En 2018 vio la luz Frostpunk, un más que interesante juego de gestión y supervivencia de la mano del talentoso estudio polaco 11 bit Studios, padres del no menos interesante This War of Mine. Ahora, dos años después, y tras haber sido lanzado en consolas de forma exitosa, nos llega la tercera y última expansión del juego, que al igual que la segunda -la primera expansión no incluye ninguna campaña adicional-, expande la historia de este pasado distópico propuesto por Frostpunk. En On the Edge o «Al límite» como se ha traducido al español, daremos otra vuelta de tuerca al concepto inicial, para explorar las relaciones entre distintas comunidades y sus consecuencias.

Si el juego original exploraba la gestión y evolución de una sociedad cuando el entorno le era muy hostil, y había que garantizar su supervivencia -y se nos permitía explorar soluciones totalitarias o fundamentalistas-, la expansión previa, The Last Autumn, hacía lo propio con las relaciones laborales y la explotación. El siguiente paso lógico era el propuesto por On the Edge, donde gestionaremos una colonia dependiente de nuestra ciudad principal, y tendremos que atender sus necesidades a la vez que las nuestras, explorando las relaciones que se establecen entre asentamientos, como la cooperación, la dependencia, el abuso y la confrontación.

Al igual que The Last Autumm era una precuela donde teníamos que construir el generador contrarreloj y por ello era necesario gestionar eficientemente a la mano de obra para cumplir plazos, On the Edge es una secuela directa que transcurre justo después de la Gran Tormenta que asola nuestro asentamiento en la campaña principal. Nueva Londres -así es como se llama ahora el asentamiento principal- ha sobrevivido a la Gran Tormenta, y además los vientos huracanados de esta han descubierto la entrada a un búnker del ejercito anterior al cataclismo, en un lugar cercano. Ante la gran cantidad de recursos que se podrían recuperar, Nueva Londres ha decidido crear un asentamiento en el exterior del bunker que nosotros nos tenemos que encargar de gestionar.

A diferencia de la expansión anterior que introducía una gran cantidad de cambios y mecánicas, Al Límite en principio nos parecerá mucho más conservador y similar al juego principal, aunque pronto descubriremos que no es exactamente así. La parte de la gestión del asentamiento si es parecida, aunque se han simplificado algunas mecánicas, como la del generador, ya que directamente no tenemos uno. Esto no significa que no necesitemos calentar nuestro asentamiento, pero deberemos conformarnos con mejores edificaciones y tecnologías asociadas, como la creación de braseros o la creación de calefactores. De esta forma podemos «olvidarnos» de esta variable tan importante en el juego principal y concentrarnos en las novedades.

En Frostpunk: On the Edge seguimos contando con las variables de descontento y esperanza, pero la capacidad de dictar leyes en principio no estará disponible, pues será Nueva Londres quien lo hará por nosotros, aunque algunas de ellas puedan ser contraproducentes. A esta situación se suma que la localización del bunker es en una zona de difícil acceso sin ningún tipo de recurso alimenticio, y dependeremos de cargamentos diarios de comida enviados por Nueva Londres, aunque estos no serán gratis, y se nos exigirá envíos eventuales de acero y posteriormente núcleos de vapor. Pronto los cargamentos de comida empezarán a ser de cantidades irregulares, y posteriormente se nos exigirá un envió nuestro para poder recibir comida. Esta situación acabará siendo insostenible y tendremos que encontrar sobrevivientes en otros asentamientos con los que comerciar y así romper relaciones con Nueva Londres.

Aquí es donde de verdad comienza la verdadera odisea de Al Límite, la de obedecer y ceder ante el yugo de Nueva Londres aunque ello signifique vivir en condiciones precarias para cumplir con la ciudad que nos mangonea, o la de conseguir nuestra propia independencia y fundar Tierrahelada, lo que provocará un conflicto con Nueva Londres que deberemos afrontar encontrando aliados, los cuales además de ofrecer una fuente de comercio alternativa y necesaria, también tendrán sus propias necesidades y no nos quedará más remedio que ayudar a resolverlas a costa de nuestros propios recursos, pues de no hacerlo no conseguiremos el apoyo necesario para confrontar a nuestro opresor. Bajo esta premisa, la expansión se centra en las relaciones entre asentamientos, la colaboración, el comercio, y la necesidad de trabajar juntos, pero también en el colonialismo, en la servidumbre, la opresión, y las injusticias.

Como novedades jugables, Frostpunk: On the Edge añade poco contenido en comparación con la expansión previa: un par de estructuras nuevas, algunas tecnologías adicionales, una nueva unidad, y como ya hemos comentado, las mecánicas referentes al comercio y relaciones entre asentamientos. Lo demás toma de base lo que ya conocimos en el juego original, con varias mecánicas suavizadas -de lo contrario sería casi imposible lidiar con las mecánicas del juego original más las nuevas-. Técnicamente el juego es igual, y respecto al sonido, contaremos con 6 nuevos temas del compositor Piotr Musiał, creador del resto de la sobresaliente banda sonora de Frostpunk, lo que es una garantía de calidad.

Sin suponer la sorpresa que nos dio la segunda expansión, Al Límite sigue siendo una expansión bastante interesante y a tener en cuenta. Si bien a nivel jugable viviremos varias experiencias similares a las de Un Nuevo Hogar, la campaña principal del juego original, el nuevo enfoque hará que afrontemos las situaciones de diferente manera, siempre teniendo en cuenta las relaciones entre asentamientos, y las consecuencias de éstas, pues en el mundo de Frostpunk cualquier decisión por correcta que parezca puede tener consecuencias impredecibles, y a veces tendremos que optar por el mal menor para conseguir nuestros objetivos. Respecto al cómputo global del juego y todas sus expansiones, Frostpunk se ha reafirmado como un juego indispensable si nos gusta la gestión de recursos y la supervivencia. Esperemos que en un futuro, 11 bit Studios decida volver a visitar el fin del mundo de Frostpunk.

 


Este análisis se ha realizado con una copia cedida por Evolve PR