Los juegos-experiencia no son nuevos en 33bits, un buen número de ellos han sido analizados aquí por mí mismo, así que era difícil que se me fuera a escapar el más que interesante AER Memories of Old. A pesar de que fue lanzado en octubre de 2017 para Steam, PlayStation 4, y Xbox One, es ahora cuando esta aventura del ya desaparecido estudio sueco Forgotten Key hace su aparición en Nintendo Switch siguiendo los pasos que otros muchos títulos independientes han seguido desde que se lanzara la híbrida de Nintendo, que parece haberse convertido en la plataforma indie por excelencia.

AER no es un título rompedor que nos proponga una experiencia que no hayamos visto nunca, pero aúna elementos de aquí y de allí y lo hace de forma convincente, presentándonos una aventura de una agradecida simpleza, que funciona también como juego de relajación si por un momento quisiéramos olvidar la historia y simplemente surcar los cielos con nuestra peregrina Auk, que tiene la habilidad de convertirse en ave a voluntad.

Los propios chicos de Forgotten Key quisieron definir su juego como una aventura atmosférica, término curioso pero no carente de sentido cuando han conseguido que cada elemento funcione a la perfección y se nos presente una aventura convertible en experiencia en cualquier momento, o una experiencia que abandona el factor contemplativo para convertirse en una aventura, como prefiramos, pero el resultado sigue funcionando igual de bien, y lo que es más interesante, también funciona con otros elementos adicionales.

Argumentalmente tampoco encontraremos una historia apasionante, pero si lo suficientemente interesante como para decidir avanzar y conocer su resolución. En el pasado una gran oscuridad estuvo a punto de acabar con el mundo, pero el mundo se fracturó y estalló haciendo que quedasen varios islotes suspendidos en el cielo, y es ahí donde los pocos sobrevivientes pudieron prosperar. Pero el pasado se ha olvidado, los descendientes de estos sobrevivientes han olvidado a los dioses, y a la oscuridad, y tú, como Auk, una de las pocas peregrinas cambiaformas que quedan, tienes que investigar las tres ruinas ancestrales y encontrar la forma de vencer a la oscuridad que está acechando y a punto de volver para acabar con su trabajo. Auk contará con un candil ancestral, la luz de Karlah que le permitirá ver sucesos del pasado y activar interruptores y puzles en las ruinas.

Como hemos dicho ya, aventura y experiencia lúdica se dan la mano en AER Memories of Old. Pero a su vez el juego sobresale en otros apartados que ayudan a que la mezcla funcione. Por la parte de la experiencia, tenemos la habilidad de volar, siempre que queramos y donde queramos, salvo en interiores. Auk saltará y un segundo salto hará que cambie a un ave similar a un águila, que será sencilla de manejar y que nos permitirá volar libremente por el mundo de AER. Y para que la experiencia nos resulte casi irresistible, contaremos con un apartado artístico basado en el popular estilo low poly, que el estudio sueco ha tratado con un mimo enorme, sobre todo en los preciosos escenarios llenos de colorido y detalles.

Por la parte de la aventura, el punto fuerte es la completa libertad desde el primer minuto. El mundo de AER se representa por un puñado de islotes y extensiones de tierra suspendidos en el cielo, y que podremos visitar en cualquier momento, pues desde el instante que nos convertimos en ave, podemos ir a donde queramos, incluso seguir la aventura en el orden que deseemos. Tenemos tres templos y una aldea central donde nos darán indicaciones de donde encontrar los templos, nada más, lo demás depende de nosotros, tanto el orden como el cuanto queramos saber de la historia.

Y es que el hilo que une la experiencia con la aventura es la narrativa de su argumento, o mejor dicho, como creamos ese argumento, pues en las áreas designadas para ello, nuestro farol mágico nos permitirá ver escenas del pasado que nos ayudará a entender que fue lo que pasó con el mundo, e irán construyendo una opinión en nosotros mismos, que podrá ser diferente a la de cualquier otro jugador, pues esas escenas no tienen orden alguno, y tampoco son necesarias para acabar el juego, simplemente explican el por qué del mundo de AER a aquel que quiera saber.

En el apartado audiovisual poco podemos decir del apartado técnico, y mucho del artístico. Esto es debido al estilo artístico usado, el low poly, que presenta figuras y cuerpos con muy poco poligonaje y con texturas planas. Es una técnica que aunque parezca sencilla, requiere trabajo y muy buen gusto para crear un mundo tan bello como el de AER. Además Forgotten Key trabajó y puso mucho empeño en hacer unas animaciones muy fluidas, sobre todo en el vuelo del ave, que les llevo casi dos años desarrollar hasta quedar satisfechos. El colorido también hace su función aquí, y los efectos gráficos, que ponen la guinda a un apartado sobresaliente.

La banda sonora de la talentosa compositora sueca Cajsa Larsson, refleja a la perfección el diseño visual de AER y su estilo de juego. Las temas profundos y relajantes nos acompañarán en todo momento en el que vayamos convertidos en ave, mientras que cuando vayamos con nuestra forma humana, las melodías serán más ambientales, pero también evocadoras, además estas melodías cambiaran según la zona donde estemos. Esta dualidad viene ideal para lo que dijimos en un principio, poder jugar siguiendo la historia, o poder relajarnos sin complicaciones volando por volar sin rumbo fijo, es como si fueran dos juegos en uno.

Los efectos sonoros también están muy bien conseguidos, con el canto de los pájaros, el viento soplando, el aleteo de nuestras alas al volar, etc. Se ha hecho un gran trabajo que complemente perfectamente a la banda sonora.

AER Memories of Old no es un juego para cualquier usuario, suena casi a excusa estándar pero es así. La parte de aventura puede ser interesante, pero poco más, no nos llevará más de tres horas acabar la historia, que además sigue una estructura muy básica, hablamos con alguien en el poblado que nos indique el camino, vamos al templo, buscamos la llave que conseguiremos con algún puzle sencillo, y acabamos el templo que está formado por más puzles sencillos y secciones simples de plataformas. Si queremos completar más nuestra idea del argumento, iremos usando el candil en los puntos indicados, y si no, tampoco pasará nada. Y lo mismo para los dos templos restantes, sin dificultad, y sin muertes.

Visto así, el juego se debe a su parte como experiencia, que es la que realmente funciona y eleva la calidad del conjunto, el poder volar libremente mientras escuchamos bellas melodías, sin la obligación de continuar con el argumento en ese momento es impagable, pero si te gusta eso. Un jugador de un perfil más ‘movido’ podría encontrar desidia en la parte relajante, y entonces la aventura le va a ofrecer demasiado poco.

A pesar de esto último, si este tipo de juegos si son de tu agrado, AER va a ofrecer una buena experiencia, de notable alto, con un apartado artístico encomiable, y una aventura simple pero con trasfondo, de las que dejan mensaje. Es una pena el cierre de Forgotten Key a principios de año y que su concepto de aventura atmosférica se haya quedado exclusivamente en este título, hubiera sido muy interesante ver la trayectoria de este estudio. Finalmente, el precio, esta versión de Nintendo Switch se lanza en la eShop al precio de 19,99€.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Marchsreiter Communications