Tras el estreno del magnífico DOOM Eternal en marzo de este año, sabíamos ya de antemano que el juego contaría con DLCs o expansiones que continuarían expandiendo tanto la historia como el contenido jugable. Y la primera de esas expansiones ya ha llegado con The Ancient Gods, la primera parte de dos -o más, presumiblemente- que vuelve a ponernos a los mandos del Doom slayer en su cruzada contra los demonios del infierno.

The Ancient Gods empieza donde terminó el juego base, tras acabar con el icono del pecado y librar La tierra de los demonios, pero al haber acabado también con la vida de la Khan Maykr -lider del reino celestial- ahora los demonios han invadido el paraíso y siguen campando a sus anchas. Ahora el Doom Slayer tiene que unir fuerzas junto a sus antiguos enemigos, los serafines, para restaurar el equilibrio y el orden natural de las cosas.

Y lo que ofrece The Ancient Gods Parte 1 no es más que una nueva campaña que sirve a modo de secuela, con nuevos niveles, enemigos, desafíos y otras tantas novedades. Esta expansión es además autojugable, por lo que no es necesario tener el juego base ni haberse terminado la campaña para acceder a él, aunque es muy aconsejable hacerlo porque desde el principio contaremos con todas las armas desbloqueadas y el DLC asume que ya somos unos experimentados manejando al Doom slayer.

Lo de que es recomendable haberse pasado la campaña para jugar al DLC no es ninguna milonga, de hecho diría que es casi obligatorio hacerlo si queremos tener una oportunidad. Y es que en Id Software se han tomado al pie de la letra la frase de «si quieres caldo, toma dos tazas» y han aumentado la dificultad de una manera bestial, algo que se puede ver desde los primeros minutos de juego, donde nos mandarán enfrentarnos literalmente a la galería completa de enemigos de DOOM Eternal, y la cosa no hace más que escalar en dificultad a partir de ahí. Un reto bastante duro incluso en las dificultades más bajas.

El gameplay sigue siendo tan brutal y perfecto como siempre, igual de violento y fluido en su manejo, con varios tipos de ejecuciones de los enemigos según el ángulo en el que pulsemos el botón de acción. Se han incorporado nuevos tipos de enemigos a los que enfrentar, aunque no demasiados, destacando sobre todo las torretas demoníacas que tendremos que eliminar disparando sobre su ojo, o los espíritus, quienes poseerán el cuerpo de algunos enemigos y debemos derrotarlos antes de que vuelvan a introducirse en otro cuerpo.

Vamos encontrar también otro nuevo tipo de coleccionables: las runas de apoyo, que podremos equiparlas en un hueco aparte de las runas normales y nos proporcionarán ciertas ventajas en la jugabilidad, especialmente de apoyo como su propio nombre indica. Por supuesto, no faltarán los demás tipos de coleccionables que ya vimos en el juego base, entre ellos los ya conocidos «secretos», los desafíos o las arenas de combate, que siguen siendo igual de duras y requieren que encontremos una llave oculta para poder acceder a ellas.

En este DLC contaremos con tres nuevos niveles, una cifra que puede parecer algo baja, pero teniendo en cuenta la longitud de los mismos y comparándolos con los niveles de la campaña original, nos pueden proporcionar perfectamente unas 5-6 horas de juego extra en la primera pasada. Por supuesto, podemos rejugar los niveles tantas veces como queramos y en varias dificultades, por lo que si nos quedamos con ganas de más DOOM -algo difícil teniendo en cuenta la cantidad de contenido del juego base-, aquí vamos a tener para rato.

Visualmente sigue siendo igual de impactante, con una ambientación demoníaca e infernal que es una auténtica obra de arte, al igual que el magnífico rendimiento, alcanzando altas tasas de frames incluso es los equipos de gama baja. No obstante, es necesario mencionar una serie de bugs que yo mismo he llegado a sufrir, entre ellos algunos como glitches gráficos, scripts que no se activan y requieren cargar el anterior punto de control o desaparición de ciertos objetos. El más grave lo he sufrido con un script en concreto que no se ejecuta y sin el cual no se puede seguir avanzando, y a pesar de haber intentado todo lo posible, ahí sigo sin poder avanzar. Por lo comentado en foros y redes, se trata de un error generalizado normalmente asociado a la falta de potencia del equipo en el que se ejecuta, así que quedaremos a la espera de que Id software nos brinde un parche que lo solucione, el cual a día de hoy parece que ni está ni se le espera.

En cuanto al apartado musical, ha habido cambios en la banda sonora tras la marcha del anterior compositor, Mick Gordon, el cual abandonó la compañía tras cierta polémica con el uso de sus temas. La labor recae en esta ocasión en Andrew Hulshult y David Levy, quienes firman una cantidad de temas que hay que reconocer que siguen estando a la altura, respetando el estilo brutal metal del que hacía gala el juego original y creando una ambientación magnífica que hace que nos entren ganas de vaciar los cargadores a todo bicho viviente.

En resumen, The Ancient Gods Parte 1 nos ofrece otro trozo más del pastel, igual de rico y sabroso, pero quizás algo repetitivo tras habernos comido la tarta entera. Quien venga del Doom Eternal original encontrará una continuación de la historia que ya vimos en el juego y un más de lo mismo, lo cual no es malo en este caso, mientras que quien decida afrontar el DLC directamente se va a llevar una sorpresa en cuanto a la dificultad y la jugabilidad. A pesar de todo, por supuesto que no podemos hacer otra cosa que recomendarlo con mucho gusto.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Ziran