Más vale tarde que nunca, esto es lo que ha tenido que pensar la gente de Perfect World Entertainment, dueños de la IP, para decidir lanzar ahora al mercado de las videoconsolas domésticas Torchlight II, un dungeon crawler con toques RPG, lanzado originariamente en 2012 para PC por la extinta Runic Games. Se puede decir sin ninguna duda, que esta entrega de la franquicia Torchlight supuso un éxito en PC. Venía de una prometedora primera parte, y salió en plena resaca del en ese momento fallido Diablo III, Así pues, lo tuvo todo a favor para hacerse un hueco en el mercado a pesar de que por tamaño e inversión, no era rival real para el juego de Blizzard, aunque al final quedó como interesante alternativa.
El legado de Runic
Ahora, siete años después, con Runic cerrada debido a una reestructuración de objetivos de su dueña Perfect World Entertainment, aparece esta versión para las consolas PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch, y si bien no entendemos el motivo, y no sabemos si se obedece a una revitalización de la franquicia, o a simplemente sacar más rendimiento económico a los juegos existentes, lo cierto es que es una adición más que interesante al catálogo consolero, donde un viejo enemigo, Diablo III, llevaba ya mucho tiempo campando a sus anchas.
Hay que añadir, por si el lector no lo sabe, que esta comparación y rivalidad con la franquicia Diablo viene dada por dos razones, la primera es que Runic estaba formada por antiguos miembros de Flagship Studios Seattle, que a su vez estaba formada por dos de los cofundadores y varios programadores y artistas de Blizzard North, y que habían trabajado en los dos primeros Diablo. De aquí viene la segunda razón, y es que Torchlight es como un Diablo II potenciado, cosa que no esconde en ningún momento.
Lanzado en 2012, este juego sigue la historia de Torchlight que fue lanzado en 2009, y cuenta la historia del Alquimista, el villano del juego, que a pesar de haber sido el héroe en la precuela, se ha obsesionado en curar la enfermedad que lo aflige a él y a miles de personas conocida como Ember. Este comienza a absorber la energía de los guardianes elementales, criaturas que protegen el balance del mundo, y es el deber del nuevo héroe ponerle fin a las inexplicables acciones del Alquimista.
El Club de los cuatro
En tus manos está la capacidad de elegir entre cuatro clases diferentes: el mago que basa su fuerza en hechizos elementales, el berseker que es un luchador de combate cuerpo a cuerpo, el ingeniero, que actúa como el tanque o soporte en los combates por su pesada armadura, y el forastero cuyas pistolas o arcos les permitirán tomar ventaja del combate a distancia. Otra característica al crear tu personaje es la capacidad de elegir una mascota, la cual se quedará contigo a lo largo de la aventura, y es realmente útil, ya que tanto te ayudará en los combates como te permitirá guardar más objetos que encuentres en tus exploraciones. Con la capacidad de mandarlo al pueblo más cercano para vender las cosas que ya no necesites, y seguir recogiendo objetos si tu inventario está lleno.
Además de las mascotas que podremos elegir que ya estaban en el juego original, cada versión de consola tendrá una mascota exclusiva, PlayStation 4 tendrá el hada, Xbox One el diablo fundido, y Nintendo Switch el unicornio. Como nota negativa, la versión de Switch no tendrá el yapper, otra nueva mascota que si compartirán las otras dos consolas. Las mascotas tendrán su propio equipamiento, y podrán sufrir transformaciones temporales con diferentes efectos según los peces que le demos de comer. Estos peces tendremos que pescarlos con un sencillo mecanismo jugable.
Al ir subiendo de nivel, o al ir adquiriendo fama que ganarás de misiones o de vencer jefes y subjefes, irás adquiriendo puntos de habilidad que te permitirán elegir nuevas habilidades de tres diferentes categorías, estas estarán enfocadas en diferentes tipos de juegos para tu clase. Esto es interesante porque no estas forzado a seguir una sola línea de evolución, sino que podrás personalizar a través de habilidades el rol que tu personaje tendrá en la batalla. También contamos con el menú clásico para subir características de nuestro personaje como son la fuerza, la concentración, la salud, etc. Estos puntos se nos serán otorgados cada vez que subamos de nivel.
Además de la mecánica de construir las características de tu clase, contamos con un gran arsenal de armas y armaduras, las cuales podrán ser encontradas a lo largo de la aventura en cofres o venciendo enemigos. Estas pueden ir desde las comunes hasta las únicas que son muy raras de encontrar, y pueden ser mejoradas encantándolas o incrustándoles gemas para añadir características extra. Obviamente la obtención de casi todo el equipo es aleatoria, al igual que la generación de la forma del terreno de cada zona, con lo que se pretende que se refuerce la exploración y que no haya dos partidas iguales.
El combate es rápido y satisfactorio y verás enormes jefes o gran cantidad de enemigos en pantalla caer a tus pies si eres habilidoso, ya que aun en la dificultad normal puedes atorarte con ciertos jefes u hordas de enemigos si no prestas atención a lo que está pasando, especialmente en la segunda mitad del juego. Pero si eres habilidoso puede volverse bastante repetitivo, ya que en las batallas a dificultades bajas el combate es muy directo, y si quieres evitar esto, prueba dificultades mayores que te forzarán a jugar estratégicamente y a planear antes de entrar a una batalla.
El aspecto multijugador añade más desafío al juego, ya que las diferentes clases que pueden elegirse, permitirán una mayor estrategia grupal, y más especialización de tu rol para vencer a jefes difíciles. El multijugador se ha visto reducido de 8 jugadores a sólo 4, y no se permite el multijugador local.
Torchlight II cuenta con un gran valor de rejugabilidad, ya que al terminar la historia principal, tendrás acceso a una segunda ronde de esta, empezando en el nivel que te quedaste y con todos los objetos y habilidades que tenías, además de la capacidad de explorar varias mazmorras de desafío. También contaremos con cinco niveles de dificultad, y se recomienda empezar por uno elevado para que la aventura no se convierta en un paseo.
El botón del pánico
El juego audiovisualmente aún funciona bien debido a un apartado artístico colorido, variado, y caricaturesco que hace que los años no lo hayan tratado tan mal visualmente, además de un sistema de iluminación y unos efectos de luces que, si bien no eran lo último en tecnología en su día, eran y siguen siendo llamativos. El juego ya en 2012 se hizo con la idea de que corriera en casi cualquier tipo de PC, con lo que ya se tomaron medidas artísticas que lo hicieran atractivo, y esas medidas aún funcionan viendo el resultado.
La banda sonora sigue siendo la misma, de la mano de Matt Uelmen, ex de Blizzard y creador de la banda sonora de la franquicia Diablo, nos encontraremos temas en momentos épicos, en otros atmosféricos, que le sientan al juego como anillo al dedo, muy similares a sus trabajos anteriores en Blizzard, por los que fue ampliamente galardonado.
La conversión a consolas de la mano de Panic Button Games es sobresaliente. El rendimiento esta muy bien optimizado, no notaremos ralentizaciones ni en los momentos de más carga, con muchos enemigos en pantalla y distintos efectos de luces. La interfaz de usuario ha recibido una simplificación que la hace mucho más manejable en consolas con el mando de control, sin perder absolutamente nada de las características de la versión de PC. La versión de Switch además se puede jugar perfectamente en modo portátil con un nivel de experiencia similar a jugarlo en el dock.
No todo es perfecto pero casi
Concluyendo, Torchlight II fue lo más cercano a Diablo sin ser Diablo, y eso ya es mucho decir, aunque se entiende viendo a quien estuvo detrás del juego. Ahora llega a consolas, sin saber muy bien el motivo, pero con una conversión de calidad que no nos deja más opción que darle la bienvenida, sobre todo los usuarios que no o disfrutasen hace 7 años, ahora tienen una oportunidad de oro, y es que conversiones así si que merecen la pena.
Jugar Torchlight II en solitario tiene un riesgo. Si eres de esos jugadores que se entretienen aniquilando hordas de enemigos una y otra vez como si no hubiera un mañana, las 25-30 horas que dura la historia principal van a ser un gozo. Pero si no es tu caso, jugar en solitario puede conducir a la repetitividad y hacer la experiencia tediosa, aunque esto no es un mal endémico del juego, sino del género, para lo que se recomienda jugar la historia en multijugador online, ya que el reto sube, y la experiencia mejora bastante enteros al entrar en juegos otros factores como la coordinación y la estrategia.
El juego sigue sin ser perfecto, su historia es un adorno, a veces hasta sobra, ya sea porque no es demasiado interesante, o porque se apoye básicamente en texto, y la tentación de aceptar las misiones sin leerlas será demasiado grande, al fin y al cabo aparecen marcadas en el mapa y al llegar al punto indicado ya se nos ocurrirá lo que tenemos que hacer. También se puede decir que las novedades respecto al original en el caso de las mascotas son testimoniales, y por lo demás, más allá del control, los menús, y el recorte en el multijugador online, estamos ante el mismo juego. Aunque en este caso, era bueno en 2012, y lo sigue siendo ahora.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por TNPR