Con el auge de las descargas digitales, las desarrolladoras de videojuegos ha encontrado un nuevo filón. En la nostalgia de los jugadores más veteranos y en el afán por descubrir la historia de los recién incorporados al mundillo existe un importante aliciente para que las empresas remastericen o vuelvan a publicar sus viejos títulos. Sin embargo, por desgracia, en ocasiones el paso del tiempo provoca que determinados juegos se pierdan en un limbo legal, sin que se sepa muy bien quién es el propietario de los derechos, haciendo imposible su relanzamiento.

Algo así le ocurrió a Stephen Kick cuando hace algunos años trató infructuosamente de adquirir System Shock 2, lo que lo motivó a investigar y a negociar con las empresas que tenían la propiedad intelectual con la finalidad de poder relanzar el juego y adaptarlo a los sistemas modernos, para lo cual fundó Nightdive. Tras el éxito del relanzamiento de System Shock 2 muy pronto decidieron realizar un esfuerzo similar para recuperar obras como Wizardry VI y VII, The 7th Guest o Turok 1 y 2. Hoy nos traen Forsaken.

Se trata de un FPS clásico publicado en 1998 que sigue al pie de la letra el rumbo marcado por Descent, situándonos en un futuro post-apocalíptico en el que la superficie de la Tierra se ha convertido en un páramo radioactivo. A pesar de los peligros de la radiación, y desafiando la prohibición de acercarse al planeta, mercenarios de toda la galaxia han encontrado un lucrativo negocio en el saqueo de la tecnología abandonada en numerosas instalaciones subterráneas. A bordo de nuestro vehículo, por tanto, nuestra misión será enfrentarnos a los otros mercenarios y a las instalaciones defensivas, al tiempo que tratamos de orientarnos en los laberínticos túneles.

En Forsaken, como buen clon del mencionado Descent, nuestro vehículo volador nos ofrece 360º de libertad para desplazarnos en los tres ejes de movimiento y en los tres ejes de rotación, lo cual se convierte desde el primer momento en la principal señal de identidad del juego. Por suerte no resulta fácil marearse y el control, sobre todo con ratón y teclado, es muy intuitivo, incluso teniendo en cuenta la complejidad de las filigranas que tendremos que realizar en más de una ocasión, aunque, sobre todo si jugamos con mando, se echa en falta una mayor cantidad de opciones de configuración.

A finales de los años 90 las importantes diferencias técnicas entre las distintas plataformas y la segmentación del público provocaban que incluso en los juegos multiplataforma pudieran existir grandes diferencias entre versiones. Forsaken fue uno de los casos más llamativos, pues tuvo una versión para PC y PlayStation —esta última muy pobre— desarrollada por Probe y otra para Nintendo 64 que fue desarrollada por Iguana, los creadores de Turok, siendo prácticamente juegos distintos debido a las modificaciones realizadas en el diseño de niveles y enemigos. Para este remaster se ha utilizado como base la antigua versión de PC, sobre la cual se ha añadido también gran parte del contenido hasta ahora exclusivo de Nintendo 64, lo que hace que estemos ante la versión más completa de Forsaken. En total tendremos 32 niveles a nuestra disposición, lo cual, sumado a los diversos modos online que se han incluido, nos garantiza un importante número de horas de juego.

La dificultad es elevada, tanto por la capacidad de nuestros enemigos como por lo intrincados que pueden resultar algunos de los pasos necesarios para completar dichos niveles. Dependiendo del momento tendremos que destruir objetivos, buscar llaves o interruptores para desbloquear puertas, encontrar objetos ocultos o correr para alcanzar la salida antes de un tiempo determinado, por lo que la variedad esta garantizada. También iremos desbloqueando personajes, galerías de imágenes y otros extras a medida que vayamos completando misiones y encontrando los coleccionables secretos repartidos por los túneles, con lo que la rejugabilidad esta garantizada si queremos exprimir al máximo el titulo.

El apartado técnico ha sufrido también una interesante puesta a punto. Para traer a Forsaken de vuelta a la vida se ha utilizado el motor Kex, el mismo sobre el que ya corrían las remasterizaciones de Turok, el cual, además de la obvia compatibilidad con el hardware y los sistemas operativos modernos, ha permitido añadir soporte para alta resolución, antialiasing, oclusión ambiental y motion blur, además de permitir una pequeña mejora en la iluminación y los efectos de partículas. No son precisamente cambios generacionales, pero es un pequeño lavado de cara que contribuye a hacer el juego más agradable a la vista, haciéndolo perfectamente disfrutable a día de hoy.

Este relanzamiento de Forsaken se trata, pues, de una más que correcta puesta al día que cumple con creces las expectativas. Ojalá que en Nightdive continúen con el necesario trabajo de realizar más remasterizaciones de grandes clásicos con un mimo y cuidado del que debería tomar nota más de una gran editora con nulo aprecio por su propia historia.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Nightdive Studios