En los tiempos que corren, la proliferación de los videojuegos de terror en primera persona, de los walking simulator y de las propuestas que buscan el susto fácil han hecho que los amantes del terror tengan una gran cantidad de alternativas a su alcance. Sin embargo, esta masificación del género —y sus variantes— ha dado lugar a que tengamos un claro perjudicado: el survival horror clásico. Por suerte, los seguidores del género podemos contar con Stormind Games, un estudio italiano que reside en Catania y que pretende aportar su granito de arena para que tengamos la oportunidad de vivir una experiencia «como las de antes» gracias a Remothered: Tormented Fathers, una aventura de terror en la que la tensión podría cortarse con un cuchillo.

El juego, que encuentra en su historia uno de sus pilares básicos, nos mete rápidamente en situación. Encarnamos a la terapeuta Rosemary Reed, que tiene la intención de adentrarse en el caserón de los Felton. Aunque no tardamos demasiado en comprender que hay motivos más que suficientes para que Reed tenga la necesidad de entrevistarse con Richard Felton, un hombre de avanzada edad y que padece una enfermedad desconocida, no hace falta ser un lince para darnos cuenta de que no se encuentra en una visita oficial. Inicialmente, parece que el único motivo para que nos presentemos en su casa no es otro que tratar de explorar sus dolencias, en aras de encontrar una forma de ayudarle.

Conforme avanzamos en nuestra entrevista, nos vamos percatando de que el objetivo real de Reed es otro muy distinto; hay otra persona destinada a cobrar un fuerte protagonismo en la historia. Otra persona que necesita más ayuda que el propio Felton… y hasta aquí podemos contar, mejor lo descubrís vosotros mismos. Remothered: Tormented Fathers nos ofrece una historia de lo más inquietante, que nos obliga a permanecer atentos a todos los pequeños detalles. Si bien es cierto que no se trata de una historia revolucionaria, hay que destacar el acertado ritmo con el que se nos cuenta, dando lugar a que la mansión acabe siendo el escenario perfecto para que protagonicemos un interesante «¿Quién es quién?»

Una vez nos sumergimos en la historia y disfrutamos de total libertad para explorar el caserón, el título de Stormind Games nos propone una fórmula que ya conocemos: resolución de puzles, altas dosis de exploración y mucho —mucho— backtracking. Las mecánicas no distan demasiado de lo que podemos encontrar en los grandes exponentes del género: Resident Evil, Silent Hill… y Clock Tower, especialmente este último. ¿Por qué hacemos alusión a la saga de Human Entertainment? Porque Remothered: Tormented Fathers encuentra su piedra angular en la apuesta por someternos a la enorme presión que supone ser perseguidos por una entidad prácticamente indestructible.

Nuestra estancia de en la mansión de los Felton siempre —o casi— siempre será supervisada por nuestros enemigos. Como si de Jack Baker en Resident Evil VII se tratara, el atormentado Richard no está dispuesto a permitir que descubramos las oscuras verdades que se ocultan entre las paredes de la casa. Prácticamente desnudo —aunque tiene la decencia de llevar un delantal— y armado con una hoz, Felton deambula por su residencia constantemente, obligándonos a tener mucho cuidado en cada paso que damos. Nuestro enemigo cuenta con un agudizado sentido del oído y más nos vale caminar despacio, agachados y sin abusar de nuestra linterna… En Remothered: Tormented Fathers, la tensión puede cortarse con un cuchillo en cualquier momento gracias a su sobrecogedora atmósfera, la sensación de indefensión y la oscuridad que yace sobre nosotros.

Aunque no vamos a desvelaros nada, hay que decir que, conforme avanzamos en la historia, las patrullas nocturnas realizadas por Felton acaban siendo el menor de nuestros problemas, y hasta ahí podemos contar. En cualquier caso, hay algo que merece todos los elogios, y es que el juego no hace trampas; en ningún momento nos planta al enemigo en nuestras narices por arte de magia. Si somos discretos, no abusamos de la linterna ni tampoco de la posibilidad de correr, podemos pasar un buen rato sin que aparezca ninguna amenaza. No obstante, si decidimos avanzar rápidamente y no tenemos cuidado, nuestros peores temores se harán realidad rápidamente.

Las mecánicas de sigilo funcionan de una forma similar a lo que podemos encontrar en Haunting Ground, el título que llegó a PlayStation 2 de la mano de Capcom. Cuando un enemigo es alertado de nuestra presencia, saldrá lanzado a por nosotros y tendremos que echar a correr para despistarle. Si logra darnos caza, nos golpeará un par de veces y, a la hora de asestarnos el golpe de gracia, nuestra suerte dependerá de si llevamos encima un objeto defensivo o no. Estos objetos, que tienden a ser utensilios cotidianos —y punzantes— están repartidos por toda la casa, aunque solo podemos llevar uno a la vez. Si el enemigo nos agarra y tenemos uno encima, tendremos una última oportunidad de asestarle un golpe mediante un sencillo QTE (Quick Time Event) que nos permitirá escapar y escondernos hasta que pase de largo y todo vuelva a la normalidad.

El componente de sigilo se ve potenciado gracias a la necesidad de volver sobre nuestros pasos a menudo —eso a lo que llamamos backtracking— para resolver algún rompecabezas o abrir un nuevo atajo después de haber encontrado una llave. Además, el progreso de la historia se reserva varios momentos especialmente interesantes, en los que la situación añade un extra de tensión. ¿Un apagón que nos obligue a bajar hasta el sótano para volver a encender las luces? ¿por qué no? Stormind Games ha sabido encontrar un equilibrio casi perfecto a la hora de proponernos diferentes situaciones que aportan variedad al desarrollo.

Por su parte, el diseño de niveles ha sido realizado con mucha inteligencia; no estamos en un escenario especialmente intrincado como las mansiones Himuro y Spencer (Project Zero y Resident Evil, respectivamente), pero la ausencia de mapa y la ubicación de los objetos hacen que resulte muy recomendable estudiar cada estancia y no olvidar nunca el camino de vuelta. Si bien es cierto que los puzles no están demasiado inspirados —que nadie espere un momento piano como el que un día vivimos en la Escuela Primaria Midwich—, la necesidad de investigar cada rincón de la mansión en busca de objetos clave que nos permitan continuar avanzando nos ofrece una auténtica sensación de exploración. Remothered: Tormented Father no cuenta con ningún apartado brillante, pero todos cumplen a la perfección y se ven potenciados por el equilibrio con el que han sido ensamblados. Como se suele decir, «la unión hace la fuerza».

Aunque la obra de Stormind Games es capaz de traer de vuelta las sensaciones que los seguidores del género demandan habitualmente, hay que decir que no estamos ante un juego para todos los públicos; Remothered: Tormentes Fathers es un título exigente, capaz de llevar a la frustración a los menos pacientes. Los puntos de guardado escasean y el juego no guarda automáticamente nuestro avance, más allá de un par de momentos especialmente relevantes en los que nos permite realizar un guardado en el acto. Cuando nos encontramos en el sótano y tenemos la necesidad de subir un par de plantas, un despiste por el camino puede llevarnos a tener que repetir todo lo que no hayamos guardado previamente, y el mero hecho de localizar un lugar en el que salvar nuestro progreso y llegar hasta él ya supone un riesgo que puede poner fin a nuestra vida.

La duración del juego es otro de los aciertos del estudio italiano: unas cinco horas son más que suficientes —en el caso de que alguna sección no se nos atragante más veces de lo esperado— para completarlo. Una duración bastante acertada si tenemos en cuenta la tensión con la que vivimos cada paso que damos. Al igual que sucede en otros exponentes del género, es muy común jugar unos minutos y tener la sensación de que la sesión ha sido mucho más larga. Además, no conviene olvidar que Tormented Fathers es el primer capítulo de lo que debería ser una trilogía y que, viendo cómo lo han solventado, no sería de extrañar que pronto tengamos noticias de la segunda entrega.

Aunque no deja de ser una producción independiente que no ha gozado de grandes recursos, hay que alabar el trabajo llevado a cabo, y es que Remothered cuenta con argumentos más que suficientes para alejarse de eso que tendemos a definir como juego menor. Técnicamente está a la altura gracias al fantástico trabajo realizado en lo que a la ambientación se refiere, el guion está bien escrito y la banda sonora juega un papel fundamental en el juego, no solo por contar con la sorprendente presencia de Nobuko Toda (Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, Halo 4, Final Fantasy XIV, The Evil Within 2…), sino por la importancia de los efectos de sonido, que nos atormenta constantemente mientras vagamos por los pasillos de la mansión y que debemos dominar para vaticinar la ubicación de las amenazas que nos acechan.

Si os gustan los survival horror con sabor añejo, sois seguidores de títulos como Clock Tower, Haunting Ground o Alien Isolation y os apetece una experiencia desafiante, Remothered: Tormented Fathers es una apuesta segura. Stormind Studio ha sabido dar forma a un buen conjunto, en el que casi todas sus piezas —las animaciones tienen mucho margen de mejora— encajan a la perfección. Confiamos en que el equipo italiano no tarde demasiado tiempo en anunciar su próximo movimiento, porque Remothered ha llegado para quedarse.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Darril Arts