Es curioso que hasta en el mercado de los juegos indies se creen franquicias o sagas como ocurre en el cada vez más atorado mercado de los triples A. Si un título funciona, ¿por qué no seguir el mismo camino? Es totalmente lícito, y es lo que tuvo que pensar el estudio francés CCCP cuando decidió continuar su interesante Dead in Bermuda de 2015 con este Dead in Vinland de 2018 en PC, y ahora en 2019 en Nintendo Switch.

Siguiendo a su predecesor, Dead in Vinland es un mix de géneros que curiosamente funcionan bien juntos. Tendremos una aventura de supervivencia y gestión de recursos, entremezclados con un juego de rol por turnos con subida de niveles y stats. Esta mezcla, de apariencia aparatosa, esta muy bien llevada a cabo debido a la estructuración que ha recibido el juego, donde nuestros vikingos vivirán día a día, y es durante tres partes del día, mañana, tarde y noche, cuando deberemos tomar decisiones.

Pero vamos a empezar con la historia. Eirik, su esposa Blodeuwedd, y su hija Kari han sido exiliados de su aldea. Les acompaña también la hermana de Blodeuwedd, Moira. Mientras navegan hacía ninguna parte en busca de un nuevo hogar, una tormenta los hace naufragar en una isla desconocida para ellos. En esta isla, con unas pocas provisiones, Eirik y su familia deciden intentar instalarse y sobrevivir.

Al empezar el juego tendremos que elegir entre jugar el modo historia, o el modo «Heodening», donde configuraremos nuestro grupo inicial y trataremos solo de sobrevivir, sin historia, ni final. Entrando al modo historia, encontraremos varias dificultades, desde buenas vacaciones, survival, condiciones extremas y algo muy curioso, dificultad custom, para que tu mismo elijas los parametros de la dificultad, aunque te avisan que una mala configuración en este apartado pueden hacer el juego imposible o demasiado fácil y perder todo el reto. Y finalmente, después de elegir dificultad, tendremos que decidir el reto, si queremos checkpoints entre partes del día o no, y jugárnoslo todo a como se vaya desarrollando.

Cada día se desarrolla en tres partes, dos de ellas similares, con un componente de juego de supervivencia, gestión de recursos y si se da la situación, combate por turnos; y otra social. Hablamos de mañana, tarde y noche. Por la mañana y por la tarde, tendremos el control del campamento, y podremos mandar a los personajes a realizar distintas tareas, recoger recursos, cazar, explorar, crear nuevos bancos de trabajo y crear utensilios. Cada personaje tiene unas características determinadas, unos serán buenos para unas cosas, y malos para otras. Dependerá de nosotros el poner a la gente adecuada en la tarea correspondiente, pero siempre teniendo en cuenta que el éxito nunca estará garantizado al 100%, el mejor recolector puede volver con las manos vacías si no tiene suerte, y para ello el grado de éxito al realizar una tarea se nos representa en un porcentaje.

A medida que vayamos desarrollando nuestro campamento, nuestros personajes irán consiguiendo experiencia y subiendo de nivel, lo que desbloqueará nuevas habilidades, sin embargo, esta mejora de stats donde destacamos, conlleva que los stats deficitarios crezcan en proporción. Con esta fórmula, en apariencia injusta, se logra un componente de survival continuo, no solo al principio de la partida, de forma que no podamos confiarnos y relajarnos, pues podríamos perder a un personaje si no estamos alerta.

Conforme la aventura avance, se nos irán uniendo nuevos personajes al grupo los cuales tienen sus propias características, y también podrían morir, lo que no afectaría a la continuidad de la partida, aunque si muere cualquiera de los cuatro personajes iniciales, entonces si se acabará la partida. Estos nuevos personajes son una adición muy interesante desde el punto de vista de tener más tipos de habilidades distintas, pero no hay que olvidar que es una boca más a alimentar, y un personaje más a gestionar. Cuando salimos a explorar, podemos encontrarnos con estas unidades que pedirán unirse a nosotros,  grupos hostiles, con lo que pasaremos a un modo de combate por turnos bastante sencillo, donde si ganamos recibiremos recursos, y si perdemos, podríamos perder algún personaje, o que nos lo dejasen herido, con lo que deberíamos enfocarnos en él para curarlo lo antes posible.

La tercera parte es la noche. Si por la mañana y por la tarde hemos gestionado el campamento, buscado recursos, y peleado si se tercia, por la noche es el grupo lo que debemos gestionar. Es muy importante la salud física y mental de nuestros personajes, repartir el agua y la comida en base a sus necesidades, procurar que no cojan enfermedades, su nivel de relaciones entre ellos, y su nivel anímico, y esto es bastante importante, porque en esta situación de supervivencia y peligro constante, los personajes tienden a la depresión y tendremos que combatirla con ciertos objetos que vayamos consiguiendo, y con las decisiones que nosotros iremos tomando para nuestros personajes a lo largo del día.

El apartado audiovisual no es gran cosa a nivel técnico, el peso de la escenografía la pone el apartado artístico, con un dibujo similar al del cómic, con un 2D casi estático con la movilidad justa y necesaria y escasa animación a propósito. Recuerda mucho a los libros estos de pegatinas, donde en el libro se plantea un paisaje, y nosotros teníamos que poner las pegatinas donde quisiéramos. En el apartado sonoro hay que hablar en particular del tema principal, que nos irá acompañando a lo largo de cada día, y que no nos equivoquemos, es tan variado y rico en matices que no se nos hará repetitivo. Un corte de origen medieval, con toques celtas y nórdicos, apoyándose en la cuerda y la flauta, un tema evocador cuanto menos, que casa perfectamente con la ambientación del juego.

En definitiva, Dead in Vinland es un salto cualitativo respecto a su entrega anterior, Dead in Bermuda. Crece en características, en contenido y en complejidad, pero logra mejores sensaciones de gestión y supervivencia. También es justo decir que no es un juego para todos los públicos, aunque puedas crearte tu propio nivel de dificultad, el juego mantiene su componente aleatorio en algunos sucesos, y no siempre el mejor personaje para una tarea te dará el resultado esperado. Pero esto también es parte de su encanto, pues al fin y al cabo es un juego de supervivencia que sabe mantener ese elemento siempre presente mientras se desarrolla la partida y la historia.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Future Friends Games