Hace ya muchos años que 3D Realms, más conocidos por grandes clásicos y sagas como Duke Nukem, Commander Keen o Wolfenstein 3D, tuvieron a bien traernos, en 1997, otro de sus títulos destinados a formar parte de su largo listado de juegos amados por los aficionados a los videojuegos clásico.

No obstante, en este caso, el título no tuvo continuidad, al menos, hasta mucho tiempo después cuando Flying Wild Hog, una compañía polaca desconocida hasta que en 2011 sacó el estupendo Hard Reset, tomó el relevo con un estupendo remake en 2013.

Convirtiéndose, ahora si, en saga, los competentes desarrolladores que recientemente nos trajeron el genial Evil West, nos ofrecen ahora la versión definitiva de la última entrega publicada. Shadow Warrior 3: Definitive Edition llega un año después del título original para ofrecernos la experiencia más pulida y completa posible del juego.

En Shadow Warrior 3: Definitive Edition encarnamos a Lo Wang, acompañado de su anteriormente enemigo mortal, Orochi Zilla, en su cruzada por derrotar a un dragón que ha causado estragos en el mundo en general y en la vida de nuestro protagonista en particular. Y precisamente mostrándonos esto último es como comienza el juego.

Tras una introducción muy gamberra y no exenta de humor, donde se nos mostrará a Lo Wang en un estado lamentable, comenzará contándonos la historia de cómo ha llegado a ese punto. En dichos momentos iniciales se nos pondrá en antecedentes alternando entre cinemáticas y momentos del propio juego en los que viviremos en primera persona, y a modo de tutorial, tan vergonzoso momento.

Tras esos primeros compases, y con nuestro triste protagonista recogiendo lo que queda de su ego en pedazos, Orochi Zilla hará acto de presencia y nos convencerá de ponernos en pie y afrontar, de nuevo, nuestro destino de derrotar al dragón… dejando bien claro que no estábamos, precisamente, entre sus preferencias para tal tarea.

Nada más ponernos al control del juego, y si acaso no hubiéramos catado las anteriores entregas y no supiéramos qué nos vamos a encontrar, nos daremos cuenta del tipo de first person shooter que tenemos delante. El mundo de los first person shooters está lleno de variaciones y subtipos, y uno de los más reconocibles son del tipo frenético y sin complicaciones, llenos de acción directa y desenfrenada y, a menudo, acompañados de un desarrollo argumental gamberro, aunque esto último no ocurre en todos los casos. Yendo más allá de las últimas iteraciones de la saga Doom, que sí se lo toman en serio, Shadow Warrior 3: Definitive Edition bebe de forma más directa de sagas como Serious Sam o Painkiller.

Por si algún lector no sabe a qué atenerse con ello, eso significa una velocidad de juego vertiginosa que a menudo no nos deja un respiro para pararnos a medir lo que hacemos, oleadas de enemigos que se lanzan hacia nosotros sin compasión y con todo lo que tienen, muchas armas, algunas de las cuales son más clásicas y otras más originales y gore, mucho gore.

Y es que los chicos de Flying Wild Hogs no se han cortado un pelo con la hemoglobina y los desmembramientos. Podremos hacer uso de la katana de forma intensiva y, de hecho, será a menudo una gran alternativa a las armas de fuego, aparte de un verdadero espectáculo mientras hace picadillo a nuestros enemigos.

También tendremos la capacidad, tan de moda últimamente en el género, de realizar ejecuciones bastante explícitas y que, en ocasiones, nos otorgará la posesión de algún arma inesperada arrebatada al enemigo y que podremos utilizar temporalmente. Para realizar dichas ejecuciones, eso si, deberemos esperar a tener dicha capacidad y que se nos indique en pantalla que podemos proceder a realizarla una vez recolectado el ítem necesario. También podremos utilizar nuestro chi para empujar a los enemigos, lo cual resultará muy útil cuando tras dichos enemigos haya alguna superficie dañina o, directamente, el vacío.

Nuestro héroe, además, muestra una gran agilidad a la hora de moverse en el escenario, con habilidades como las de trepar por enredaderas, bien sea en vertical como en horizontal, lo cual habrá que dominar a la perfección para avanzar sin problemas por las numerosas secciones de plataformeo que nos vamos a encontrar.

Y para ayudarnos a llegar a los lugares aparentemente imposibles, tendremos también la opción de usar el gancho en los círculos verdes de jade señalados y repartidos de forma muy conveniente por los escenarios, así como de usar el impulso, llamado carrera pero que en realidad dura un instante, dándonos a veces el empujón justo que necesitamos. Una última ayuda vendrá en la forma de la posibilidad de mejorar nuestras armas o nuestras propias habilidades, para lo cual deberemos ir recogiendo unas esferas características a medida que avancemos por el mapa.

Visualmente, Shadow Warrior 3: Definitive Edition ha mejorado para adaptarse a PlayStation 5 y XBOX Series S|X, aunque el original ya era de por sí un espectáculo visual muy agradable y con un tono que roza la animación. En cuanto al sonido, los FX cumplen con soltura, el doblaje al inglés, que es el único que posee, es bueno, y la música se adapta al tono gamberro que pretende el juego.

Técnicamente, también, está bien optimizado, pudiendo funcionar perfectamente en máquinas sin demasiada potencia, y no dando ningún problema, obviamente, en consolas de nueva generación.

Pero en cuanto al contenido, ¿qué nos ofrece nuevo esta Definitive Edition?

Para empezar tendremos acceso a un nuevo modo de supervivencia que nos irá arrojando enemigos sin descanso por oleadas en distintas rondas para poner a prueba nuestras habilidades. Nuevos modos como el modo héroe, el nuevo juego + y el modo hardcore nos ofrecerán nuevos retos para los más avezados, y se ha añadido la opción de escoger directamente el capítulo a jugar para darle un toque extra de rejugabilidad de forma que podamos ir directos a aquella misión que nos apetezca repetir, bien sea por mejorar, bien por el simple placer de disfrutarla de nuevo. También tendremos añadidos de contenido como nuevas arenas, skins para las armas, y una actualización técnica para sacar algo más de juego a las consolas de actual generación tal como habíamos mencionado.

En conclusión, Shadow Warrior 3: Definitive Edition nos trae una revisitación mejorada técnicamente para adaptarla a las nuevas máquinas y con el contenido aumentado, redondeando aún más esta genial experiencia cargada de acción frenética y humor gamberro.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Cosmocover