RoboCop es una película de 1987 dirigida por Paul Verhoeven y protagonizada por Peter Weller que tuvo una muy buena acogida por el público y acabó formando parte de la cultura pop ochentera, perfectamente reconocible y aún vigente en nuestros días. Como no podía ser de otra forma RoboCop acabó convirtiéndose en una franquicia con otras tres películas -dos secuelas y un reboot-, serie animada, juguetes, etc. y como no podía ser de otra forma, videojuegos. Las películas sirvieron de inspiración para varios videojuegos en los noventa, de varios desarrolladores y para varias plataformas de 8 y 16 bits incluyendo microordenadores y consolas -las 128 bits también tuvieron un juego de RoboCop posteriormente-, e incluso se llegó a realizar un crossover con la franquicia Terminator dando lugar a un videojuego que también visitó distintas plataformas de la época.

Pero es cierto que el policía más famoso de Detroit llevaba tiempo alejado de este mundillo -salvo por su cameo en la franquicia Mortal Kombat– hasta que el estudio polaco Teyon lo ha rescatado junto a la editora Nacon para darle lo que es desde ya sin discusión su mejor videojuego. Pero que RoboCop vuelva de la mano de Teyon no es casualidad, sino el paso casi lógico después de saber que la compañía afincada en Cracovia es responsable del deficiente Rambo: The Video Game y del notable Terminator Resistance. Sin entrar a valorar sus trabajos, lo que si que es evidente es que los chicos de Teyon tienen un gran cariño por el cine de acción ochentero -y quien no- y que por ello posiblemente eran los más indicados para que el agente Murphy volviera a patrullar las calles de la vieja Detroit.

No sabemos si correctamente o no, el juego asume que el jugador ya sabe quien es RoboCop y sus circunstancias, pues la historia de RoboCop: Rogue City se desarrolla posteriormente a las dos primeras películas y anteriormente a la tercera sin dar mayores explicaciones de lo ocurrido en estas. La historia comienza con una Detroit que sigue azotada por el crimen y un desconocido que aparece para ocupar el vació de poder dejado por Cain -el malo de la segunda película-. Las bandas deseosas de servir a ese nuevo poder ofrecen sus servicios de la mejor forma que saben, desatando el caos por doquier y aquí es donde entra el agente Murphy -o roboCop- en escena, para descubrir quien es ese desconocido que se ha hecho con el poder y acabar con él.

La mejor forma que ha tenido Teyon de llevar la acción de RoboCop a nuestras pantallas ha sido en forma de un first person shooter muy peculiar debido a la naturaleza de nuestro personaje, no hay que olvidar que RoboCop es un cíborg creado con los restos del agente Alex Murphy y su cuerpo es prácticamente más máquina que humano, por lo que nuestro protagonista es relativamente lento y pesado y esto ha sido reflejado a la perfección en el videojuego. Después de un nivel introductorio para que nos hagamos a los controles y el gunplay del juego con bastantes secuencias de acción -lo mejor del juego-, nos espera comenzar nuestra nueva misión partiendo de la icónica comisaría de la película y se seguirá desarrollando por las calles de Detroit y varias zonas más donde además podremos realizar otras misiones secundarias.

Casi diez horas lleva completar el juego, unas pocas más si queremos realizar todas las misiones secundarias y desarrollar al máximo las habilidades y mejoras de RoboCop -con la puntuación de cada misión, objetivos conseguidos, y la recogida de evidencias de crímenes o retirada de Nuke -droga- de las calles conseguiremos puntos con los que activar estas habilidades-. Habrá momentos donde podamos razonar con los NPCs y a lo mejor evitar una situación aún peor, atender en el mostrador de la comisaría, detener, apercibir o poner multas, todo desde un punto de vista más satírico y con misiones secundarias menos inspiradas que la misión principal pero que cumplen su función de ganar experiencia extra para ir mejorando a nuestro personaje.

A la hora de entrar a la acción, la estrella es la Auto 9, la pistola de RoboCop que funciona casi como una ametralladora dadas las ráfagas de balas que dispara de forma continua, además podremos ir mejorándola durante nuestra aventura. Dispondremos también de un arma secundaria que podremos recoger de las armas que suelten los enemigos, pero dado que esta arma secundaria necesita munición y la Auto 9 no, pasaremos gran parte del juego con esta. Como ya hemos dicho RoboCop es lento, y no puede saltar o usar coberturas de forma eficiente, por lo que se sirve de su gran resistencia a las balas para afrontar los tiroteos de forma frontal, lo cual esta muy bien conseguido y es muy divertido, aunque la recta final del juego esto se vuelve en nuestra contra cuando la IA enemiga pasa de hacerlos carne de cañón a convertirlos en máquinas de matar sin que el juego nos de las herramientas para superar las refriegas de forma más eficiente.

Visualmente RoboCop: Rogue City es un juego bastante cumplidor. No estamos ante una superproducción y sin embargo se nota el mimo y el esfuerzo que Teyon ha puesto en reproducir fielmente la ambientación de las películas y el viejo Detroit. Sin esperar virguerías gráficas nos espera un apartado gráfico bien resuelto que brilla especialmente en los momentos de acción con entornos hasta cierto punto destruibles y efectos gráficos bastante llamativos. Quizá donde bajamos un escalón es en las reproducciones faciales de personajes secundarios, enemigos y transeúntes de las calles de Detroit donde notaremos claramente una calidad inferior y una repetición de modelos evidente -especialmente en los enemigos-. Respecto a la banda sonora y a los efectos sonoros no podemos más que rendirnos, pues Chris Detyna, a recuperado algunos temas míticos de las películas de RoboCop y sonidos originales que nos hacen meternos en la piel del agente Murphy de manera inmejorable.

RoboCop: Rogue City es el mejor juego de RoboCop creado hasta la fecha. A pesar del cariño que le podamos tener a las entregas de 8 bits de Ocean o Data East, lo cierto es que la potencia de los sistemas actuales y el buen hacer de Teyon han conseguido reproducir el Detroit de la película de Paul Verhoeven de una forma totalmente convincente e incluso cinematográfica. Las calles decadentes de la vieja Detroit están aquí, nuestra compañera Anne Lewis esta aquí,  la comisaría de policía del Sargento Warren Reed esta aquí, la OCP está aquí,  ED-209 está aquí, e incluso RoboCop 2.0 también está aquí. Con un par de vueltas de tuerca argumental hasta podría funcionar como una película secuela de las dos primeras y esto habla muy bien del esfuerzo y el cariño de Teyon por el personaje y su franquicia. Hay varias cosas mejorables, eso es cierto, pero no por ello no podemos dejar de recomendar este gran juego.