeptos ya que cada uno preferirá una tarea u otra.
Al principio no tenemos mucho dónde elegir, solo puedas construir un aserradero y una fábrica para procesar madera, según vayas avanzando podrás ponerlos a trabajar en edificios más diversos. Pero acuérdate de unir los edificios mediante caminos, ya que es importante que todos estén comunicados. Una vez tengas clara la distribución y vayas avanzando podrás construir una sastrería de túnicas, una granja de ovejas, una plantación de maíz, un recolector de almejas. Aunque siempre está la opción de mandarlos a trabajar a el siempre confiable drenador de sangre.
La sangre es importante, porque se usa para invocar aberraciones con la que surcar los mares. En estos mares te encontrarás barcos que te atacarán nada más verte y es muy probable que acaben con tu criatura. Así que más te vale estar bien provisto de materia. Ya que aparte de sangre, te pedirá sacrificar un par de fieles, lo cual nos lleva a otra parte. También es posible atacar asentamientos de personas que no son leales a nuestra deidad y una vez arrasemos con todo ello, los volvamos unos fieles devotos de nuestro dios cósmico tentacular. Porque todo aquel que no adore a Cthulhu merece ser «convertido» ya que para eso están los centros de reeducación, para convertir a los demás en fieles devotos de nuestro Dios.
De vez en cuando vendrán oleadas nuevas de fieles y tendrás que construir más casas, reorganizar el espacio de trabajo y asegurarte que todos produzcan fe suficiente. He hablado demasiadas veces de la fe, va siendo hora de explicarlo. La fe es la moneda principal del juego. con ella podemos construir nuevos edificios y hacer rituales, para que ellos produzcan la fe necesaria en la que poder hacer que todo funcione. Así que tocará estar vigilando sus necesidades.
De vez en cuando habrá que acudir al edificio central ya que habrá que tomar decisiones sobre algún suceso en particular que esté ocurriendo. Según la decisión la fe subirá o bajará y obtendremos o perderemos algún material, La experiencia de mi partida me ha mostrado que cuánto más cruel seamos, mejores resultados obtendremos al decidir. También está la opción de «marcar» a los fieles, es una opción bastante interesante si necesitamos alguien trabajando en el aserradero y él quiere trabajar en el recolector de almejas. Lo marcamos en el ritual correspondiente el cuál tenemos un libro de marcas para saber en todo momento lo que hay que hacer y ya tendremos un fiel devoto para trabajar en dónde nos hace falta.
Me he centrado en hablar de las mecánicas del juego pero me dejo lo más importante: Podemos hacer sacrificios a nuestro Dios Primigenio preferido. A cambio, porque no destruir el mundo no es suficiente para nosotros unos humanos crueles y egoístas, el nos ofrecerá favores que podremos utilizar para desbloquear nuevos edificios, pero eso es solo al principio porque llegará un punto en el que su paciencia se pondrá a prueba y nos saldrá un medidor. No voy a arruinar la sorpresa, pero creedme que no queréis ver lo que ocurre si agotamos la paciencia. Las deidades cósmicas no son características por su benevolencia después de todo.
Los edificios se pueden ir mejorando para albergar más fieles a la hora de trabajar y producir más materiales. La formula para mejorarlos es la ya conocida en otros juegos del mismo estilo. De momento hay tres niveles de mejora, lo cuál viene bastante bien teniendo en cuenta que tenemos un espacio bastante limitado al estar en una isla. Toda mejora para albergar más fieles y poder ser más productivo es bienvenida. Lo agradeceréis cuando tengáis falta de espacio.
Workshippers of Cthulhu es un juego más del género de construcción de ciudades, pero este al menos cuenta con temática Lovecraftiana que le encantará a los fans del escritor. Nos enfrentamos a alguna deidad conocida, tenemos contento al Dios titular y vamos expandiendo su palabra por el mundo ¿Qué más se puede pedir para la futura versión 1.0 del juego? Yo personalmente un par de cosas:
La cantidad de texto que tienen el tutorial es inmenso, frenando el ritmo del gameplay al principio. Si, te lo puedes saltar, pero luego no sabrías cómo colocar algo. Así que no lo recomiendo. Hubiera preferido algo más orgánico, pero la ventaja es que una vez te aprendas las mecánicas, si quieres empezar de cero puedes ir saltándotelos. ¿Por qué querrías empezar de cero? Pues en vuestro caso no sé, pero yo a la hora de jugarlo, he tenido problemas con mis archivos de guardado y he tenido que empezar un par de veces la partida de cero, tras un parche no me ha vuelto a pasar, pero mejor que lo tengáis presente. Ahí es cuando agradecí que el juego te diera la opción. No es algo que se repita con asiduidad, pero mejor comentar mi experiencia para que esté presente a la hora de quien quiera decidirse a probar el titulo.
Refleja bastante bien los mitos Lovecraftianos, así que si eres fan de este mundo tan fascinante -yo no voy a ocultar que el imaginario de Lovecraft me encanta, pero tampoco he querido ponerme muy técnico porque estoy escribiendo sobre un juego, no sobre la obra del escritor- te encantará. Si eres conocedor de su obra, disfrutarás de muchas referencias y detalles, aunque si no conoces nada del universo probablemente no entiendas la mitad de las cosas. De todas formas no es un mal juego y quién sabe, si te gusta el género, a lo mejor acabas descubriendo que la obra de Lovecraft puede interesarte gracias a este simulador de asentamientos, el que como podéis ver en la imagen de abajo, tiene edificios para desbloquear hasta el hartazgo. Todos hemos soñado alguna vez con ser un cultista malvado y ahora gracias a este juego, no es necesario acudir a la llamada de Cthulhu en Dungeons & Dragons para ello.