Cuando monstruos gigantes luchan, nadie está a salvo. Esta es la premisa de la que parte Kong: Survivor Instinct, juego oficial del conocido como “MonsterVerse” de Universal. ¿Habrá logrado 7 Levels transmitir esa sensación a su título?
7 Levels es una pequeña compañía polaca fundada en 2014 con los usuarios de Nintendo en mente y que, a parte de desarrollar videojuegos, los distribuye. En su haber, y hasta ahora, no cuenta con ningún gran título que nos pueda generar ciertas expectativas, convirtiendo a Kong: Survivor Instinct en, tal vez, su oportunidad para demostrar su valía.
La última vez que Kong visitó los circuitos de nuestras videoconsolas u ordenadores compatibles con un juego oficial ligado a un producto cinematográfico fue con el juego ligado a la película de 2005 de Peter Jackson’s King Kong. Por aquel entonces tuvo versiones para PlayStation 2, GameCube y la primera Xbox en una versiones bastante disfrutables así como alguna versión totalmente adaptada al mundo de las portátiles coetáneas. Después de eso, y habiendo pasado bastantes años, el anterior juego que protagonizaba el gigantesco simio no tenía conexión alguna con las películas actuales de Universal y, lo cierto es, que a estas alturas, nadie esperaba que esto ocurriese.
Aún así, en la conexión del videojuego que nos ocupa con las películas, hay que aclarar bien dónde se sitúa este Kong: Survivor Instinct, puesto que no coincide en la historia que cuenta ni con la última película, Godzilla y Kong: El nuevo imperio, ni tampoco con la primera película de Kong: La isla Calavera de 2017, sino que los sucesos narrados en el videojuego suceden justo después de Godzilla vs. Kong de 2021.
Sí, es un poco lioso, más aún si añadimos otros productos oficiales dentro de la línea oficial como son la serie Monarch: Legado de monstruos de Apple TV o la serie animada de La isla Calavera de Netflix, a lo que hay que añadir que el orden cronológico de sucesos no responde al orden de lanzamiento de los productos. Baste decir que todo lo ocurrido en este juego “conecta” la anterior película con la última estrenada en cines, aunque mostrará elementos rescatados de otras entregas anteriores.
Kong: Survivor Instinct trae de vuelta a Kong en lo que parece un ataque aleatorio en la ciudad sin explicación aparente. Los medios buscan explicación y las entidades oficiales supuestamente encargadas de tratar con ello se encuentran desconcertadas. Pero nuestro papel aquí será bastante más modesto y no nos envolverá de forma tan directa en eventos de película.
Encarnaremos a un ciudadano corriente que se verá envuelto en la desgracia de la destrucción ocasionada. Concretamente, intentaremos encontrar a nuestra hija y rescatarla de donde quiera que se encuentre atrapada, y para ello deberemos movernos entre distintos escenarios, ruinas, y esquivar enemigos como a Alan Jonah y sus hyenas eco-terroristas, que ya sonarán a los que hayan visto las películas por su aparición en Godzilla: Rey de los monstruos.
Para llevar a cabo nuestro cometido nos moveremos en un juego que podríamos calificar como metroidvania con gráficos 3D pero desarrollo totalmente 2D. Nos encontraremos en un escenario, los cuales nos serán demasiado amplios, y además siempre tendremos un mapa que nos indicará en qué dirección se encuentra nuestro próximo objetivo, con lo cual será difícil perderse. Cada pequeño segmento de la ciudad estará conectado con el resto en ciertos puntos en los que podremos pulsar A para viajar de uno al siguiente/anterior, y, por supuesto, el mapa estará lleno de puntos por los que, para avanzar, deberemos tener cierto objeto, llave o forma de abrir un acceso para continuar. Llegados a cierto punto, será imposible avanzar porque habrá algún gran obstáculo que no podremos solventar por nosotros mismos, como un edificio gigante en mitad del camino al que es imposible entrar ni tampoco esquivar, o bien una criatura que nos impide avanzar, en lo que podría llegar a entenderse el final de dicho nivel.
Para solventar esto, entra en acción un aparato que obtendremos de uno de los hyenas al poco de comenzar el juego, y que permitirá recopilar fragmentos de onda sonora, la cual una vez completa al recogerla por todo el escenario, y ordenada en una suerte de minijuego, nos permitirá atraer a Kong para que de buena cuenta con aquello que impide nuestro acceso a la siguiente zona. De esta forma, recoger todas las ondas de sonido esparcidas por los diferentes segmentos del escenario actual, se convierte en el objetivo real de cada zona.
A parte de las labores de exploración, que contarán con un abanico sencillo de movimientos -andar, correr, agacharse, deslizarse, saltar hacia delante y hacia arriba…-, tendremos que afrontar enfrentamientos con los miembros de Hyena, los cuales vendrán de uno en uno, o de dos en dos, y, para dar más variedad al juego, en ocasiones nos encontraremos a Kong u otros titanes y deberemos esquivarlos.
En cuanto al primer tipo de enfrentamiento, los afrontaremos con armas cuerpo a cuerpo sencillas que nos iremos encontrando como una palanca o un martillo, o también, a partir de cierto punto, con una pistola. Pero hay que tener en cuenta que la pistola tiene munición muy limitada, y es totalmente necesaria para romper candados que nos permitan el acceso a ciertas zonas, así que la mayor parte del tiempo nuestra lucha será cuerpo a cuerpo.
Los eco-terroristas de Hyena, además, no tardarán en venir de dos en dos, para darle algo de dificultad a los enfrentamientos que, cuando son uno contra uno, lo cierto es que no presentan ningún tipo de reto. Hay que decir que los combates son poco dinámicos y, en ocasiones, el actuar de los enemigos es algo absurdo. Por ejemplo, si vienen dos y el segundo va con una pistola, nos resultará fácil tener entretenido al primero sin dejarle mucho respiro y sin importar si se cubre porque el que anda detrás disparará igualmente y acabará con su compañero, quedando él mismo desprotegido puesto que los que tienen pistola no tienen forma de esquivar o cubrirse ante nuestros ataques cuerpo a cuerpo. Nosotros mismos podremos bloquear ataques cuerpo a cuerpo y, si lo hacemos en el momento justo, el enemigo verá rota su guardia durante unos instantes, lo que nos permitirá dar buena cuenta de él. También es posible agarrar para golpear al enemigo indefenso, cambiar de posición con él, o empujarle. En todo caso, todo se sucede de forma algo robótica y no del todo satisfactoria.
Los encuentros con Kong, por otro lado, se resolverán memorizando qué hacer en cada momento una vez que sabemos qué movimiento va a hacer. Nos tocará correr, desandar los pasos, agacharnos o escondernos y, en estos casos, todo se tratará de mero ensayo y error, de dejar que haga lo que tenga pre-programado y, si lo esquivamos bien, si no, a la siguiente partida ya sabemos qué va a hacer exactamente y cómo afrontarlo. Es cierto que esos momentos dan algo de variedad, pero no consiguen crear tensión y, al final, la base importante del juego es la exploración y la superación de obstáculos para seguir avanzando.
Técnicamente el juego es algo irregular, mostrando algunas texturas muy detalladas pero dando, por lo general, sensación de juego creado para máquinas bastante modestas, lo cual jugará a favor de cualquiera que, efectivamente, tenga un equipo que no vaya sobrado de recursos. El doblaje, en perfecto inglés, cumple su cometido, y todo está traducido y subtitulado correctamente a nuestro idioma.
En conclusión, y tras muchos años sin tener un juego oficial de Kong entre nuestras manos, este Kong: Survivor Instinct nos deja un sabor agridulce. El juego es entretenido y la historia puede resultar intrigante a aquellos que sigan el “MonsterVerse”, pero se limita a cumplir en la mayoría de los aspectos sin destacar por sí mismo en ninguno.