Kingdom es una de esas sagas simples y adictivas, en la que en cada entrega se innova un poquito. Los chicos de Fury Studios en entregas anteriores nos ponían en la piel de un gobernante que buscaba gestionar y ampliar su reinado mientras defendía a su pueblo. La idea no ha cambiado, aunque sí su temática, en Kingdom Eighties como bien dice su nombre, somos trasladados a la época dorada de los 80, donde los pixeles y las melodías electrónicas reinaban en el mundo de los videojuegos. El jugador debe defender su ciudad del ataque de los ávidos. Desde 33bits, lo hemos finalizado y os contamos las diversas características que hacen de Kingdom Eighties, disponible ahora en  PC, y próximamente en Xbox Series S/X, Nintendo Switch y PlayStation 5, una experiencia única y cautivadora para los amantes del subgénero.

Pero antes de comenzar, un consejo: Si ya has jugado la saga Kingdom con antelación, te recomiendo que comiences el juego en difícil, su modo fácil y normal están pensados para gente que busca Kingdom Eighties como un título para iniciarse en la laureada saga de Raw Studios.

Volviendo del campamento.

Antes de nada para poneros en contexto, hablaré sobre la historia, en este caso la aventura comenzará en el campamento de verano. Tomaremos el papel de Líder -sé lo que pensáis, realmente se llama así-, un joven monitor que cuenta con amigos y tendrá que defender a la ciudad y su familia del ataque de los ávidos. Quizás esta premisa os suene, pues es la que encontramos prácticamente tras Stranger Things, la famosa serie de Netflix, donde un grupo de niños, deben salvar la ciudad de Hopkins de la amenaza del Demogorgon. He de decir que esta vez encontramos una historia y por primera vez se divide por capítulos, algo que me ha hecho encontrar incluso más parecido con la serie del gigante estadounidense. 

En Kingdom Eighties, el primer capítulo sirve de extenso tutorial donde aprendemos entre otras cosas, a usar nuestras monedas para mejorar nuestra base, que en el caso del primer capítulo es un campamento veraniego. Además de ser utilizadas para mejorar, las monedas también se utilizan para captar niños del vecindario, que después de ser reclutados pueden ser asignados como soldados o constructores, básicamente mantiene la esencia original de la saga donde la gestión de recursos y la planificación en defensa son claves para la victoria, además añade una serie de misiones para darle sentido a la trama. 

  • Los soldados, serán la primera línea en el frente contra los ávidos. Por el día, estos se encargan de buscar presas que cazar y así conseguir alguna que otra moneda extra. Mientras que por la noche, estos serán los encargados de defender la base frente a las tropas de los ávidos, como ocurría en entregas anteriores estos podían ser soldados a melee o a distancia. En este caso se trata de niños con espadas y arcos.
  • Los constructores en cambio, son los encargados de la expansión y la fortificación de nuestra base, los enviaremos a talar árboles y construir y mejorar barricadas. Pero esto no es todo, cuando no están currando estarán realizando actividades como jugar a videojuegos, reciclar o incluso vender limonada, hasta tomar una zona, no podrán hacer esas actividades pero cuando las hagan, generarán un pequeño aporte económico. 

Mi gozo en un pozo, no cabe más oro en mi bolsa.

Las monedas como ves son importantes, si las perdemos, nuestra partida puede llegar a su fin, ya que la mecánica en Kingdom es exactamente igual que entregas anteriores y si perdemos todo el oro, podríamos perder la corona de creación, suponiendo el final de la partida. Ese toque arcade, hace de Kingdom una saga muy adictiva. 

Con estás además podemos adquirir las distintas monturas, hay cientos de estas y muchas son temáticas aunque cada montura es totalmente diferente y tiene un coste, no diré mucho pero diré que encontramos monturas de 2 y 4 ruedas. Yo disfruté mucho usando una bicicleta de montaña, aunque nuestro personaje cada poco tiempo se fatigaba y tenía que hacer un pequeño parón para recuperar energía. Encontrar mejores monturas es vital ya que llegar de una punta a otra puede ser realmente tedioso conforme avanzamos. El triciclo militar, es mi favorito, no es tan rápido, pero ayudará a combatir a los ávidos con su ráfaga de disparos. 

Pero aún hay más, como dije anteriormente, Líder no está solo  ya que cuenta con la ayuda de amigos. Ya en el primer capítulo donde debemos recuperar nuestra canoa, tenemos que conseguir la ayuda de campeón y manitas. Cada amigo tendrá una virtud, por ejemplo Campeón es fuerte y nos permite crear el contenedor, una mortal arma de asedio que nos servirá para comandar nuestras tropas contra los portales de ávidos.  No voy a haceros más spoilers pero ahora gracias a uno de estos, podremos tener un nuevo modo de defendernos, lo cual facilita bastante esta entrega. 

Como puedes ver, a pesar de mantener la esencia, Kingdom Eighties hace pequeños añadidos que añaden frescura a la fórmula conocida. Se han agregado además elementos temáticos de la cultura pop de los años ochenta, con claras referencias a películas y música icónicas de esa época, lo que agrega un toque divertido y distintivo al juego, que lo hace ampliamente rejugable en gran parte por su endiablado sistema de logros. 

Por último decir que el título se siente como un DLC más que un título completo y es que si echamos la mirada un poco atrás, podemos ver que en Two Crowns, ya cambiaba la temática en Shogun y Deadlands. Esto sumado a la poca variedad de enemigos añadidos, me hace acrecentar este pensamiento.   

Aún así no todo es positivo, el nuevo modo historia le sienta genial al título pero se echa en falta el genial añadido de la posterior entrega, Kingdom: Two Crowns. Posee multijugador cooperativo, tanto de forma local como en línea,  el segundo jugador podía abandonar la partida cuando quisiera. 

En cuanto al apartado visual, el juego mantiene la esencia de la saga, aunque ese bonito pixel-art se mezcla a la perfección con la ambientación retro-futurista del juego, inspirada en los años ochenta, los colores vibrantes, los entornos detallados y los efectos visuales contribuyen a crear una atmósfera cautivadora. Y en lo sonoro, el título apuesta por una sensacional banda sonora compuesta de sintetizadores, melodías electrónicas que complementan a la perfección. Aunque el título viene completamente subtitulado entre otros idiomas al español. Se echa en falta un juego de voces que le hubiera dado cierto encanto a las cinemáticas que se sienten un poco sosas e insulsas.    

En definitiva, Kingdoms Eighties es un homenaje brillante y apasionado a los videojuegos de los años ochenta. Desde sus gráficos pixelados y su jugabilidad adictiva hasta su cautivadora historia y su impresionante banda sonora, el juego captura la esencia de una era icónica de los videojuegos y la trae de vuelta con estilo. Si eres un amante de la nostalgia y la saga Kingdom, es una experiencia que no puedes perderte por los 11, 79 € que cuesta. ¡Prepárate para un viaje en el tiempo y sumérgete en un mundo lleno de acción, diversión y recuerdos!