No hace mucho que el mundo vio como Elden Ring se alzaba con el título de juego del año, aunque todavía nos toca esperar para el DLC del premiado videojuego de From Software y su prestigioso creador Hidetaka Miyazaki. En este tiempo no han sido pocos los títulos que han surgido dentro de este género que está tan de moda y hoy probamos Dead Ink, un curioso souls vertical creado por un solo desarrollador con vista cenital de lo más original. En 33bits hemos probado el título de Offwidth Studios y os cuento porqué deberías probarlo:

Como solemos estar acostumbrados los jugadores habituales de estos títulos, aquí la historia no es el fuerte. Normalmente la historia suele estar explicada de forma críptica, en este caso Dead Ink cumple su cometido ya que desde el principio no sabremos nada, iremos descubriendo lo que ocurre conforme descendemos la torre, aunque sí que podemos saber cómo llegamos a ella. Es el año 2207 y convertido en un piloto de pruebas somos el encargado de un viaje cuántico que no sale del todo bien, y hasta aquí puedo decir sin decir ningún spoiler.

Menú de impresión.

Como bien dije anteriormente, la magia de este souls está en su simple jugabilidad, bien combinada con una vista vertical cenital. No es usual encontrar juegos del género con esta vista, aunque sí que recuerdo un título con idea similar, Devil Slayer – Raksasi, aunque este último no logró profundizar tanto como lo logra Dead Ink.

Dead Ink contiene todo lo que puede necesitar un juego de la saga de From Software, aunque logra innovar dificultando el avance a cada paso. En este juego no tendremos un inventario infinito, ni siquiera tendremos un inventario como tal. Antes de ingresar en el mundo podremos elegir qué llevar: espada, alabarda, escudo, bonificadores temporales o incluso objetos equipables. Estos en muchas ocasiones necesitan ser desbloqueados mediante planos de fabricación que encontramos por la torre. 

El tutorial en este juego será prácticamente insignificante, no encontraremos un prólogo para explicar las mecánicas, para eso contamos con las primeras plantas donde mensajes emergentes nos ayudarán a comprender las mecánicas. El sistema de combate es simple, un arma que realiza ataque flojo, fuerte y un escudo para cubrirse o hacer parry. En este caso rodar o usar el arma no nos consumirá stamina, únicamente perderemos armadura cuando nos cubramos con nuestro escudo. Desde un primer momento el videojuego recomienda el uso de mando, aunque también permite ser jugado con teclado y ratón, lo único malo es que no podremos cambiar la combinación de teclas.

Dead Ink logra mediante su impresión alejarse de la saga souls, ya que las impresoras harán de hogueras, serán puntos de guardado y permitirán realizar viajes rápidos. Pero al usar uno de estos nuestro huésped morirá, perdiendo toda la tinta que haya conseguido. Es importante que las impresoras tengan siempre tinta o puede que en algún momento no podamos aparecer allí, teniendo que repetir el camino para meter un poco de tinta. 

Si morimos en combate o por una caída -algo usual- perderemos nuestra tinta- el equivalente a las almas de la saga souls- aunque es cierto que con una reimpresión podremos recuperarla en el lugar de muerte. En cambio, si volvemos a morir perderemos definitivamente la tinta. Ese es quizás el punto más diferenciador con respecto a la saga Dark Souls, la tinta es tan importante que sin ella no podremos viajar por las distintas impresoras que forman parte de la torre. Por suerte este no es el único método para movernos, ya que encontraremos bastantes atajos que allanaran nuestro camino en caso de perder tinta. Además, como siempre ocurre en estos juegos, a medida que profundicemos iremos viendo enemigos más poderosos y temibles jefes. Si bien no tienen unos patrones muy complejos hasta donde hemos podido ver, el daño que infligen estos puede llegar a deleitarnos, espero que en esto influyen las mejoras. 

Si os fijáis en la imagen que he puesto, hay una zona que pone mejoras. Mis muertes dejé de contarlas con el paso de las horas y aunque haya logrado llegar a pisos más inferiores, no he logrado ver la zona llamada mejoras, aunque puedo suponer que en ella podremos subir el nivel del huésped para que realice mucho más daño. 

Por último, en Dead Ink es importante hablar del diseño de niveles, donde no me ha quedado otra que bajarme los pantalones y admirar como con tan pocos elementos, es posible crear un diseño de niveles tan acertado. Cómo dije hace unos párrafos, el título juega con la verticalidad como podemos apreciar en cada captura. Al principio pensé que este estilo visual me generaría dolores de cabeza, para mi sorpresa no fue así y mi primera partida duró ya unas cuantas horas. La torre está muy bien estructurada y es posible que en ocasiones no veamos la bajada al siguiente nivel, pues posiblemente tenemos que descender por un saliente. Esta original mecánica que nos juega una mala pasada visual, me ha resultado de lo más satisfactoria. 

En cuanto a lo visual, el título opta por un diseño voxel con un sorprendente diseño de luces y sombras que envuelve esta fascinante aventura. En cambio, en el apartado sonoro el título ofrece muy buena banda sonora, aunque en ciertas ocasiones ésta se corta y no acompaña al combate, siendo algo molesto. Además también se ha pensado en los streamers y los youtubers, incorporando un botón para eliminar la música con copyright desde el menú de ajustes, sin duda una gran opción de accesibilidad. Dead Ink también llega subtitulado al español entre otros idiomas. 

En definitiva, Dead Ink se trata de un notable Soulslike con mucha personalidad que logra destacar dentro de un género muy quemado entre otras cosas por su sorprendente juego de luces y brillos. Se nota que el bueno de Ben le ha puesto mucho esmero a este apartado. Sin duda se trata de un juego más que recomendado para amantes del género, que puede ser algo difícil para iniciarse. 

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Offwidth Games