Hammerwatch II llega después de muchos años de la primera parte -y no tanto de la segunda parte en forma de expansión, llamada Heroes of Hammerwatch- y las expectativas son bastante altas. Sin embargo, aunque jugablemente Hammerwatch II es un título muy sólido, se esperaba una experiencia multijugador a la altura de la saga, pero lamentablemente no ha sido así. Pero vamos por partes.
Hammerwatch II es un juego de acción por encima de todo, pero argumentalmente se toma demasiado a sí mismo. Nada más comenzar unas capturas juntos a una buena cantidad de texto explica lo acontecido en los anteriores juegos. Una buena forma de entrar en la saga si no has jugado a anteriores entregas, pero nada realmente interesante. La trama de esta saga no es algo a tener en cuenta. Sin entrar en detalles, os comentaré que la fantasía clásica es básicamente el pilar fundamental que veremos a lo largo y ancho del título.
Y con lo que he explicado de la acción, ha de quedar claro que este juego se desmarca del estilo roguelike de los anteriores para pasar a ser un juego estilo Diablo, donde tenemos que matar enemigos para conseguir equipamiento nuevo. Al morir solo perderemos oro -y tiempo-. De hecho, dependiendo de donde queramos aparecer, podremos pagar más o menos oro.
Para comenzar, Hammerwatch II ofrece cinco clases distintas, que se jugarán de formas muy dispares. Tendremos desde poderosos magos a descarados pícaros, cada uno con una buena variedad de habilidades y un gran loot propio de esa clase. Personalmente he jugado con el pícaro, y no podría estar más contento. El pícaro tiene una habilidad para lanzar cuchillos, una habilidad cuerpo a cuerpo típica y una bomba que tiene ataque en área. También tiene un teletransporte o “dash” para evitar enemigos.
El movimiento y ataque de los personajes está muy pulido. El control es una maravilla, tanto con mando como con teclado, y es un disparar, lanzar y atacar a los enemigos mientras los esquivas. Para llevar a cabo estas acciones necesitas tanto resistencia como maná, y tendremos que vigilar el gasto de los mismos de forma constante. Uno de los problemas que tuve es que, al subir de nivel la bomba de mi personaje, gastaba bastante más maná del que tenía, por lo que no podía usar este poder tan a menudo. Es interesante tener en cuenta estas cosas al subir de nivel al personaje.
El loot que iremos descubriendo es extraño. Encontraremos decenas e incluso centenares de objetos que nos servirán para fabricar cosas como pociones o equipo. Por poner un ejemplo, he conseguido centenares de setas en la primera hora de juego, ya que están en grupos grandes. Sin embargo, el equipo tal cual es complicado de conseguir, e incluso matando a un buen número de enemigos no sueltan suficientes cosas interesantes. Creo que el loot del juego necesita unos cuantos cambios.
Las misiones de Hammerwatch II tampoco son nada del otro mundo, y de hecho algunas pueden darnos problemas. Lo que tenemos que hacer nunca dista mucho de lo visto en juegos de este estilo, matar a cierto enemigo, liberar alguna zona… cosas típicas. Lo raro es el límite de tiempo secreto que poseen algunas de las misiones, y que se darán por fallidas si no las cumplimos a tiempo. Algo arbitrario que en mi opinión no le hace ningún favor a una experiencia de estas características, donde acumulamos misiones sin darle mucha importancia. Tampoco ayuda el ciclo de día y noche que hace que algunos de los NPCs no estén cuando los necesitamos. Este es un claro ejemplo de que más no es siempre mejor. Un enfoque más simple hubiera sido mejor recibido.
Aunque como he dicho, el combate es divertido, pero a veces llegar a disfrutar del mismo puede ser un poco tedioso. Simplemente la ausencia de viaje rápido hace que ir de un punto a otro pueda ser demasiado largo, y con muchas cargas entre unas zonas y otras- Aunque cabe decir que esos tiempos de carga son muy muy reducidos, si que hay veces que para entrar en una simple casa tendremos que esperar esos segundos. Sin tiempos de carga el juego ganaría enteros, eso por descontado.
A pesar de que el juego merece la pena jugarlo solo -como es el caso de este análisis-, está pensado para hacerlo con amigos; con hasta un total de tres. Lamentablemente Hammerwatch II no está diseñado para jugar en pantalla partida, algo que creo que le vendría a las mil maravillas. Habrá que conformarse con el cooperativo en línea. Como punto divertido, quería comentar la aparición de un minijuego en forma de cartas, que a pesar de ser simple me ha parecido entretenido.
Algo muy positivo del título es lo precioso que ha quedado. El pixel art es maravilloso y los escenarios y animaciones son un placer visual. Como punto negativo, a veces es complicado saber qué camino es transitable y cuál no, sobre todo en las zonas de mucha vegetación. Sin embargo, Hammerwatch II tiene un perfecto minimapa que servirá para orientarnos en esos momentos de duda. La música es lo esperado de un juego de estas características, pero nada de lo que he escuchado llega a ser memorable.
En conclusión, Hammerwatch II es un más que sólido juego de acción, que se aleja de sus predecesores y que tiene alguna decisión cuestionable. Se trata de un juego muy divertido que ha salido a la venta prácticamente sin bugs y con una acción muy refinada. Si podéis pasar por alto los problemas antes mencionados, os aseguro que os entretendrá un rato muy largo.