Queda muy lejos el excelente Alien: Isolation. Fue a principios de la generación de Xbox One y PlayStation 4 -también lanzado para PC, Xbox 360 y PlayStation 3- cuando Creative Assembly dejó la estrategia para saltar a un género repleto de fans exigentes. Nunca es fácil clavarla en un survival horror de pleno derecho, y sin embargo fueron los británicos quienes firmaron el que para muchos es el mejor videojuego bajo la licencia de los últimos 20 años.

Hacen falta más juegos bajo la marca. Tropiezos como Colonial Marines son una anécdota a pie de página de las posibilidades reales de Alien más allá de la gran pantalla. En pleno 2023 recibimos un paso hacia delante que reafirma esta idea. Hablo de Aliens: Dark Descent, un juego que ofrece una perspectiva fresca y diferente de la supervivencia en este espacio exterior repleto de amenazas.

Estrategia de calidad

Aliens: Dark Descent propone una forma realmente única de jugar. En un primer momento muchos usuarios pensaban que se trataba de un juego de estrategia táctica de toda la vida, cercano a lo que ofrecen franquicias tan míticas como XCOM. Yo incluido, pero realmente no tiene nada que ver. El juego te trasporta a una experiencia en tiempo real donde cada decisión marca el futuro inmediato de tu grupo de marines.

Ese grupo al que gestionas consta de cinco marines que varían su papel en el campo de batalla según el rol que tengan. Desde médicos que nos curan en momentos de tensión hasta ingenieros a los que no se les resiste una sola puerta u ordenador a hackear. Como es evidente también hay roles de combate que diversifican los momentos de acción que puedes vivir en las mansiones, como soldados experimentados en la larga distancia o guerreros férreos capaces de resistir más que el resto.

Al principio es un poco extraña la forma en la que manejas el grupo. Todos sus integrantes se mueven en paquete, muy cercanos entre sí; a veces puedes dar comandos para que alguno se separe y pueda realizar una acción concreta, pero la mayor parte de las veces siempre es verás juntos. Esto se debe a la dirección del juego. Esa “s” en Aliens no es casualidad, y es que estamos en una parte de la franquicia en la que los xenomorfos se agolpan en manada contra sus adversarios humanos.

Esta decisión influye de manera directa en algunas de las mecánicas que forman parte de la jugabilidad. La que más repercusión tiene sobre tu control es el estrés. Cada personaje de tu escuadrón irá rellenando su nivel de estrés hasta en tres niveles. Durante la partida aumentará a medida que se vean envueltos en muchos momentos de acción o vean la pérdida de un compañero. Cuanto más tengan más penalizaciones tendrán, y una vez de vuelta a los barracones -tu cuartel general, como la nave de XCOM– tendrás que hacerles descansar para que puedan volver a ser estables mentalmente. La gracia de este giro es que no solo debes cuidar la salud física de tus soldados, sino también de su salud mental para que estén al cien por cien cuando vuelvan ahí fuera.

Las misiones llevan al escuadrón a completar objetivos globales que de vez en cuando se complementan con otras tareas opcionales. Por ejemplo, en más de una ocasión aparecen las clásicas tareas de búsqueda y extracción. Encuentras a unos individuos claves para tu base y debes escoltarlos hasta la nave de extracción. Si has visto las películas sabrás de sobra la manera en la que combaten los xenomorfos. Vienen en grupos y buscan explotar todos tus momentos de vulnerabilidad por el escenario. Hay muchas veces que esas oleadas requieren de un momento de pausa. Fortificas una posición con las herramientas que tengas -como torretas- y diriges a tus soldados durante el tiempo en el que no cese el ataque. El juego encadena constantemente una misión y un momento de descanso en la base, donde debes desarrollar a tu equipo mejorando las habilidades que luego desplegarán sobre el terreno. Nos hubiera gustado más variedad de misiones y poder hacer que el grupo se pudiese manejar de manera individual, ya que muchas veces da la sensación de que algunas cosas están fuera de nuestro alcance.

Completar Aliens: Dark Descent nos ha llevado alrededor de las 20 horas, aunque sí dejé por el camino algunas secundarias con las que se puede extender la duración varias horas más. Las dificultades son plenamente personalizables. Te dan a elegir entre cuatro niveles, que hacen que aumente la salud de los enemigos y su tiempo de detección, entre otras. Aunque simplemente puedes variar cada ajuste de manera individual para encajarlo en la experiencia que más se acerque a lo que buscas. En lo visual el juego mantiene un nivel correcto en la versión de Xbox Series X. La temática y la licencia en general ha sido bien trasportada y cualquier fan de la franquicia disfrutará de lo que el título de Tindalos Interactive y Focus Entertainment ofrece.

 


Este análisis ha sido realizado en Xbox Series X mediante una copia cedida por PLAION