No estamos en años de abundancia de juegos de tenis. O, al menos, juegos de tenis mainstream. La época de los Virtua Tennis ya pasó, la época de los Top Spin también -aunque hay rumores de la vuelta de la franquicia- y, en general, los juegos actuales no han pasado de ser juegos relativamente mediocres, quizás entretenidos, pero lejos de los grandes. Y a intentar rellenar este vacío llega Matchpoint – Tennis Championships, de la mano de Torus Games. Lo hemos podido probar unas horas de cara a su lanzamiento dentro de un mes, y estas son nuestras impresiones.
Al poco de arrancar el juego estaremos ya jugando un partido de práctica en la cancha. El juego no se anda con rodeos, es directo, e intenta que estemos a los mandos el máximo tiempo posible. Eso sí, si queremos licencias, nos vamos a quedar a medias, teniendo a gente como Carlos Alcaraz o Ruud, o Medvedev en las canchas, o algunas tenistas femeninas como Garbiñe Muguruza, pero nos van a faltar los grandes espadas, como Nadal, Djokovic o Zverev.
Sí tendremos, eso sí, varios jugadores inventados para que el rooster no se quede corto, pero se echa de menos que, si bien las licencias no nos permiten poner a según qué jugadores, crearlos al más puro estilo PES, teniendo a Rafa Navidad, por ejemplo, que casualmente se parece un poco a cierto tenista español.
A los mandos el juego no se siente mal y es sencillo de manejar. Tendremos distintos botones en el pad para cada tipo de golpe -cortado, liftado, globo…- más un modificador de dejadas. Apretar uno de estos botones hará aparecer un indicador de apuntado en el otro lado de la pista que nos indicará donde irá la bola, teniendo que moverlo para decidir hacia donde queremos golpear. Este indicador es totalmente preciso, es decir, donde apuntemos, golpeará la bola, independientemente de la habilidad de nuestro jugador.
Quizás sea esta la mayor complejidad que tiene un juego que no tiene pudor en demostrarse ser totalmente arcade. Acostumbrado como estoy a ciertos juegos indies de tenis más cercanos a la simulación, Matchpoint – Tennis Championships se siente simple. Al menos en sus primeras horas. El posicionamiento de nuestro personaje es casi automático, teniendo que pulsar R1 para hacerle ir a la red tal que los triangulazos de los juegos de fútbol para sacar al portero del área. De hecho, más de una vez nos frustraremos porque el personaje no va donde queremos si vamos a salirnos de lo que la CPU espera. Tampoco nos preocuparemos de la resistencia del jugador en partidos largos, por ejemplo.
Eso tiene dos vertientes, una buena y una mala: la buena es que, gracias a esta sencillez, en un par de horas ya le estaremos sacando el máximo jugo a la jugabilidad. La mala es que Matchpoint – Tennis Championships es fácil. En el nivel de dificultad más alto puedo ganar sin excesivas complicaciones, con mi jugador creado para el modo carrera -20 de media- a los jugadores top del mundo, con 90 de media. Y obviamente, a jugadores peores, 70/80 de media por ejemplo, les hago sets en blanco casi sin despeinarme. Quizás se necesita un nivel de dificultad más alto que el que existe ahora mismo.
Quizás la mayor novedad jugable en Matchpoint – Tennis Championships son los arquetipos. Cada jugador que veamos en la cancha tendrá una personalidad definida, con unos atributos que de primeras no conoceremos pero que iremos descubriendo a lo largo de nuestros partidos contra ellos. Y no hablamos solo de que a este le gusta jugar más en la red, o este otro es de saque y volea. Hablamos de atributos más psicológicos.
Por ejemplo, tendremos algún contrincante que se crece en los puntos de break en contra. Otro que lo hace mejor cuando juega contra rivales con mejor posición en el ranking ATP. Otro que, al contrario, en peloteos largos tiende a cometer más errores. Otro que sufre cuando se ataca consecutivamente a su revés. De esta manera se irán formando ciertas personalidades que iremos conociendo y, por qué no, aprovechando.
Se echan en falta algunas cosas o modos de juego. Entiendo que no haya un modo a dobles, ya que probablemente programar esto implica cierto esfuerzo que ahora mismo se puede enfocar mejor a otros apartados del juego. Pero sí se echa de menos el uso del ojo de halcón, por ejemplo, inexistente en la versión que tenemos en nuestras manos.
También hemos podido probar el modo Carrera. No nos hemos adentrado demasiado en él -mi personaje a día de hoy está en la posición 108 del ranking-, pero hemos podido jugar algunos torneos y entrenamientos. Estos últimos serán los típicos minijuegos de práctica que nos ayudarán a subir habilidades. De la misma manera, el equipo que llevemos también nos dará un número de puntos de habilidad a según qué estados, habiendo raquetas que potencian mejor el saque, y otras que potencian mejor el revés, por ejemplo. Esto puede ser interesante de cara a las builds que nos podamos encontrar online, teniendo que «asignar» nuestros puntos de habilidad a nuestro estilo de juego, y sacrificando otros apartados.
Aún es pronto para realizar una valoración -recordemos que Matchpoint – Tennis Championships aparecerá en nuestras plataformas de juego el 7 de julio-, pero siempre es bueno tener más opciones de juego para un deporte que a día de hoy no tiene demasiada relevancia en nuestras consolas, por desgracia. Nosotros seguimos jugando con él y, como siempre, tendréis su análisis correspondiente en unas semanas.
Este artículo se ha realizado en PlayStation 5 con una copia cedida por Koch Media