Nuestro cerebro funciona a dos niveles: el consciente y el inconsciente. Nuestro consciente es la parte que hace que tomemos decisiones, que reaccionemos al mundo, que elijamos…….Pero este ‘ejecutable’ viene marcado por el ‘software’ creado por nuestro inconsciente. No siempre es agradable examinar nuestra programación, y eso es lo que nos propone Repressed, caminar por los caminos del castillo de nuestra mente en busca de respuestas a cosas que están enterradas en él.

«Una sombra eterna en un mundo de luces»

Repressed es un juego-experiencia, algo que aquí en 33bits siempre cae bien. Y un juego en el que el término walking simulator tiene una nueva vertiente por nuestra particular condición: una sombra proyectada sobre superficies luminosas, y la forma en la que interactuamos con el mundo, resolvemos obstáculos, o el simple caminar, está ceñido a esta condición.

Estamos ante la carta de presentación para el público de los polacos Sigur Studio, cuyos anteriores trabajos han sido en plataformas móviles, y publicado por la editora ARP Games situada en Cieszyn. Y se nota la ilusión puesta en el título: estamos en una extraña sesión de terapia a cargo de la doctora Linda Young, y tenemos que recorrer los extraños caminos y parajes creados por nuestra propia mente, mientras nuestra terapeuta -la única voz presente en todo el juego- evalúa lo que estamos viendo, lo que encontramos, lo que tenemos que afrontar capa tras capa, nivel tras nivel.

Somo una sombra, y las sombras solo existen cuando hay luz. Estamos literalmente ‘pegados’ al suelo, y nos proyectamos en las superficies donde haya luz, debiendo evitar justamente las zonas sombreadas durante nuestro periplo. La mera forma de movernos ya es curiosa, porque a priori puede parecer otro control en tercera persona con cámara libre, pero el hecho de estar proyectados hace que debamos cambiar un poco nuestra forma de pensar en nosotros.

¿Que soy?¿Llegaré a saberlo?

Al caminar, es bastante fácil en los primeros compases no tener consciencia de nuestra falta de volumen, haciendo que caigamos fácilmente por todo tipo de recovecos sombreados. Caer en las sombras no nos mata, no hay muerte o derrota en este juego, solo empezar en un punto más o menos cercano, más o menos determinado. Debemos caminar por las superficies iluminadas, y usar nuestra particular condición tanto para movernos entre niveles distintos, como para generar dicho terreno iluminado a través de mecanismos y botones . Podemos bajar a un nivel inferior dejándonos caer a una zona iluminada, o activar botones fuera de nuestro alcance con nuestra sombra, así como subir por superficies inclinadas, pero no en ángulo de 90º, por ejemplo.

La verdad es que este título tiene un toque fascinante. Su minimalista apartado gráfico, junto a su peculiar propuesta llaman la atención, sin duda. Y como no, una historia como la que promete el título nos va a llevar a un mundo de recuerdos sujetos……reprimidos….de cosas cada vez más profundas, cosas que ¿Queremos saberlas de verdad? Nuestra doctora dice que si, que es necesario. El apartado sonoro recurre a una atmósfera angustiante y extraña, junto a la inquietante y especial música de Bogdan Mizerski

Una cama vacía, una maleta hecha para partir cuanto antes, no va a ser fácil esto…….

Durante nuestro caminar, iremos recorriendo niveles de nuestra consciencia, con instantáneas destacadas junto a otras opcionales que se almacenarán en el apartado «Castillo de la Memoria», y podrán ser visitadas desde el menú principal del juego. Estos objetivos secundarios no solo da más variedad y objetivos al juego, sino que tienen una importante función argumental, especialmente si encontramos los 19 recuerdos totales. Los sencillos puzles incluyen mover las sombras del escenario para crear caminos, mover bloques o activar botones. Y la duración no es especialmente larga, aunque si buscamos descubrir todo el argumento a través de los coleccionables, se incrementará un poco más. Faltan referencias a los coleccionables que nos quedan en cada capítulo de los cuatro, aunque no es tampoco un reto especialmente pronunciado.

Dentro de lo que es esta clase de juegos de largo caminar y generar emociones, Repressed me da dado momentos de cal y arena, más cal que arena, afortunadamente. Por el lado de las mecánicas de juego, es tan curioso como cabreante caminar asumiendo nuestra condición de sombras, haciendo importantísimo vigilar nuestros simples pies. Caernos muchas veces ante zonas de suelo estrechas de luz no gusta, pero es también una forma de interiorizar lo particular de nuestra condición jugable, pero creo que no se le saca todo el partido a esto. Vemos buenas ideas que con un poco más de trabajo podrían ser aún mejores. Y los puzles no siempre están bien resueltos, obligándolos en alguno a ir y venir a ver si hemos movido bien las sombras y luces, frente a ofrecer ideas más satisfactorias.

Sobre la historia me pongo aún más personal. Es interesante, con la necesaria enjundia a la hora de narrar una trama construida a golpe de recuerdos cada vez más complejos, separados por niveles cada vez más profundos. Pero lo cierto es que cuando te embarcas en un argumento sobre emociones, confusión y, claro está, recuerdos reprimidos, creo que ya vas bastante en guardia, te puedes esperar casi cualquier cosa, y no he logrado sorprenderme, pero le reconozco su justo mérito y valor ¿Quien sabe? Quizás estoy cada vez más de vuelta de todo a mis años y no es fácil impresionarme.

Pues con un buen sabor de boca, que en algún momento se ha llenado de juramentos ante esas sombras que tantas meces se me han tragado, creo que el debut para el mundo de Sigur Studio ha merecido bien la pena, y me deja interesado en ver qué más pueden conseguir y cuanto pueden seguir creciendo. De momento, tienen una base muy competente en donde apoyarse.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por PR Outreach