Reinventarse no siempre es fácil. Tratar de no caer en la explotación de algo como hace cierta compañía que no nombraré pero que planea ya nueve juegos más de su saga en lugar de «asesinarla», es un trabajo difícil. Ha habido casos de franquicias que han sabido reinventarse, como Yakuza, del beat ‘em up al rol por turnos o Super Mario Bros. aparte de salvar al Reino Champiñón ha protagonizado juegos de Karts y Party Games y así hasta el infinito.

Rift of the NecroDancer nos trae de vuelta a Cadence, la protagonista del genial Crypt of the NecroDancer y el original Cadence of Hyrule. Solo que esta vez abandona el componente roguelike de la exploración de mazmorras y se centra completamente en el ritmo. ¿Una propuesta arriesgada o un acierto al cambiar el rumbo? Bueno, para eso estás aquí y para eso te lo voy a tratar de explicar.

En esta ocasión no hay mazmorras, tampoco hay exploración. Aquí hay un misterio un rediseño más casual para Cadence -el cual me parece bastante acertado personalmente- y a tratar de descubrir la forma de volver a nuestro mundo. Sí, la historia se puede resumir de esa manera. Al menos la parte inicial, ya cómo se va desarrollando queda en la mano del jugador descubrirlo.

Lo cierto es que estéticamente mantiene el aspecto al que estamos acostumbrado. No es tan pixel art esta vez, pero esto no le resta belleza al juego. Al contrario, he visto un nivel de cuidado en los personajes y la personalidad que ya es marca de la saga. Todos los personajes reconocibles de Crypt of the NecroDancer están aquí. Incluso el mismísimo NecroDancer. Una sorpresa agradable que no me esperaba.

Todos y cada uno de los personajes que nos vamos a encontrar mantienen la esencia de la personalidad que ya conocemos. Hay también algunos nuevos a lo largo de nuestra aventura, pero no quiero hablar sobre ellos puesto que el encanto es ir descubriéndolos durante la historia. Si has jugado a Crypt of the NecroDancer, puedes notar una o dos ausencias sobre personajes, pero es normal, debido a que aquí la historia se centra en Cadence y solo la controlaremos a ella.

Si en el anterior juego teníamos que ir moviéndonos al ritmo de la música, aquí hay algo parecido, solo que con un enfoque diferente. No tenemos que ir siguiendo el ritmo para avanzar y hacer más daño al monstruo. Aquí nos valemos únicamente de una guitarra como arma. Eso no lo hace menos divertido, al contrario le da un nuevo enfoque a la jugabilidad que si bien simplifica bastante a la hora de atacar, tenemos que saber cómo hacerlo para poder eliminar a los enemigos. También hay algunos minijuegos que da variedad y hay que seguir el ritmo de una forma diferente.

No voy a mentir si digo que este juego se puede disfrutar perfectamente con una mano -si, soy consciente de lo mal que puede sonar, pero no va con esa intención-, con dos dedos lo he jugado yo una vez le cogí el punto al ritmo. Tenemos que fijarnos en por dónde baja el monstruo para cuando llegue al acorde de nuestra guitarra, presionar la tecla correspondiente y así hacerle daño. Pero no todos los enemigos bajarán de la misma forma, ni todos seguirán el ritmo así que tendremos que aprendernos el patrón.

Tampoco hace falta el mismo numero de impactos para acabar con ellos, por suerte antes de empezar podemos hacer una serie de tutoriales que nos explicarán la forma de atacar, dañarlos y los patrones de la mayoría de ellos, ya a partir de ahí es practicar y practicar hasta hacernos con el ritmo y depende bastante más de la habilidad de cada uno, que de otra cosa. El juego cuenta con un objeto que nos hace atacar automáticamente, pero ¿qué gracia tiene en un juego de estas características? No obstante la opción está ahí para quien quiera usarla.

Llegamos al apartado más destacable de este juego: La música. Tenemos algunas canciones de Crypt of the NecroDancer y otras hechas para la ocasión. Aquí es cuando el juego brilla, los temas son bastante buenos y disfrutables. Pero no es para menos, si haces un juego cuya mecánica principal es el ritmo, nada como marcarte unos temas que son dignos de recordar. Incluso hay colaboración con Celeste y Pizza Tower.

El juego cuenta con compatibilidad de Steam Workshop y haberlo analizado dos meses después del lanzamiento me ha dado acceso a varios temas de la comunidad y sinceramente esto convierte el juego en algo de duración prácticamente infinita. La gente sube temas de cualquier juego, incluso canciones de grandes leyendas del rock. Probad a jugar Free Bird y si os quedan dedos despiertos después de semejante rato, me contáis. Yo a esa experiencia le doy un 19 sobre 74 -si, el año que salió la canción-.

También tiene un completo editor de canciones el cuál no he podido probar en profundidad porque implica dedicarle bastante tiempo. Pero sin duda es una gran adición para un juego de este tipo. Ya he nombrado en el párrafo anterior que se amplia casi al infinito las posibilidades con la Workshop, con el poder crear tus propios niveles ya directamente es un juego que solo podrías dejar de jugar, bien porque te aburras, bien porque encuentres otro juego en el que inviertas las horas que le dedicaras a las canciones de la comunidad.

¿Merece la pena Rift of the NecroDancer? Indudablemente sí. Es un juego que si le pillas el ritmo es muy disfrutable y divertido. Siempre es agradable volver a tener otra aventura con Cadence. De hecho, de las tres aventuras que he vivido con ella, porque si, también jugué esa colaboración con Nintendo en Switch, no sabría elegir cuál de todas es mi preferida. Brace Yourself Games tiene un don para poder hacer arte con esta franquicia. Lo que hace falta es que siga así.

No voy a enumerar las virtudes de Rift of the NecroDancer ni las carencias porque eso es algo que se ve claramente. Lo que sí que voy a decir es que mientras sigan teniendo esta calidad, esta banda sonora y sigan innovando -por favor un simulador de citas para romancear al NecroDancer sería divertido, yo firmo donde haga falta- que sigan sacando todos los juegos que quieran. Porque mientras sigan saliendo como están saliendo, yo estaré disfrutando de ellos. Y tú también deberías.