¿Quién no ha soñado alguna vez con ser el dueño de una tienda de acuarios? Seguramente nadie, para qué nos vamos a engañar, pero los videojuegos nos permiten vivir vidas que normalmente no podemos en la vida real y aquí es donde entra el título de hoy. Aquarist ha sido desarrollada por Freemind S.A. -desarrolladora centrada principalmente en juegos «cozy» que ya nos trajeron en el pasado títulos como House Builder– y se pone hoy a la venta como juego completo después de salir de su acceso anticipado.
En Aquarist, como su propio nombre indica, seremos los encargados de una tienda de acuarios en un juego de simulación y gestión en el que los peces será los principales protagonistas. El modo de juego principal, el modo aventura, nos ofrece el desarrollo de nuestro personaje desde que recibe su primer acuario siendo niño hasta llegar a regentar nuestro propio imperio oceanográfico a través de una serie de trabajos.
Las primeras misiones sirven a modo de tutorial y nos preparan para lo que está por venir, comenzando como ya decimos por tener nuestro primer acuario pequeño en nuestra habitación a modo de prueba inicial antes de dar el salto a más responsabilidades. Desde el primer momento queda claro que eso de que los acuarios son un hobby relajante solo lo dicen quienes nunca han tenido uno ya que nos cargarán de tareas y habrá que tener en cuenta montones de detalles para sacar adelante a nuestras mascotas de forma óptima.
A través de una vista en primera persona, habrá que realizar tareas tales como limpiar el verdín, controlar la temperatura del agua, vigilar el filtro, decorar el acuario, cambiar el agua sucia, etc… La mayoría de estas tareas requieren realizar un pequeño minijuego o Quick Time Event para ser cumplidas pero no tienen más complejidad más allá de eso, aún estamos en la parte sencilla de este juego, lo complicado no tardará en llegar.
Si la limpieza y puesta a punto del acuario es la parte simple del juego, el cuidado y supervivencia de los animales es el verdadero reto. Tenemos una buena variedad de animales marinos y de agua dulce a los que cuidar, variedad que va aumentando a medida que vamos subiendo de nivel y desbloqueando nuevos objetos. Cada especie de pez tiene sus propias necesidades que cumplir y normalmente no coinciden con las de otras especies, esto hace que juntarlas en un mismo acuario -muchas veces requisito indispensable- sea un verdadero quebradero de cabeza hasta encontrar las condiciones óptimas que satisfagan a todos por igual.
Pero como habíamos dicho, también estamos ante un juego de gestión y no solo de cuidar acuarios vivimos, sino que además tendremos que llevar adelante nuestro negocio. Tras las primeras misiones se nos desbloquea la tienda y nuestra tarea será la de satisfacer a los clientes que vengan en busca de productos o mascotas. Comenzaremos en nuestro propio local que no solo tendremos que reformar en una mecánica al más puro estilo House Flipper 2, sino que habrá que tener en cuenta el horario de apertura y de cierre para que nos dé tiempo a dejarlo todo listo de cara a la clientela. Quizás a estas alturas el juego no resulta tan relajante como se esperaba en un principio, ya que hay una gran multitud de elementos que tener en cuenta y tendremos poco tiempo para el esparcimiento personal.
En cuanto a los defectos más notables que hemos podido encontrar en Aquarist, la mayoría está relacionada con el apartado de quality of life. Tanto la interfaz como la navegación por los menús son poco intuitivos, por ejemplo a la hora de seleccionar objetos de nuestro inventario que solo podremos hacerlo a través del teclado numérico sin poder usar la rueda del ratón. Los controles también dejan un poco que desear, ya que para realizar alguna de las acciones tenemos que pulsar combinaciones de botones muy extrañas y además algunas acciones están asignadas a teclas que son poco naturales y constantemente nos veremos deshaciéndonos de objetos sin pretenderlo. También se hace muy difícil hacer click en cada pez para ver su estado debido a su reducido tamaño y a que están en constante movimiento.
Como complemento al modo historia del juego también tendremos disponible el modo Diseñador, lo que viene a ser el equivalente al «modo sandbox». En este modo podremos crear nuestros propios acuarios a nuestro gusto sin límite de presupuesto ni la necesidad de sacar adelante nuestro negocio, solo nosotros y una habitación vacía donde hacer lo que nos plazca sin presiones. Esto viene bien si lo que queremos es vivir la verdadera experiencia relajante que se supone debe conllevar un acuario y no preocuparnos de nada más.
También comentar que como pequeño añadido en la más reciente actualización, ahora tendremos la oportunidad de convertirnos nosotros mismos en peces, o mejor dicho, podremos meternos en la piel de los peces que tengamos en el acuario. Haciendo click en cualquier pez en el modo de visualización, pasaremos a una vista en primera persona del animal en cuestión y podremos nadar libremente por el acuario. No es que suponga una revolución jugable, pero me parece un añadido gracioso y entretenido que le da un toque aun más curioso al título.
Gráficamente tengo que decir que me ha sorprendido, el apartado visual es bastante bueno para lo que viene siendo habitual en este tipo de juegos aunque tampoco es que resulte deslumbrante, especialmente los modelados humanos y algunos efectos gráficos dejan bastante que desear. Respecto al sonido, en nuestras misiones nos acompañarán melodías de smooth jazz que se agradecen bastante y producen una sensación de relax que ayuda a meternos en el juego. Aquarist además se encuentra con textos en castellano, entre otros idiomas.
Aquarist quizás no sea el mejor de los juegos de simulación, pero sí que resulta bastante completo y con mucho contenido que nos dará para varias horas de entretenimiento. Se trata de una apuesta diferente que va más allá de la simple simulación y se esfuerza en aportar elementos jugables que supongan un verdadero reto. Si sois amantes de los juegos de simulación y queremos romper con el tópico de que los acuarios aportan mucha paz, este es vuestro juego.