Hace ya cinco años que Horizon Chase Turbo fue lanzado, una versión mejorada del Horizon Chase que vio la luz unos años antes, sin hacer ruido pero abriéndose hueco por mérito propio, en plataformas móviles. Ahora nos llega su secuela para Nintendo Switch y para PC como exclusiva de EPIC Store, tras haber realizado un recorrido similar, y haber pasado primero por la plataforma Arcade de Apple.

Y es que la compañía brasileña afincada en Porto Alegre, Aquiris Game Studio, sorprendió en su momento a la comunidad al traer un juego, con aspecto de título independiente de factura visual agradable pero modesta, pero capturando toda la esencia de los títulos arcade de carreras de hace unas cuantas décadas, suponiendo un éxito entre el público y la crítica.

En esta ocasión, Horizon Chase 2 hereda de forma impecable ese amor por la conducción de los salones arcade de los ochenta y parte de los noventa. A la mente se nos vendrá, como no puede ser de otro modo, la saga Outrun, pero aquel sistema de conducción directa y divertida era marca de su época y trascendía la saga de SEGA, y de hecho es evidente por la aparición del título que nos ocupa y otros muchos que dejó una huella imborrable en la historia del videojuego.

En este aspecto, por tanto, no hay sorpresas en la secuela. Aunque sí que tendrá las características propias que harán que el juego se sienta algo cambiado en ciertos aspectos. Llamará la atención, por ejemplo, que durante las carreras, si bien volveremos a encontrarnos una serie de ítems en el recorrido que podremos recoger, como los escudos de victoria o de nitro, que nos permitirán activar el turbo, hay uno muy evidente que ha desaparecido por completo, hablamos del combustible.

Si bien en la primera entrega teníamos un medidor de combustible que iba menguando con nuestra conducción, y que debíamos mantener recogiendo ítems de combustible repartidos por el circuito, ahora no tendremos que preocuparnos por ello. Esto, en cierto modo, simplifica el juego y lo asemeja algo más a la mayoría de los títulos clásicos de los que bebe, aunque puede que haya gente que eche en falta ese añadido. Tal vez hubiera sido mejor poder activar o desactivar en las opciones la necesidad de tener este aspecto en cuenta.

El tacto del coche, la sensación de velocidad, se mantienen intactos, y el estilo de conducción también. Este, por supuesto, estará necesariamente vinculado al vehículo que escojamos para la carrera. Podremos escoger entre cuatro vehículos iniciales, y desbloquear hasta seis más a medida que terminemos el recorrido en cada país. Habrá igualmente otras dos sorpresas que podremos desbloquear si cumplimos una serie de requisitos como conseguir oro en absolutamente todas las competiciones.

Aparte de ello, podremos mejorar los vehículos que ya poseemos. Y podremos hacerlo de una forma meramente estética pero también en cuanto a su rendimiento. Para lo primero bastará con invertir el dinero que vayamos consiguiendo, independientemente de qué vehículo hayamos utilizado para nuestras carreras, y con ello podremos comprar nuevos colores, llantas o variaciones de la carrocería. Pero para lo segundo, tendremos que conseguir experiencia con dicho coche de forma específica para poder mejorarlo y conseguir mejor agarre, aceleración, velocidad punta o duración del nitro. Cada valor de las opciones que se nos ofrecen como suspensión, toma de aire o caja de cambios, nos mejorará uno o más de dichos aspectos.

La cantidad de contenido es más que suficiente para asegurar un buen montón de horas. Tendremos que superar seis países, a saber: Estados Unidos, Brasil, Marruecos, Italia, Tailandia y Japón. En cada país tendremos tres zonas distintas, y en cada zona tendremos que superar tres circuitos de forma obligatoria y, además, tendremos un circuito contrarreloj opcional. Eso nos da, de forma general y con alguna excepción, doce circuitos por país por cada uno de los seis países, una cifra nada desdeñable.

Por si nos pareciera poco, tendremos también la opción de disfrutar de varios torneos que se desbloquearán a medida que superamos los circuitos anteriormente mencionados y, además, una serie de retos online. Y es que el online, en un juego de este tipo, le da una segunda vida e incluso, para muchos, se puede convertir en su modo principal de disfrute.

Pero no solo de online vive el jugador. Y es que si venimos de la vieja escuela, es posible que también nos guste disfrutar en persona de los modos a pantalla partida, hasta cuatro en la misma plataforma.

Aunque seguramente el cambio más evidente y que primero saltará a la vista, es el visual. Si bien los chicos de Aquiris Game Studio han querido mantener un aspecto visual que no rompa con el anterior, y aún notamos ese saborcillo al mirarlo, no podemos obviar que hay un salto evidente en cuanto al detalle mostrado, lo cual obviamente se hace notar en los requisitos, que siguen siendo comedidos, y sobre todo en el espacio que Horizon Chase 2 ocupa en nuestros HDDs o SSDs en comparación con el primero, pasando de algo menos de 600mb a más de 5Gb. Y la verdad es que es de alabar el gusto con el que se han diseñado coches y escenarios, efectos, cambios de día noche y clima durante el circuito, y la suavidad con la que todo se mueve delante de nuestros ojos, una verdadera delicia.

Cambia menos el apartado sonoro, manteniendo ese sabor sintético y arcade tan típico de los salones recreativos. El compositor ha vuelto a realizar un trabajo impecable con distintos sabores que se adaptan al circuito en el que nos encontramos.

En conclusión, Horizon Chase 2 nos presenta una secuela totalmente continuista, lo cual no es en absoluto negativo teniendo en cuenta los antecedentes. Algunos pequeños cambios que no harán que cambie tu feeling con respecto al primero, y un lavado de cara visual evidente y agradable.