Minimol Games, y su editor, QUByte Interactive, ya son viejos conocidos de 33bits. Si nos ponemos a jugar a varios de sus juegos, pronto nos daremos cuenta de que tienen conceptos bastante similares. ¿Es esto malo? Para nada, de hecho, muestran una especialización que puede conseguir que su nivel como diseñadores solo vaya en aumento. ¿Queremos un juego de puzles utilizando piezas de ajedrez? Minimol Games. Y en este sentido llega Chess Knights: Viking Lands para la consola híbrida de Nintendo. Pero ¿qué nos ofrece este que no ofrezcan los demás? Vamos a verlo.

Primero de todo, más puzles. Obviamente. No encontramos en una incursión vikinga, y nuestras tropas tendrán que avanzar por distintos parajes para alcanzar nuestro objetivo. Porque, además, esta vez, y al contrario que en los Knight Swap, por ejemplo, tendremos un contexto, pequeñas historias donde deberemos rescatar a nuestros camaradas, llegar a lugares seguros, o simplemente eliminar a todos nuestros enemigos.

Todo esto en pequeños tableros de ajedrez adornados con bonitos escenarios donde pasará la acción. De esta manera, se nos otorgarán diversas piezas del famoso juego de mesa y tendremos que manejarlas para cumplir nuestros objetivos de la misma forma que manejaríamos las piezas de siempre: el caballo se mueve en L, el alfil en diagonal… Podríamos definirlo como un sucedáneo de XCOM con piezas de ajedrez.

Chess Knights: Viking Lands es difícil. Probablemente el juego más difícil que este servidor ha analizado por parte de Minimol Games. Y hemos analizado ya unos cuantos. Pronto nos daremos cuenta de que la dificultad pegará un salto importante tras los primeros escenarios, y nos costará sudor y lágrimas superar todos y cada uno de los puzles que se nos ofrece. Puede ser frustrante -para mí lo fue, un poco-, pero también estimulante si queremos un desafío mental continuo. Y bueno, siempre tenemos el botón de «Deshacer« si nos equivocamos en un movimiento. Pero solo podemos deshacer un movimiento, así que si nos vemos mal, o reiniciamos el escenario, o apechugamos con lo hecho. Ya se sabe, «pieza en la mesa, pesa». Más o menos.

Pero vamos al, sin duda, mayor problema que tiene esta entrega de la serie Chess Knights. Y para ello os explicamos una de las líneas editoriales de 33bits: Normalmente, cuando analizamos un juego multiplataforma, aunque lo analicemos en una consola concreta, solemos indicar todas las plataformas para las que sale. Y sin embargo, aquí se ha indicado que este análisis es solo para Nintendo Switch. Y esto tiene una explicación: el control.

No dudo que el control en PC, con teclado y, sobre todo, ratón, sea bueno. Pero la adaptación al pad, o, al menos, al pad en Switch, es horrible. No entiendo como una compañía con ya varios juegos del estilo en su haber con buenas adaptaciones puede hacer una conversión así. Donde en otros juegos seleccionamos una pieza y movemos el cursor sobre los posibles sitios a las que podemos moverla, aquí tendremos una pequeña flecha alrededor de la pieza elegida que nos servirá como indicador de dirección, y un pequeño círculo que nos servirá como destino. El problema es que ni la flecha ni el círculo son demasiado visibles, y muchas veces estaremos viendo la flecha apuntando a una dirección y no sabiendo exactamente a qué posición la vamos a mover. A eso no ayuda una cámara que siempre intenta utilizar el ángulo que más nos complicará visualizar el destino de cada pieza.

No solo eso, sino que la dirección depende de como movamos el joystick. Esto que parece obvio significa a que si estamos apuntando a un lado y por algún casual nos tiembla la mano, estamos nerviosos, o cualquier otra situación, puede que se nos vaya un pelín el joystick y apuntemos donde no es. Al final estas cosas no importan tanto en un juego donde el ritmo es muy lento y además tenemos un botón de deshacer, pero si yo juego a un juego de puzles prefiero tener la mente concentrada en el puzle en sí, no batallando con un control claramente poco testeado.

Aunque bien, al final Chess Knights: Viking Lands vale 2 euros, por lo que tampoco podemos pedir demasiado. Si queremos un juego de puzles, no es una mala opción, pero si yo tuviese que comprar uno de los juegos de Minimol Games, elegiría claramente cualquiera de los otros -que no son malos en absoluto- antes que este mismo. O eso, o compraría la versión de PC.

 


Este análisis ha sido realizado en Nintendo Switch mediante una copia cedida por QUByte Interactive