La acción bélica ha estado desde siempre representada en el mundo de los videojuegos, de una u otra forma, en un género o en otro, pero siempre hemos tendido a hacer de los conflictos armados una oportunidad lúdica de diversión -sin frivolizar en ello-. Los helicópteros han sido una parte importante de los conflictos armados modernos, desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días y como tal también han sido representados en el mundo de los videojuegos, aunque es cierto que no es tan común ver juegos de helicópteros en nuestros días.
Los juegos de helicópteros en conflictos armados tuvieron su auge en los años 90 cuando grandes títulos como Apache, Jane’s AH-64D Longbow, Hind, o la franquicia Comanche peleaban por capitanear este segmento de mercado, aunque todos con sus más y sus menos lo hacían a través de la simulación -mención aparte a la franquicia Strike de Electronic Arts que apostaba por una jugabilidad totalmente diferente-.
Han seguido apareciendo videojuegos de helicópteros a lo largo de los años, quizá sin volver a alcanzar el éxito de sus predecesores -solo hay que ver el caso del último Comanche– pero el estudio JetCat Games junto a la editora Klabater quisieron en 2016 ocupar este segmento con Heliborne, un juego basado en conflictos reales con modelos de helicópteros reales pero desde un punto de vista más arcade, aunque esto lo matizaremos más adelante.
Como era de esperar, desde que el juego fue inicialmente lanzado en 2016 en Early Access para PC -alcanzando su versión 1.0 en 2017- hasta la reciente versión de PlayStation 5 que nos ocupa -habiendo pasado también por la anterior generación-, el juego ha recibido varios cambios y novedades a lo largo de los años, incluyendo una actualización del engine de juego, una nueva interfaz y la opción de jugar los mapas a distintas horas del día. Aunque se ha mantenido el número de misiones reales, se ha alcanzado la friolera cantidad de 57 modelos de helicópteros distintos entre modelos reales y prototipos, cada uno diferenciado con sus físicas y peculiaridades de manejo y su armamento, lo que demuestra el gran trabajo de documentación realizado por la desarrolladora.
La propuesta de Heliborne es sencilla y atractiva, se nos presentan seis escenarios basados en conflictos reales: Operación Nguyen Hue en Vietnam, Golfo de Tonkin en Vietnam, Provincia de Badakhshan en Afganistán, Región de Khost en Afganistán, Kosovo, y Sahara en África del Norte. Además tenemos la misión ficticia Operación Fznamznon, en las ficticias Islas Binomo, y un mapa de entrenamiento. Todos los modelos de helicópteros están englobados en cuatro generaciones diferentes y cada mapa esta diseñado para una de estas generaciones en concreto.
El juego dispone de modo multijugador online y ciertamente es el modo de juego al que esta más orientado el título de JetCat Games, con opción de juego cooperativo en las distintos mapas, y juego competitivo de hasta 10 jugadores en dos tipos de modalidades Domination y Frontline cada una con unos mapas determinados. Cada mapeado nos propondrá misiones de distinto tipo como capturar una posición, mantener una posición del avance enemigo, destruir objetivos terrestres, proteger convoyes, etc. El estudio no se ha olvidado de la importancia de incluir un modo para un solo jugador, que en este caso incluye un modo Campaña para revivir los conflictos en los que están basados los mapas y un modo para jugar contra la CPU en los mapeados existentes pero eligiendo las reglas, condiciones del juego y objetivos creados aleatoriamente.
No dispondremos de los 57 modelos de helicóptero desde el principio, sino que tendremos que ir adquiriéndolos y desbloqueándolos conforme vayamos subiendo de rango en el multijugador -por eso decimos que el juego esta más orientado a este modo-. Podremos crear escuadrones personalizados con nuestras máquinas favoritas para afrontar las misiones con ellos. A la hora del manejo es donde debemos matizar lo de la jugabilidad arcade del título, pues si bien esto no es un simulador del que tengamos que estar pendientes de decenas de parámetros para volar con garantías -todo esta más enfocado al combate y acción directa- volar y controlar un helicóptero en Heliborne no es tampoco tan sencillo y requiere un poco de aprendizaje y práctica.
Heliborne es un juego indie y el apartado técnico y visual da cuenta de ello. No esperemos representaciones superrealistas de los mapeados, que están bien y cumplen con su cometido y representación geográfica, pero que fuera de eso adolecen de falta de detalle en algunas texturas y de popping -particularmente en las unidades enemigas que aparecen de repente más cerca de nosotros de lo que nos gustaría. Donde si se nota bastante trabajo y mimo es en el diseño de los helicópteros, muy bien recreados. El apartado sonoro es bastante acertado con temas que acompañan la acción y nos recordarán a la época en la que están ambientados los conflictos.
Sin duda estamos ante un título interesante para cualquier jugador que sienta interés en ponerse a los mandos de un helicóptero de combate, contando con modelos reales que van desde 1955 hasta los 2000, en los que el estudio ha puesto mucho mimo. Pero Heliborne no es una gran producción y el apartado técnico se adolece de ello, y de ser un título de 2016 que ha ido recibiendo retoques sobre la marcha, aunque también contenido adicional y esto si es de agradecer. A pesar de que el enfoque es mayormente multijugador -y veremos si en PlayStation 5 hace comunidad- también es recomendable en solitario, sobre todo si te gustan este tipo de juegos.