Es bien sabido que hay hitos en la historia y en las artes. Estamos en el mundo del videojuego, en el videojuego de hace décadas. No es difícil pensar en un videojuego de plataformas que marcase el paso y diera pie a lo que seguiría. Pero… había cosas antes… un poco antes, de hecho.
Y encima, se combinaba con una franquicia comercial. Esta entrada está dedicada a Athletic Land. Pero, viene de la mano de las ‘muñecas repollo’ … o ‘chochonas’, para el vulgo hispanohablante: las también míticas Cabbage Patch Kids. Lo que sería aquí en España la franquicia ‘Mariquita Pérez’. Pues tenemos a Ana Lee, la cara más conocida de estos adorables juguetes, emulando a héroes anteriores como Harry Pitfall.
Athletic Land fue un videojuego de plataformas lanzado por Konami en 1984, para ese sistema de creación de hardware impulsado por Microsoft, el MSX. Este estandar de ‘hardware libre’ triunfó mucho más en oriente, que en occidente de la compañía de Bill Gates. Aunque aquí en Europa fue uno de los microordenadores más vendidos, peleando con lo que nos vino del Reino Unido.
Como en Estados Unidos tuvo menos pegada, pero Athletic Land tenía mucha calidad propia ¿Por qué no franquiciarlo? ¡Sea! Lo fusionas con las Cabbage Patch Kids, y lo apadrina la compañía Coleco, para su máquina Coleco Vision. De hecho, Coleco ya había hecho algo parecido el año anterior con los Pitufos de Pello, en un juego de plataformas más sencillo y básico que el reto que propuso Adventures in the Park. Todo respondía al gigantesco golpe que la industria estadounidense del videojuego se había dado en el llamado ‘Crack del 83’.
Pues Athletic Land fue un juego de plataformas muy puro y directo. Sin scroll, yendo pantalla a pantalla, teníamos un juego desafiante, de dificultad ya no solo creciente, sino con truquillo cada vez que empezábamos una ronda. Pensemos en el gran Pitfall lanzado el año anterior. Pero ahora viéndose, y jugándose, todavía mejor.
Realmente no es que haya mucho que describir de este Athletic Land/Cabbage Patch Kids Adventures in the Park. Saltar, sin capacidad de ‘luchar’ contra las amenazas. En un videojuego retante y que nos ponía a prueba… especialmente porque jugábamos con un joystick en el caso de MSX, o un mando que no es lo que tenemos en la mente, en el caso de optar por la versión de las muñecas estadounidenses.
Si se me permite opinar, prefiero esta versión de la muñeca cabezona. Se me hace más simpática, y la Coleco le daba más potencia a lo visual y a lo sonoro.
Bueno, lo sonoro… había una única melodía para toda la aventura. Con un bucle muy corto, además. Y la necesaria melodía ‘de felicitación’ al completar cada tanda de pantallas. No es necesario pedir más, todo va bien. Estamos ante un claro avance respecto al mítico, aunque menos recordado, Mario Bros de 1983. También teníamos una pantalla sin scroll, y Athletic Land nos daba escenarios más ricos y más variedad.
Algo interesante es que no estamos en un ‘juego-bucle’, hay un final ¡Pero suerte intentando alcanzarlo! El premio es ver los créditos y al staff de la época, con sus iniciales. Ya sabéis, aquellos años donde los programadores y responsables no tenían permitido usar sus nombres reales, por lo visto, para que no los fichasen la competencia. O eso reza el mito, aunque seguramente, muy impregnado de verdad.
Os hablo, eso sí, de superar decenas y decenas de pantallas. De hecho, otro mito del juego es que no había final, como reza nuestra invitado al final de esta entrada. Pero lo tiene, aunque hay que rascar bien la espalda de YouTube para verlo. Los elementos conocidos se complican de sobremanera, hay que tener una habilidad de dieciocho quilates, y aunque he metido la pullita con los mandos de control, lo cierto es que se manejaba y respondía muy bien ¡Es que es lo suyo!
Añado como último dato, que al empezar cada ronda podíamos elegir ir hacia la derecha o hacia la izquierda. La dificultad seguiría siendo creciente, los saltos seguirían creciendo en apuro y complicación, pero si íbamos hacia la izquierda era más asequible. Digamos que ir hacia la izquierda era el modo fácil del juego… o más bien, modo «fácil», que pasadas varias decenas de pantallas eso seguía siendo diabólico.
Konami seguía creciendo y desarrollándose. Llegaría a aquellas alturas que hoy tanto echamos de menos. Y este Athletic Land, o Cabbage Patch Kids: Adventures on the Park, es otro bloque donde se fue construyendo su leyenda.
Como cierre, el invitado de honor prometido arriba, el Señor Udamaster, Héctor para los amigos, o Tito Uda si lo prefieren así. Con un sencillo gameplay ya del Athletic Land puro de MSX, del que, insisto, me parece que esa adorable muñequita cabezona daba un punto extra de carisma, al por otra parte, bonito diseño visual del juego base. ¡Ah! Y el dato de que esta pequeña joyita tiene un final viene de otro ilustre del medio, Spidey. Encima, con el añadido del gameplay del otro clásico a reivindicar como es el 3D Water Driver ¡Un lujazo al que tenéis que dar Play sí o sí!