La década de los 2000 nos dejó grandes sagas, pudimos ver el inicio de grandes títulos como Prince of Persia, Okami o Devil May Cry pero dicha época también sacó algunas franquicias que quedaron en el olvido como es el caso de Destroy All Humans!, franquicia con 4 entregas creada por Pandemic Studios que quedó 12 años en el olvido y es que ese fue el tiempo que pasó hasta que THQ Nordic se uniera a Black Forest Game para crear el notable remake de su primera entrega allá por el 2020. Está vez vamos a hablar de su segunda entrega, la cual fue lanzada en 2006 y recientemente ha llegado a las nuevas generaciones, con un aspecto bastante cambiado. Desde 33bits os traemos lo que ha sido nuestra experiencia jugando Destroy All Humans! 2 – Reprobed

Comenzando por el principio, volveremos a encarnar a nuestro flagrante Furon, un tal Crypto, lo mismo os suena de este análisis. Pues bien, esta vez Crypto ha perdido su nave, la KGB la derribó. La Tierra se ha convertido en el patio de juego de los alienígenas, quienes no los ven como una amenaza. Crea alianzas y sobre todo acaba con la humanidad por el daño que te han hecho y ¿por qué no?, juntar un poco de ADN para que no se extingan los furones. 

Destroy All Humans! 2 – Reprobed mantiene todos los diálogos de su entrega original, con un toque de humor negro nos representa la época dorada de los marchosos 60, marcado por sus 5 ubicaciones ficticias vemos como entre otras cosas va ganando poder el movimiento contracultural, liberal y pacifista que ofrecían los hippies, quienes escuchaban rock psicodélico, abrazaban la revolución sexual y creían en el amor libre. Algunos participaron en activismo radical y en el uso de marihuana y alucinógenos como el LSD y otras drogas con la intención de alcanzar estados alterados de conciencia. El título hace uso de estas corrientes para generar su trama principal y secundaria, donde entre otras cosas tendremos que crear un culto para Arkvoodle -una deidad la cual realizando absurdas misiones nos permite desbloquear zonas de aterrizaje para nuestro ovni-.

Jugablemente encontramos 2 modos de juego por así decirlo y es que podremos tomar el control de Crypto, lo cual fue lo más divertido pero también controlaremos su nave. Ambos personaje y vehículo son personalizables. Y aquí es donde gana importancia su sistema de misiones. Encontraremos un clásico sistema formado por misiones principales y secundarias en sus escenarios de mundo abierto, donde entre otras cosas podremos sembrar el caos o dar un paseo y conseguir coleccionables y es que en cada ubicación podemos encontrar con Crypto celdas de furotech, discos de música y artworks -Modelos donde podremos ver como ha sido rehecho cada detalle del videojuego- explorando sus variados mapeados. 

El juego es extremadamente fácil y por muy difícil que lo pongamos no será ningún reto. ¡Crypto está chetadísimo, entre otras cosas empezará con el poder de levitar las cosas, sacar cerebros o un rayo del amor que pondrá a todos a bailar. Junto a estas habilidades básicas y un jetpack para desplazarnos, también tendrá un flagrante armamento entre el que encontramos una pistola de rayos, un dislocador o incluso una arma capaz de lanzar sondas anales a los enemigos.

Cuando tomemos el control de Crypto no solo tendremos que acabar con la humanidad, en ciertas ocasiones deberemos usar el poder de usurpación de cuerpo para usar los cuerpos terrícolas y hacernos pasar por ellos en misiones de infiltración. Estas acaban siendo un poco repetitivas y carecen de poco sentido, en ocasiones sobre todo por la escasa inteligencia de la IA. Y es que entre la IA de los terrícolas y el armamento a disposición de Crypto, resulta bastante difícil que la misión fracase. 

Por otra parte, encontraremos el platillo volante donde Crypto pasará parte de su tiempo, este hará de base de operaciones y en él encontraremos entre otras cosas Navicom-Hub para elegir ubicación-, Usar Pox Mart,  donde podremos usar las celdas de furotech para mejorar a nuestro alienígena y su platillo. Aumentando Escudos, duración del efecto de sus armas y el daño, entre otras cosas. También podremos aprovechar para recuperar un poco de ADN para mejorar nuestras habilidades pasivas en el mezclador de genes y además cambiaremos la skin del platillo, entre otras cosas. Poniéndonos a los mandos de este, el gameplay es menos divertido, resulta bastante destructivo usar su rayo mortal o usar el repulsotrón para desviar ataques.

La variedad está servida pero sigue siendo infinitamente inferior a cuando tomamos el control de cryptoEn el remake, además de añadir coleccionables, también se ha añadido buena cantidad de trajes para Crypto, los cuales desbloqueamos realizando las misiones y es que cada misión cuenta con objetivos opcionales, como usar el repulsotrón del platillo para desviar misiles o usar la sonda anal realizando críticos en varios enemigos. Por lo general no son muy complicados pero en ocasiones están temporizados.

Al completar la misión, si la hemos realizado a la perfección, obtendremos una de esas ansiadas skins que cambian por completo el diseño de crypto en ocasiones. Se ha mantenido la posibilidad de sembrar el caos jugando con multijugador local y por último, también se ha introducido un modo foto, el cual es bastante simple, hubiera estado bien que hubieran añadido múltiples filtros para los más creativos. Estás opciones se quedan bastante lejanas a lo que podemos hacer cambiando el cdv y el carrete. 

En cuanto al apartado visual, es donde realmente ha hecho un trabajo excepcional el estudio y es que, como ocurrió en el primero, todo ha sido rehecho con el motor Unreal Engine 4 de cero. Siguiendo la estructura original y cuidando todo con detalle. Las ubicaciones, aunque son ficticias, tienen ciertos toques históricos y es que se puede apreciar ciertos monumentos reales, en Albion -Londres- podemos ver los leones que se encuentran en la plaza de Trafalgar Square. Todo fue muy cuidado salvo el diseño de los humanos, el cual resulta bastante repetitivo, es habitual ver la misma skin repetida varias veces en todo momento, resultando bastante escaso en este aspecto.

El apartado sonoro se ha cuidado, sigue usando los diálogos originales pero han sido reconstruidos para ofrecer una mejor calidad sonora, también se ha eliminado los fragmentos de diálogo que se repetían constantemente durante el combate y su banda sonora tiene más de 60 pistas, las cuales podremos ir encontrando explorando las 5 ubicaciones del juego.

En conclusión, hayas disfrutado los originales o sea tu primera andadura, no es necesario haber jugado el primero para jugar esta segunda entrega, pero perderás parte de la trama. Aunque sea un título fácil, no deja de ser muy divertido sembrar el caos y como no destruir la humanidad. La modernización de la jugabilidad y la actualización de los gráficos para acercarse a los estándares modernos han revitalizado el juego y le han dado una segunda vida a la saga. El remake mantiene una temática bien variada y cuenta con un nivel altísimo como ya lo hizo el primero.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Dead Good Media