«AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA» – Beheaded Kamikaze

Croteam, estudio Croata fundado en 1993, se inició haciendo clones de juegos de fútbol para Amiga y PC. Serious Sam fue su primer título grande y reconocido, funcionando sobre un motor de creación propia, el «Serious Engine».

En Croteam entendieron que, si quieres destacar en un mercado saturado de FPS, necesitan ofrecer algo nuevo, algo que diferencie a tu juego de la competencia. Así que apuestan por los espacios abiertos, las largas distancias y los enemigos en cantidades como nunca antes se habían visto.

Mientras la industria del videojuego empieza a moverse en una nueva dirección, tras los pasos de juegos como Half-Life, o Medal of Honor, que saldrá el siguiente año, en Croteam prefieren ir hacia atrás, e inspirarse en clásicos como Doom o Duke Nukem.

De hecho su protagonista, Serious Sam, no oculta su condición de clon del Duke. Es un tipo musculado, vestido con camiseta y vaqueros. Un fanfarrón que se divierte matando aliens. Tiene un nombre con eco, similar al de aquel. Y su voz soltando frases lapidarias suena muy parecida.

Serious Sam es un juego que casi llega fuera de su tiempo, con una forma de entender los FPS que ya está perdiendo vigencia y siendo reemplazada por una nueva generación. Es un juego que apuesta por las armas grandes, enemigos más grandes, la imaginación y el sentido del humor.

Pero luego tiene otros elementos que lo hacen original y único:

  1. Sus mapas no son laberínticos ni requieren de «backtracking», sino que nos invitan a movernos constantemente hacia delante. Eso sí, las distancias son enormes. Y algunos jefes también.
  2. Los enemigos no están emplazados en el mapa, sino que aparecen de la nada en hordas. Algo que no era habitual en el género, pero que en el futuro será copiado por otros títulos, entre los que podemos mencionar el nuevo Doom de 2016.
  3. En ocasiones, el número de enemigos es abrumador.

Los enemigos, como no podía ser menos, siguiendo el esquema clásico, son muy variados y van desde los que disparan a los que atacan cuerpo a cuerpo, los que corren, saltan o vuelan. Y también están… los que explotan, inolvidables kamikazes decapitados que te pondrán los pelos de punta cada vez que escuches sus gritos en la lejanía.

El juego es exigente. Tendremos que priorizar a los enemigos. Siempre eliminar primero a los kamikazes. Siempre. Estar atentos para esquivar a los que embisten en el momento justo, como un banderillero. Si usamos la escopeta, intentar disparar lo más cerca posible y saber calcular el tiempo de recarga. Si usamos el lanzacohetes, tratar de no comernos la onda expansiva. Procurar agrupar a los enemigos dispersos para luego disparar a bulto. No olvidarnos de los que tenemos a nuestra espalda. Y no parar de movernos. Es un juego frenético, pero también un juego que nos exige pensar de forma táctica en todo momento.

El número de enemigos superarán todo lo que hemos visto hasta la fecha, llenando el horizonte de bestias enloquecidas que no tienen otra idea en mente más que matarnos. Y nos harán sudar para superar algunas áreas.

Las armas también son variadas y satisfactorias. Grandes y potentes. Muy grandes y muy potentes, como el cañón que lanza unas bolas enormes que barren con todo a su paso.

Tiene escenarios interiores y exteriores. Los interiores no destacan especialmente por ser ni muy laberínticos ni requerir de «backtracking», ya que es un juego de avanzar principalmente. Pero donde destaca es en los exteriores, más grandes de lo que hemos visto antes dentro del género. Además nos regala la vista con paisajes egipcios de cielos azules, nubes blancas y sol brillante, algo de agradecer en un género donde predominan los ambientes oscuros y tenebrosos.

También tiene secretos, como no podía ser de otro modo, y algunos son realmente retorcidos.

Un elemento nada habitual en el género y en PC es que todos juegos de la saga ofrecen la opción de ser jugados en cooperativo a pantalla partida.

También ofrece multijugador, competitivo o cooperativo. Y en cualquiera de esos modos, el caos y el desmadre están asegurados.

Serious Sam es lanzado en un formato raro y quizá confuso. Entre el 2001 y el 2002 se publican dos entregas, pero no son primera y segunda parte. Son más bien algo así como dos partes de la primera entrega, o primera parte y expansión, que además funcionan sobre el mismo motor y no incluyen mejoras técnicas. Un poco como pasó con Doom y Doom 2. Se llaman Primer y Segundo encuentro. El primero transcurre íntegramente en el antiguo Egipto, mientras que el segundo nos llevará a través de varios escenarios, como la América precolombina, Persia y la edad media.

Serious Sam es simple, directo y frenético. Con enemigos que aparecen en oleadas y en grandes cantidades. Y áreas abiertas a modo de arenas. No hay mucho más que contar. Es lo que es, y no necesita más.

Ser atacado por docenas de enemigos y dejar el dedo fijo en el gatillo mientras tratamos de esquivar sus múltiples proyectiles nos transporta a un estado mental de frenetismo, caos y adrenalina que hará que otros FPS parezcan lentos y relajados en comparación.

Así es Serious Sam. El último gran clásico.