Si os digo Mimimi Games, quizás no me sepáis decir que juegos han hecho antes. Pero si os digo Shadow Tactics: Blades of the Shogun, seguro que a algunos se os enciende la bombilla. Shadow Tactics fue un golpe sobre la mesa, un juego de sigilo isométrico, que recordaba a juegos de antaño, con una cantidad de contenido envidiable y absolutamente cero contenido descargable. Un juego hecho y derecho, rejugable, directo y realmente divertido.

Pues ahora Mimimi Games deja Daedalic Entertainment atrás para aliarse con THQ Nordic y revivir una saga olvidada. Desperados III es un juego muy parecido a sus antecesores, pero que también comparte la base de Shadow Tactics. Se trata de un juego en la misma línea que el anterior título de la compañía, con mucho contenido y una maravillosa rejugabilidad. Es un título en perspectiva isométrica, con niveles de un tamaño considerable y varios personajes para controlar. A pesar de el fuerte componente sigiloso del título, nada nos prohíbe ponernos a disparar a todo lo que se mueve.

Desperados III es un juego ambientado en el oeste, que sirve como precuela del ya clásico Desperados: Wanted Dead or Alive. Manejamos a cinco personajes distintos a lo largo del juego. Nuestro protagonista es John Cooper, cuya misión es la búsqueda de un hombre llamado Frank… pero pronto nos daremos cuenta que no todo es lo que parece y el oeste es un lugar de lo más peligroso. Aparte de Cooper, cada uno de los demás personajes tendrá su propia agenda, y nos veremos inmersos en varias historias típicas de las historias del oeste, aunque con algún que otro giro.

También  hay que explicar por encima el resto de personajes, porque aunque sean secundarios para la historia son muy importantes para el devenir del título. Para empezar, tenemos al fiel compañero de Cooper, un cazador llamado Hector, que le seguirá allí donde vaya. Hay también una bella mujer, cuyo nombre es Kate, que ha huído de una boda -con buenas razones para hacerlo-, un doctor/asesino -extraña combinación- con una pistola que hace las veces de rifle francotirador llamado McCoy, e Isabella, una misteriosa y peligrosa mujer.

Los niveles pueden ser de todo tipo, pero en todos el sigilo es el protagonista absoluto. Aunque hay cierto momentos donde la acción es indispensable, la mayoría de situaciones se pueden resolver sin derramar una sola gota de sangre. Esconderse entre arbustos o usar algunas de las triquiñuelas de los personajes que explicaré más adelante. Los mapas nos ofrecen arbustos, tejados, rocas y muchas otras cosas con las que interactuar. Al margen del personaje, cada mapa tiene una miríada de lugares que explorar y que son mecánicas potenciales a la espera de ser explotadas para nuestro provecho.

Como ya he dicho, cada uno de los personajes tiene sus propias mecánicas, y esto es lo que eleva al juego de buen título a imprescindible. Cada una de las misiones es una combinación de los cinco personajes. Pueden ser desde dos hasta los cinco, intercalándose entre ellos. No podemos elegir cuales, pero eso es así por una razón: cada uno de los niveles está fabricado a la perfección para la combinación de los personajes que el juego te ofrece. Aunque sería un ejercicio de imaginación intentar completar muchos de los niveles con otros personajes, y creo que sería todo un giro para la jugabilidad, también entiendo que muchas de las misiones tienen que ser así por fuerza de la historia. Sin embargo, creo que para más adelante estaría bien que añadieran un modo donde repetir misiones con los personajes que nos diera la real gana.

Esto que digo puede parecer que va en contra de la rejugabilidad, pero nada más lejos de la realidad. Cada nivel, a pesar de usar a los mismos personajes, es rejugable, y no pocas veces. Cada nivel tiene dos tipos de logros distintos, pero ambos vienen a ser lo mismo, condiciones variadas para el cumplimiento de la misión. Puede ser cualquier cosa: no usar a un personaje específico, no matar a nadie, que no te descubran en ningún momento… hay de todo, muy al puro estilo Hitman, donde podemos repetir cada misión las veces que queramos. Por supuesto, también hay un selector de dificultad, donde incluso podemos limitar la cantidad de guardados que hacemos. Ya os digo que jugar en dificultad máxima sin ningún guardado es una experiencia solo para los más valientes.

La dificultad modifica la cantidad de enemigos, la velocidad a la que nos detectan y otro buen número de opciones. Lo más importante es la variación en el tipo de enemigos. Hay dos enemigos, llamados Ponchos y Long Coats, cada uno con sus propias mecánicas, que aparecerán más o menos dependiendo de la dificultad. Esto puede hacer que la dificultad de nuestras partidas suba exponencialmente, y que tengamos que recurrir a inventos de todo tipo para llegar a completar la misión. Por suerte, cada personaje tiene un buen número de habilidades a su servicio.

Nombraré unas pocas, porque analizar cada personaje en profundidad aburriría incluso al más paciente de vosotros. Cooper es bastante típico; puede tirar una moneda para hacer ruido y desconcentrar a un guarda que esté vigilando el lugar al que necesitamos acceder. Su cuchillo que puede arroja a sus enemigos será su arma más socorrida. También tiene dos pistolas, las cuales da a entender que son su último recurso. Hector, tiene una bonita trampa con la que atrapar enemigos y un hacha con la que reventarlos; no hace falta mucho más. Kate puede seducir a sus enemigos cuando está disfrazada, y McCoy tiene, como ya he dicho, un rifle francotirador. La combinación de todos estos elementos es importante, y toda la jugabilidad emergente que crean es sin duda el punto más importante de todo Desperados III. 

Sin embargo, no he visto mucha mejoría entre Shadow Tactics y el juego que nos ocupa. Todo lo que brilla en Desperados III ya lo hacía en Shadow Tactics, aunque con un poco menos de intensidad. Me falta ese cambio de paradigma, algo que rompa con lo visto anteriormente. Sin embargo, como bien se suele decir, si algo no está roto, no lo cambies. Los personajes son distintos a Shadow Tactics, al igual los escenarios. Solo eso condiciona suficientemente el título, y es algo que recomiendo jugar, sin medias tintas.

Quizás el apartado visual es el más flojo y el que menos ha mejorado respecto al anterior juegos de la desarrolladora. La ambientación está muy lograda, pero creo que el nivel de detalle podría ser mayor. Algunos tiempos de carga me han aburrido un poco, y algunos bugs en lo visual también me han vuelto un poco loco, pero nada que no se arreglara reiniciando el nivel. Y siempre hay que tener en cuenta que se trata de una versión anterior a la que jugará todo el mundo, por lo que es probable que esos problemas menores se vean solucionados. La música es una auténtica maravilla que casa perfectamente con cada uno de los niveles, sin quedarse solo en lo típico que esperarías en un juego del oeste. Por último, creo que es necesario nombrar el maravilloso trabajo del doblaje en inglés, que ayuda y mucho en la inmersión.

En conclusión, Desperados III es un juego que debe ser tenido en cuenta. Los juegos de este género son algo usual, pero este nivel de profundidad y rejugabilidad no lo es tanto. Aunque el avance respecto al anterior juego no parece lo suficientemente grande, no es fundamental en este caso específico. La ambientación es sublime, la historia cumple con creces, y la jugabilidad es variada y premia al jugador imaginativo. Preparad el dinero y desenfundad rápido, ya que la saga Desperados vuelve por todo lo alto. Total, solo cuesta un puñado de dólares.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Dead Good Media