Vamos a soltarlo de golpe y sin vaselina: Valnir Rok es un juego mmo RPG PVE y PVP, con supervivencia y crafteo. Tan simple pero complejo como eso. Pero tras esta idea sin duda grande y ambiciosa no está ni Blizzard, Bethesda o EA, sino los germanos y ostensiblemente más pequeños Encurio Gaming. Ambientación vikinga que combina el toque más mundano con el sobrenatural dentro de los mitos de esta cultura ancestral, ¿Que nos ofrece este juego en estado tan prolongado de Early Acces en Steam? Vamos con ello
Pues desde Encurio llevan años intentando sacar adelante un proyecto mastodóntico, mucho para el tamaño que parece tener la desarrolladora, pero trufado también de logros y esfuerzo. Empezamos eligiendo un servidor y lo más vital es fijarse si va a ser de PVE o PVP -vamos, que si nos centraremos más en el entorno o los jugadores- aunque en ambos tipos la participación de otros humanos de carne y hueso sea importante… aunque no muy palpable hoy día. Es una elección muy importante porque no solo determina el enfoque que tendrán las interacciones entre jugadores, sino que el juego salva automáticamente cualidades físicas, perfil y logros de forma automática solo en el servidor que elijamos. De manera que no podemos exportar a nuestro einherjer a otros servidores, tenemos que empezar una partida de cero en cada servidor que queramos acceder. Hay que quedarse con la copla bien porque la lista de servidores se reordena mucho, de manera que no vale el «yo entré a uno con la bandera alemana».
La parte visual recuerda a otros juegos de fantasía, con el prisma vikingo… de la serie Vikings sobre todo. Elección respetable, pero algún día alguien debería darse cuenta de la enorme cantidad de inexactitudes que tiene esta serie, empezando precisamente por su identidad visual, ropas, peinados… tiene buen aspecto para un título de medios limitados. Empezamos tras el hundimiento de nuestra flota en lo que parece una batalla contra no sabemos quien, porque la cantidad de explicaciones que ofrece el juego es casi nula. Algún pnj cercano nos insta a hacer quest destinadas a que aprendamos a craftear y sobrevivir -empezamos en pelotas, solo con un calzón/pantalón- así que registrar los restos de nuestro desastre y las zonas de alrededor es vital para fabricarnos equipo, ropa, útiles, armas… así como cuidar los parámetros de hambre y sed, que afortunadamente son clementes y no nos hostigan con demasiada frecuencia.
Minecraft marcó el camino: aprenderemos a crear ya no solo equipo, sino tiendas, camas, cofres donde guardar equipo, hornos, mesas de trabajo… lo que son unas cuantas horas inclementes que bien pueden espantar a quien busque un poco de acción, aunque la colaboración con otras personas facilita las tareas, o las complica si nos enfrentamos a ellas y no salimos bien parados en luchar y robarles -se activan alertas en el servidor que se pueden extender más o menos por el mapa-. Exploramos, nos hacemos a su sencillo sistema de combate y buscamos nuestro lugar en este nuevo mundo.
Las quest/misiones se plantean de forma sencilla y poco intuitiva al principio, supongo que para que aprendamos a movernos por el mundo y mapa, así como sigamos buscando recursos y vayamos mejorándonos poco a poco -se ganan puntos de experiencia crafteando objetos nuevos o descubriendo cosas, por ejemplo-, podemos elegir al dios con quien nos alinemos entre tres opciones que determinan nuestro desarrollo durante el juego, pensar en montar clanes, construir casas, incluso pueblos… si nuestro nivel de crafteo nos lo permite. Y prepararnos para misiones que nos den la épica que tantos vídeos promocionales han mostrado, sea luchando contra humanos o explorando escenarios y mazmorras con criaturas sobrenaturales como licántropos o dragones como ese tan majo que habéis visto arriba. Sobre el papel todo se sostiene ¿No?
Sin embargo en la práctica este juego funciona bastante peor de lo que debiera dada su amplia propuesta. Si hablo de bugs estáis leyendo esta entrada hasta que el hombre viaje a Marte. Son muchos, demasiados, engorrosos, irritantes -que se te cambie el idioma y las opciones gráficas aleatoriamente, o no te salgan iconos de acción hace una gracia…- y pasan factura a la jugabilidad. Técnicamente quiero denunciar públicamente algo vital: No os fiéis en absoluto de los cortes de vídeo de la página del juego en Steam. La inestabilidad en frames, popping, animaciones, efectos… es muy abundante. El juego se puede jugar adecuadamente al menos, pero los tirones te los comes hasta con configuraciones gráficas bajas. Y es por eso por lo que me cabrea el tema de su web en Steam, porque todo te lo presentan fluido y estable de forma engañosa y controlada.
Cada servidor tiene espacio para cincuenta jugadores, y yo en muchas ocasiones estaba ahí más solo que la una. Se puede jugar solo, pero hace que probar las opciones multijugador sea muy complicado. En mi caso, si he podido interactuar con algún jugador ahí perdidito el pobre, o ver lo que otros jugadores han construido y dejado en el servidor… pero no poder usar sus utilidades y gastar tiempo y recursos en fabricar las mías, frente a buscar alguna manera de cooperación o derecho de uso. Se pueden crear hasta pueblos, granjas y cultivos, pero hacerlo uno solo de cero es un peñazo, y no había gente suficiente para unirme a un clan o crear uno.
Que el mundo no sea un Skyrim en tamaño se agradece, ya que este es generoso igualmente pero necesitas poder llegar a los lugares igualmente. Y aún así, las caminatas -aún cuando puedas conseguir caballos- interrumpidas por el hambre y la sed, o la necesidad de recursos, creo que tocan el ritmo. Digo algo, me gusta que esa tendencia habitual en estos juegos de pillar toneladas de objetos que solo sirven o para vender o de utilidad parca, aquí sean algo que te ayude a mejorar, fabricar útiles que de verdad reciban ese nombre, experimentar… pero la otra cara de la moneda es ese ritmo desigual al depender de la parte de crafteo y supervivencia.
Todo esto se refrenda con el aroma a lápida que tiene el juego, porque lleva en Early Acces desde 2017, y bugs que se reportaron en esas fechas siguen sin resolverse. Es que eso clama a Tyr y Balder. Si yo me he encontrado esto así en 2020, ¿Como Hel eran las cosas hace dos años? En los servidores no hay casi nadie a día de publicarse esto, en los foros de Steam no parece que los desarrolladores estén muy activos, los problemas serios en Quest y crafteo no se resuelven. Pero si me gustaría lanzar un pequeño rayo de esperanza, en forma de actualizaciones puntuales de las que es fácil informarse gracias al historial en Steam.
La última de ellas, la veis ahí abajo. Un Kraken, nada menos… que yo no me lo he encontrado, no voy a mentir, pero es muy reciente, del catorce de febrero de este año. Encurio sigue moviéndose, aunque sin transmitir mucha velocidad, eso es cierto. Al menos quede mi esperanza de poder disfrutar de una versión más sólida, y con mayor presencia de jugadores.
Este artículo ha sido realizado mediante una copia cedida por PR Nordic